Cuba no existe en los informes de la Cepal sobre la economía en América Latina y el Caribe
Ante la falta de evidencias, el relato oficialista "se queda en la propaganda", denuncia Pedro Monreal
Madrid/La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) hizo público este martes su informe sobre inversión extranjera directa en 2024 y, como es habitual, no aparece Cuba, puesto que su Gobierno no proporciona información. Ni siquiera se hace mención al nombre del país una sola vez, tal y como lamenta el economista Pedro Monreal.
Esa ausencia, destaca el especialista en X, contrasta con el relato oficial, que presenta a la Isla como un lugar beneficioso para invertir. “Ante la falta de evidencia, ese relato se queda en la propaganda”, dice Monreal, ilustrando su mensaje con una foto tomada de la página del Ministerio del Comercio Exterior destinada a animar a los inversores extranjeros.
Entre las ventajas que se enumeran en esa web figuran un “cuerpo legal seguro y transparente”, “estabilidad política y social”, “clima de seguridad”, “infraestructura básica en todo el país” y –banderas propagandísticas de la Revolución– “altos indicadores en materia de educación, seguridad social y salud de la población”, mientras en la realidad la Isla se está hundiendo en una crisis económica y social sin precedente.
A pesar de esta estampa idílica, el propio régimen ha reconocido que el nivel de inversión no es el óptimo. Según el balance hecho público el pasado noviembre por Carlos Luis Jorge Méndez, director general de Inversión Extranjera, apenas se han aprobado 30 negocios –aunque hay tres más en la fase final–, por debajo del promedio. “No es un dato para sentirnos conformes”, dijo entonces.
A pesar de esta estampa idílica, el propio régimen ha reconocido que el nivel de inversión no es el óptimo
El funcionario habló también de 45 proyectos en “fase avanzada de negociación, con un capital de 9.000 millones de dólares”, sin que se hayan concretado hasta la fecha. Desde la creación de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, hace más de diez años, apenas se han captado 3.500 millones de dólares en total, en lugar de los 2.500 anuales que se anunciaron. La ley de inversión extranjera entró en vigor en marzo de 2014 y hasta ahora hay 334 negocios aprobados (una media de 37 anuales), además de 172 contratos de asociación económica internacional.
El Ministerio del Comercio Exterior encomia la “ubicación geográfica en el centro de un mercado en expansión” y acuerdos internacionales con la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), la Comunidad del Caribe (Caricom), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Unión Europea (UE) y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Nada de esto prevé la Cepal, que sí incluye en sus gráficos otros pequeños países como Surinam, Santa Lucía o San Vicente y las Granadinas.
La Cepal, que depende de la ONU y cuyo secretario ejecutivo actual es el costarricense José Manuel Salazar-Xirinachs –sucedió hace dos años a la mexicana Alicia Bárcena, actual ministra de Relaciones Exteriores–, resalta en el resumen de su informe que América Latina y el Caribe conforman una región “retenida en tres trampas de desarrollo: baja capacidad para crecer, elevada desigualdad y baja movilidad social, y escasas capacidades institucionales y gobernanza poco efectiva”. En este panorama, juzgan que la inversión extranjera directa podría “ayudar a enfrentar esos desafíos”, pero esto es algo de lo que Cuba puede quedar también fuera.
Con motivo del anterior informe de la Cepal, sobre flujo de capitales hacia América Latina, el pasado junio, Pedro Monreal arremetía igual que ahora por el hecho de que la Isla no apareciera, y aseveraba que, por eso mismo, el país se había ganado el “estatus de paria” en las calificaciones de los mercados financieros internacionales.
“Ningún discurso oficial, cartera de oportunidades de inversión en Cuba, o verbosidad en ‘comisiones mixtas’ tiene –ni de lejos– el impacto negativo que causa en acreedores que un país endeudado hasta el tuétano se autoexcluya de las calificaciones internacionales de riesgo”, decía el economista en un hilo de X.
La Isla era el único país, entre 26, sin calificación porque no proporciona información al organismo internacional. “Para un país como Cuba, con profunda crisis económica y social, sanciones externas, programa económico a la deriva y modelo inefectivo de inserción internacional, es clave el acceso al financiamiento internacional y por eso son importantes las calificaciones de ‘riesgo país’”, señalaba Monreal.
