Bajo la conducción de Marxlenin Pérez, Cuadrando la Caja se aparta de la ortodoxia

Abundan las críticas sobre las inversiones estatales, la política cambiaria o los prejuicios hacia el sector privado

"Tenemos que cambiar esa visión de que la exportación tiene que ser de miles de toneladas, millones de pesos"
"Tenemos que cambiar esa visión de que la exportación tiene que ser de miles de toneladas, millones de pesos" / Artemisa
14ymedio

11 de junio 2024 - 17:47

Madrid/Hace pocas semanas, el economista y ex agente del régimen Manuel David Orrio del Rosario escribía, en una columna dedicada a defender a El Toque de los ataques oficialistas, que el programa Cuadrando la Caja es un espacio que “no se pierde cualquier economista cubano que se respete”. Dejaba caer que ahí se dicen verdades que ponen en jaque la propaganda gubernamental, hecho por el cual merece la pena prestarle atención. 

Este martes, Cubadebate publica la transcripción de una emisión de abril dedicada a la exportación de bienes en la que se cantó las cuarenta al Gobierno por la ausencia del famoso programa de estabilización macroeconómica del que mucho se habla sin que, aparentemente, exista.

“Sin un programa efectivo, directo, de estabilización macroeconómica, que va acompañado de un cambio estructural, hay pocas posibilidades de detener la caída de las exportaciones de Cuba y diversificarlas”, reprochó Antonio Romero Gómez, profesor titular de economía en la Universidad de La Habana e integrante del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional.

Cuba concentra casi el 85% de sus ventas al exterior en pocos productos: níquel, tabaco, ron, algunos productos de la pesca –langosta y camarón– y algo de la industria médico-farmacéutica

El especialista ponía colofón a un programa que abordó la trascendencia de diversificar la exportación de bienes, ya que, como señalaron los participantes, Cuba concentra casi el 85% de sus ventas al exterior en pocos productos. En concreto se citó al níquel, el tabaco, el ron, algunos productos de la pesca –langosta y camarón– y algo de la industria médico-farmacéutica. Cuando uno o más de ellos tiene problemas “hace que se desplome dramáticamente la capacidad del país de generar divisas”, señalaron, de ahí la importancia de buscar otra forma de hacer las cosas.

La enmienda a la totalidad llegó justo al final, con esa referencia a la falta del programa de estabilización, que no fue la única crítica. “Lo del mercado cambiario no se puede seguir posponiendo”, advirtió Romero, que además vinculó a este asunto la falta de incentivos. “Y por último, hay tres o cuatro medidas anunciadas que se han postergado, que son importantísimas para revertir la situación de nuestro sector externo”, continuó la reprimenda. A saber: la falta de una norma para la inversión extranjera en el sector privado –anunciada, protestó, hace un año y medio sin que se sepa más– y poner fin a la idea de que Cuba debe especializarse en la producción y comercialización internacional de productos finales. 

Aunque el mejor dardo lo reservó para el último minuto. “Creo también que es muy importante y urgente modificar la concepción de la política de inversión (...). Se invierte muy poco, porque hay poca disponibilidad de recursos, pero se invierte sectorialmente, sesgado hacia un sector, el turismo y los servicios inmobiliarios, y se invierte muy poco en la agricultura y la industria. Y sin inversión en la agricultura y la industria, no hay posibilidades de reanimar esos sectores productivos, que son la base de la exportación”. Marxlenin Pérez, conductora del programa, despidió ahí la emisión.

Más allá del varapalo, el programa puso algunas ideas sobre la mesa que solo podrán llegar a buen puerto si se toman medidas determinantes. Luis Carlos Góngora, economista y director de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Relaciones Internacionales del gobierno provincial de La Habana; estuvo junto a su colega para insistir en la importancia de dar un giro a las exportaciones y, en su caso, exponer las prácticas que se han llevado a cabo ya en su territorio. Los dos coincidieron en que la Isla debería especializarse en la exportación de alimentos, algo que podría llamar la atención debido a la depresión absoluta del sector. 

