Cuba perdió casi un 10% de turistas en un año y un 52% desde 2018
Para anunciar los datos, el Gobierno esperó a que terminara la Feria Internacional de Turismo en Madrid
Madrid/Cuba cerró 2024 con los 2,2 millones que había augurado, con pesar, el ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda, en diciembre ante el Parlamento, la peor cifra desde el año 2007 si se excluye el período 2020-2022, que hundieron al sector a nivel mundial por la pandemia de covid-19. El batacazo, por tanto, era esperado, pero la publicación del informe de diciembre este martes –ligeramente más tarde de lo habitual y una vez concluida la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur)– deja claros otros dos datos muy negativos para la industria turística.
El primero de ellos es la constatación de que el pasado año se contrajo casi un 10% el número de viajeros internacionales. El dato final –pendiente aún de posibles ajustes menores– indica que llegaron 2.203.117 visitantes, 233.863 menos (9,6%) que en 2023. Ese año, cuando se recibió a más de 2,4 millones de turistas, estaba considerado un fracaso tras haberse proyectado 3,5 en enero que hubo que ir reduciendo progresivamente.
Por eso, a principios de 2024 las autoridades fueron más comedidas y fijaron sus previsiones en 3,2 millones. Ocurrió lo mismo: en septiembre se admitió que solo 2,7 millones de viajeros visitarían la Isla este año, pero al final el objetivo se ha quedado amplio en medio millón de personas.
La cantidad de turistas que llegaron a Cuba en el mes de diciembre es una de las más bajas que se recuerdan –siempre exceptuando los años de pandemia–, con tan solo 197.790
No es el único número catastrófico que deja el informe. La cantidad de turistas que llegaron a Cuba en el mes de diciembre es una de las más bajas que se recuerdan –siempre exceptuando los años de pandemia–, con tan solo 197.790. La diferencia, comparando con el mismo mes del pasado año, es la mayor del año: 61.349 y establece un nuevo récord, tras el de noviembre, con 44.272 viajeros menos.
La cantidad es particularmente mala, ya que diciembre es, junto con enero, el mejor mes para el sector en Cuba. En 2023, llegaron 259.139 en ese último mes del año y ya se consideró muy mal dato, en particular si se compara con el excelente 2018 (cerca de 450.000 y 4,6 millones para todo el año) y el aún bueno 2019, cuando la cifra fue superior a 350.000.
El informe también deja al descubierto el decepcionante desempeño de un mercado en el que se ha puesto mucho interés económico y político y que, a priori, contaba con todo a su favor: el ruso. No solo no se cumplío con el proyecto de atraer a 200.000 personas de ese país –como ya admitió García Granda, que pospuso la meta a este 2025– sino que el crecimiento fue nimio si se compara con el año anterior, un 0,5%, al pasar de 184.819 a 185.816 viajeros.
Pese a todo, Rusia se afianza como tercer origen por cantidad, aunque México tuvo un mayor crecimiento, si es que el 0,8% más puede constituir –y a juzgar por la situación, parece que sí– un triunfo. Desde el país vecino llegaron 62.839, algo más que los 62.359 del pasado año.
A la cabeza de las nacionalidades repite, como siempre, Canadá, pero la evolución es preocupante. Se ha perdido un 8,1% de cuota de mercado, lo que en volumen es muy significativo. Si el pasado año los canadienses se acercaron relativamente al millón de turistas (936.436), este año se quedan notablemente lejos de esa cifra redonda, al alcanzar solo 860.877. Los cambios en las alertas gubernamentales para viajar a Cuba –que subieron de nivel en octubre de 2023–, la aparición de numerosas noticias vinculadas a malas experiencias de canadienses en la Isla y los cambios en la visión de algunos touroperadores, que comenzaron a aconsejar otros destinos del Caribe, han podido influir en el resultado.
Los viajeros de Estados Unidos, que han pasado a ser el cuarto origen, han caído un 10,4% y no alcanzan los 150.000 en todo el año (142 450), aunque peor ha sido el bajón en la comunidad cubana residente en el exterior, que se mantiene como segundo mercado, pero con un descenso del 17,8% (294.816 viajeros en 2024, frente a 358.481 en 2023).
Los viajeros de Estados Unidos, que han pasado a ser el cuarto origen, han caído un 10,4% y no alcanzan los 150.000 en todo el año
Argentina, que entró en el año con fuerza, ha ido perdiendo público con el paso de los meses y se queda, finalmente, con solo 43.528 turistas, un 6,9% menos que el pasado año. Mientras, el bloque europeo no remonta. Alemania mantiene la mejor posición, con una caída del 5,7% (65.487 viajeros en todo el año), aunque es la más expuesta a un empeoramiento, después de que la aerolínea Condor anunciara en diciembre que supendía –por primera vez desde 1990– los vuelos a la Isla durante, al menos, el verano.
Le siguen Francia, con 49.836 turistas y un mayor descenso, el 8,5%, e Italia, con 44.485 viajeros y una caída del 15,9%. España cierra el año certificando la alarmante situación del sector turístico en la Isla, al alcanzar los 65.054 visitantes, la mayor cantidad del bloque europeo, pero que se queda ridícula frente a los 89.285 de 2023, el 27,1% menos, un desplome muy significativo para un país con sólidos lazos culturales y económicos, muy particularmente con el negocio hotelero.
La búsqueda de viajeros chinos, turcos y árabes que anunció García Granda en Fitur la pasada semana se entiende, al ver cómo se agotan los mercados tradicionales, pero consolidarlos podría llevar años en el mejor de los casos y el tiempo es un lujo del que el Gobierno no dispone.