Caen los ingresos de Meliá en Cuba; preocupación en Iberostar por la imagen negativa de la Torre K
Las hoteleras españolas temen que sigan en 2025 los apagones y la falta de suministros, que "dificultan la actividad turística"
La Habana/Madrid/Las reservas ya están abiertas en el hotel Iberostar Selection La Habana, ubicado en el polémico rascacielos Torre K, de 42 pisos y 155 metros de altura, que anoche, en pleno apagón, se erigía en la céntrica calle 23 como único punto de luz en la capital. Por precios que van de los 1.200 a los 2.000 dólares por una semana con alojamiento y desayuno en una de sus 594 habitaciones, la hora de la verdad ha llegado para un establecimiento que se inaugura en el peor momento del sector turístico, en concreto, y del país en general.
La desazón es tanta que, sin datos oficiales aún de los viajeros internacionales en enero –que se auguran catastróficos–, la gerencia del hotel tiene verdadera preocupación por la mala imagen que ya se ha ganado entre los ciudadanos. "La gente va a asociar al hotel con un aumento de la miseria", ha comentado a 14ymedio una fuente vinculada a Iberostar, la segunda compañía hotelera española con más presencia en Cuba después de Meliá.
Precisamente los datos de esta última no apuntan al optimismo. Meliá acaba de publicar el informe de la auditoría a la que se somete anualmente, y la Isla fue todo lo contrario a rentable el pasado 2024. La ocupación hotelera, que según las cifras de los tres primeros trimestres del año se situaba en el 39% cerró, ya con las cuentas completas, en un pobre 37%, tres puntos menos que en 2023.
“El año 2024 inició en un contexto positivo, en parte gracias a un mercado internacional que mostraba fortalezas, traduciéndose en una buena posición On the books que se materializó a lo largo del primer trimestre y parte del segundo trimestre”, indica el informe respecto a Cuba, su área de negocio más ruinosa a todas luces. Es el destino con menor ocupación y le sigue, a bastante distancia, el asiático, con 52,6% y que además es el que más crece, superando el 6%.
Meliá subió sus tarifas en Cuba en 2024, lo que, junto a la ampliación de habitaciones le debería haber permitido mantener a flote los ingresos. Según el informe, el ARR (tarifa media por habitación) subió un 5,6%, hasta los 81,2 euros. Hay que recordar que el pasado año bajaron con mucha fuerza (un 37,2% hasta los 76,9 euros) en un intento por captar clientes, pero que no sirvió de nada. Con la subida de 2024 ni siquiera se aproxima la hotelera balear al precio medio que tenía en 2022, 122,5 euros.
“Posteriormente, la situación económica y social del país –prosigue el documento– mostró un escenario complejo, que tuvo su punto máximo con los cortes de suministro eléctrico generalizado o la dificultad en la cadena de suministros, dificultando la actividad turística. En este entorno se produjo una reducción de las frecuencias y rutas aéreas, afectando a mercados emisores como Canadá, España, Reino Unido y Argentina entre otros. Con todo ello, la nota positiva la ha demostrado el Cliente Directo, representando el mayor segmento. Respecto a la touroperación, se han cancelado operaciones con varias compañías, así como los bancos de camas que han reducido la comercialización de capacidad en el destino”.
Los ingresos totales de Meliá en la Isla ascendieron a 12,7 millones de euros, un 18% menos que los 15,5 millones de euros del año precedente
Así, los ingresos totales de Meliá en la Isla ascendieron a 12,7 millones de euros, un 18% menos que los 15,5 millones de euros del año precedente. No obstante, la hotelera puede permitirse estar a la expectativa, puesto que este año obtuvo ingresos récord en sus negocios por todo el mundo. Su beneficio neto fue de 162 millones de euros, un 24,5% más que el año anterior. Además, sus ingresos se incrementaron en un 6,4% hasta los 2.056 millones de euros.
“En Cuba, el inicio del año presenta un escenario similar al final del 2024, esto es, menos estancias y menores tarifas medias. La evolución del año pasará por la solución de la problemática del abastecimiento y energía, así como una recuperación de la capacidad aérea perdida, ya que ha habido cancelaciones de rutas y frecuencias”, advierte el informe.
Uno de los indicadores que también mostró un claro retroceso fue el RevPAR (ingresos por habitación), que fueron de solo 30,5 euros (un 2,3% menos que el año anterior), derivado de la baja ocupación. El panorama es más aciago incluso si se extiende a otros hoteles. En un informe publicado en noviembre por el centro de ideas Cuba Siglo 21, el economista de origen cubano Emilio Morales situaba en un 25% la ocupación hotelera en general, lo que supondría que tres de cada cuatro habitaciones están vacías en la Isla.
Así llega Cuba al Día del Turismo, que se celebrará este martes 4 de marzo, aunque las autoridades, con el primer ministro, Manuel Marrero, a la cabeza ya lo han celebrado el fin de semana. El también ex ministro de turismo durante muchos años lanzó varias preguntas ante los trabajadores del sector en un acto programado en La Habana, en el restaurante La Ferminia.
“¿Qué más podemos hacer que nos permita recuperar el turismo en medio del escenario de economía de guerra que vive la nación? ¿Cómo romper ese círculo vicioso de que, por falta de financiamiento, existen problemas en la calidad de los servicios? ¿Cómo fortalecemos de verdad la locomotora de la economía cubana?”, insistió Marrero. Entre las muchas soluciones –pocas prácticas– que enunció, instó a prestar atención a los recursos humanos, quienes, dijo, “marcan la diferencia en el sector”.
Sin embargo, el turismo, antiguamente uno de los empleos más solicitados por, entre otras cosas, el acceso a divisas en las “generosas” propinas que se reciben, sufre la misma crisis de trabajadores que otros sectores estatales y no parece que eso vaya a cambiar a corto ni medio plazo.