Cuba es el país más dependiente de las importaciones de alimentos, después de Panamá
Un informe expone cómo la invasión rusa a Ucrania compromete el sustento diario de millones de familias latinoamericanas
La Habana/Un informe publicado este martes por tres agencias de Naciones Unidas concluye que Cuba es el segundo país de América Latina y el Caribe más deficitario y dependiente per cápita de las importaciones de productos agrícolas, solo superado por Panamá.
El reporte, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), explora cómo la invasión rusa a Ucrania compromete el sustento diario de millones de familias latinoamericanas, incluyendo las cubanas, que sufren además la profunda crisis económica de la Isla.
Para nadie es secreto que el país presenta notables deficiencias en su producción agrícola y de alimentos, exacerbadas por la escasez de combustibles e insumos claves. La poca disponibilidad de alimentos y productos de primera necesidad forman parte de las causas que impulsan a los cubanos a emigrar, y también ha motivado un alza en los índices de violencia en la Isla.
Cuba sufrió entre 2018 y 2020 un déficit en las importaciones de productos agropecuarios que ascendió a 1.632 millones de dólares, es decir, que compró más de lo que pudo exportar. El mayor desequilibrio se observa en los alimentos, con excepción del pescado, con un saldo negativo de 1.635 millones de dólares.
El déficit de cereales fue de 668 millones de dólares, mientras que en maíz y trigo fue de 181 millones. Lo poco que entra en frutas y verduras también marcan un saldo negativo de 109 millones de dólares en importaciones y otros 104 millones en aceites vegetales. En lácteos el desequilibrio fue 204 millones y 446 millones corresponden a carnes.
Venezuela, que también vive una profunda crisis económica y de migración, tuvo un déficit en las importaciones de productos agrícolas por 3.359 millones de dólares
Venezuela, que también vive una profunda crisis económica y de migración, tuvo un déficit en las importaciones de productos agrícolas por 3.359 millones de dólares. Panamá, que presume de ser la economía más grande de Centroamérica, también tuvo un déficit de 1.988 millones de dólares.
Si bien los países de América Latina y el Caribe no dependen directamente de las importaciones de cereales, maíz y aceites vegetales desde Rusia y Ucrania, señala el informe, los precios de los alimentos son afectados por las restricciones del comercio mundial. El conflicto impacta directamente en el valor de los fertilizantes, pues la Federación de Rusia fue en 2021 el mayor exportador mundial de nitrogenados, el segundo de potasio y el tercero de fosfatados.
Las agencias de la ONU señalan que la economía mundial no ha tenido tregua en los últimos 15 años con sucesivas crisis, entre las cuales destacan la financiera de 2008, las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos agudizadas en 2019 y la pandemia de covid-19 en 2020, seguida del rompimiento de las cadenas logísticas, la inflación y la invasión rusa.
Como consecuencia, la Cepal prevé que la economía de América Latina y el Caribe desacelerará a 1,4% en 2023 después de experimentar un 3,2% este año. En su última actualización de las perspectivas, publicada en octubre pasado, el organismo redujo su proyección para Cuba del 3 % que había previsto en agosto a 2 % para este 2022. El escenario es mucho menos optimista para 2023, con apenas un 1,8%.
De momento, zanja la FAO en el informe, la mayor preocupación es que la inflación pone en riesgo el acceso a una dieta saludable de los hogares con menos ingresos, en un contexto en que el hambre aumentó en un 30% entre 2019 y 2021 como consecuencia de la pandemia. El Programa Mundial de Alimentos complementa estos datos con un análisis, realizado en junio de 2022, que revela que, entre las principales causas para abandonar el país natal está la inseguridad alimentaria.
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