Los dos coincidieron en que la Isla debería especializarse en la exportación de alimentos, algo que podría llamar la atención debido a la depresión absoluta del sector

La idea sería poder captar divisas para reinvertir y aumentar la producción local y entre las opciones está, convinieron, vender a la zona franca de Mariel, ya que no se está exportando propiamente pero sí adquiriendo moneda libremente convertible. También señalaron ambos economistas que es un error olvidar las pequeñas ventas en una constante aspiración a los grandes volúmenes. 

“Tenemos que cambiar esa visión de que la exportación tiene que ser de miles de toneladas, millones de pesos. Nosotros tenemos que trabajar la exportación de 20.000, de 10.000, de 2.000, de 3.000 dólares, porque también con esos muchos poquitos va a crecer la economía, si somos capaces de insertarnos”, subrayó Góngora Domínguez. 

En La Habana, dijo, hay 73 empresas estatales de las cuales 26 tienen productos exportables, por una parte, pero también destacó la importancia de las privadas, a las que se refirió como estratégicas. “El año pasado, 49 formas de gestión no estatal (...) se encadenaron con las plataformas de comercio electrónico”, contó. Se refería, el directivo, a páginas de venta online, la mayoría para familiares en el exterior, en las que es importante estar, ya que se paga desde fuera, “a precios elevados algunas de ellas” y se entrena en la exigencia de calidad. Por ahí instan a canalizar la producción agrícola. 

“Los problemas de la economía cubana no se resuelven si no acabamos de eliminar el prejuicio de que lo no estatal es antisistémico”, apostilló Romero, que no tardó ni un minuto en abundar en la idea. “No hay mucho espacio para racionalizar y transformar radicalmente la empresa estatal si no se da simultáneamente con una expansión y consolidación del sector no estatal”, remachó.

A pesar de que la mesa estaba pensada para aportar buenas ideas, el economista no dejaba de emanar pesimismo. “La estructura productiva de Cuba está muy deprimida, hay serios problemas, sobre todo en los sectores de producción material, en la agricultura, en la manufactura, y sin eso hay pocas posibilidades”, admitió en otro momento.

“La estructura productiva de Cuba está muy deprimida, hay serios problemas, sobre todo en los sectores de producción material, en la agricultura, en la manufactura, y sin eso hay pocas posibilidades”

Más animado, Góngora reivindicó lo que se ha hecho en La Habana y como preámbulo expuso que hace cuatro años, por exigencias de la pandemia, se empezaron a desarrollar estructuras a nivel local y provincial que ahora son los responsables de identificar proyectos interesantes o ponerlos en contacto con sus pares en el exterior para tender puentes. Entre los ejemplos, el funcionario indicó que hay 10 empresas extranjeras interesadas en invertir con el gobierno de La Habana en la basura de la capital. 

“Es una cuestión en la que tenemos que trabajar, una de las cosas que tenemos que resolver, porque en el mundo entero la basura es un ingreso y no un gasto. No es un ingreso total, a veces no cubre toda la actividad total y tiene parte del subsidio del Estado, pero en nuestro caso es un gasto totalmente estatal y lo hacemos sobre parámetros de ineficiencia”. No quedó claro si se refería a la recaudación de la tasa de basura (que en muchos países contribuye aunque no sostiene el gasto en la recogida) o a la posibilidad, de la que sí habló específicamente más adelante, de reutilizar los residuos. “Hemos estudiado 10 tipos de residuos valiosos en la basura de La Habana, desde el sancocho para dieta animal, que tiene un uso muy doméstico, hasta los ferrosos, los no ferrosos, el vidrio, la madera. Son cosas que tienen que convertirse”, propuso.

Además, mencionó otras ideas en las que trabaja su organismo, desde el agroturismo a la creación de una plataforma de venta online y un “polo exportador agrícola”. Romero, esta vez sí, coincidió en que bajar a estructuras municipales puede dar buenos resultados, aunque advirtió de que hay que mantener el equilibrio. “El localismo, la idea de que todo se resuelva a nivel local es errónea, como mismo es totalmente erróneo decir que no hay posibilidad a nivel local y que todo tiene que resolverse a nivel central”, señaló justo antes de decir que el paso previo es tomar las medidas urgentes que el Gobierno sigue sin tomar. 

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