Cuba se rinde ante el capital extranjero, que se resiste a invertir

La Habana/La prensa oficial ha despachado deprisa y corriendo uno de los cambios más notables en la política económica del Gobierno de los últimos años, el fin de la exigencia de que el Estado sea socio mayoritario o equitativo en las empresas de capital mixto. Un breve párrafo al final de una nota sobre la presentación de la Cartera de Oportunidades de negocios 2021 para explicar lo que supone un gran paso en la privatización de las inversiones extranjeras.

El oficialismo opta, en cambio, por titular con una verdad a medias: Más de 500 proyectos de inversión extranjera en Cuba. El dato es cierto, pero no lo es tanto presentarlo con triunfalismo cuando queda muy lejos de las proyecciones realizadas cuando en 2014 se aprobó la Ley de Inversión Extranjera.

"De noviembre del año pasado a noviembre de este año se han aprobado 34 nuevos negocios (...) por un monto de inversión de 1.885 millones de dólares", según el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, principalmente en alimentación, turismo, construcción, minería, energía e industria. "Estos resultados no nos parece que son los que necesitamos", reconoció, sin especificar si esos proyectos "aprobados" se han concretado.

"Estos resultados no nos parece que son los que necesitamos", reconoció, sin especificar si esos proyectos "aprobados" se han concretado

Las previsiones del Gobierno cuando abrió la Zona Especial de Desarrollo Mariel a finales de 2013 era que recaudara al menos 2.500 millones de dólares anuales y un total de 12.500 en su primer lustro. Según los datos oficiales, al concluir ese quinquenio apenas se había logrado el 9,5% de lo proyectado, un total de 1.191 millones de dólares.

En su intención por seguir captando, sin lograrlo, la atención de los inversores foráneos, Malmierca presentó este martes el tradicional dossier con la oferta cubana en el Foro Empresarial Cuba 2020, que este año incluye 503 proyectos por un monto de 12.070 millones de dólares. El encuentro, este año en versión virtual, finaliza el miércoles.

Allí fue donde desveló la nueva medida con la que el Gobierno da un paso atrás y deja ganar espacio a las empresas extranjeras, que podrán ser ya mayoritarias en negocios como el turismo, la biotecnología, la industria farmacéutica y en el comercio mayorista. El Gobierno elimina las restricciones anteriores como parte de "adecuaciones generales para dar más flexibilidad", admitió el ministro.

El Estado cubano mantiene, eso sí, "la exigencia de una participación mayoritaria para el Estado cubano en lo que respecta a la extracción de recursos naturales y la prestación de servicios públicos".

No fue la única "flexibilización" anunciada por el ministro, que también sorprendió diciendo que el Gobierno promueve "la participación de fondos de inversión", un instrumento financiero hasta ahora demonizado por el oficialismo. Y también que las empresas de capital 100% extranjero puedan establecerse en parques científicos tecnológicos como el que ya existe en La Habana. Además, habrá un pequeño e inespecífico espacio para los cubanos que residan en el exterior, pero siempre que se conformen con una pequeña porción de la tarta, ya que, como precisó Malmierca, serán "proyectos de pequeños montos" para atraer inversión de pequeñas y medianas empresas "y para los cubanos que residen en el exterior".

"Estamos, qué duda cabe, ante el que probablemente es uno de los cambios estructurales más relevantes de la economía cubana, sobre todo porque deja a los cubanos sin participar de un proceso que el régimen quiere someter a su control"

Los anuncios reflejan que, aunque apriete la falta de liquidez y se introduzcan algunas reformas, siguen siendo para estimular la entrada de empresas foráneas, ya que, aunque el evento es específicamente de Comercio Exterior, nada se espera para los cubanos de la Isla, que siguen estando al margen de la macroeconomía de su propio país.

"Estamos, qué duda cabe, ante el que probablemente es uno de los cambios estructurales más relevantes de la economía cubana, sobre todo porque deja a los cubanos sin participar de un proceso que el régimen quiere someter a su control", dice el economista cubano residente en España Elías Amor, en un post publicado este miércoles que titula ¿Ha empezado ya la privatización de la economía cubana?

El experto vuelve a señalar que el evento anual de Comercio Exterior e Inversión Extranjera pone en evidencia el discurso del supuesto daño que produce el embargo en la economía nacional. "En modo alguno esta concurrencia de actividad internacional puede tener algo que ver con ese escenario que el régimen cubano no se cansa de denunciar cada vez que puede. Si realmente existiera un bloqueo no sería posible aumentar proyectos de año en año", destaca.

Las conclusiones que extrae el economista son dos: que el capital productivo de los cubanos está en venta "pero solo para extranjeros, que se van a adueñar, con participaciones mayoritarias del mismo" y que "los cubanos tendrán que seguir siendo pobres y lo que es peor, viendo como una clase política dirigente comunista malvende a extranjeros el patrimonio que decían que era colectivo".

En resumen, según Elías Amor, "la piñata castrista ya empezó [y] los cubanos han quedado fuera de la piñata".

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