Un economista oficialista pide explicación sobre el derroche de los subsidios recibidos por Cuba

  • El régimen fijó en 164 millones de dólares los daños provocados por el embargo, pero recibió casi el doble en ayudas de Moscú, Caracas y otros
  • El colapso energético no tendría que haberse producido si el dinero se hubiera invertido de forma adecuada, escribe Orrio del Rosario

Contenedores en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.
Contenedores en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel. / Granma
14ymedio

11 de diciembre 2024 - 18:00

Madrid/Los números que el Gobierno cubano publica año tras año para denunciar los daños provocados por el “bloqueo” de Estados Unidos –más de 164 millones en seis décadas– fueron ampliamente compensados por los subsidios que la Isla recibió de Moscú y Caracas, sin olvidar los préstamos de países socialistas y capitalistas que La Habana nunca devolvió. No lo dice un economista contrarrevolucionario, sino un partidario del régimen, Manuel David Orrio del Rosario.

En una serie de artículos titulada El gran apagón y publicada por varios medios izquierdistas, como Rebelión o Kaos en la Red, el ex agente aborda desde distintos ángulos cómo se ha llegado al deterioro actual del sistema electroenergético cubano. El balance señala la irresponsabilidad cometida por los Gobiernos de Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel al postergar casi 20 años la introducción de las renovables en Cuba, a las que Fidel Castro hizo referencia ya en 2006, según recuerda.

El autor no se explica por qué el primer plan de estas energías limpias tardó tanto en aprobarse –se introdujo en 2014– y aunque estaba dotado con 3.500 millones de dólares a 15 años vista, las renovables no han avanzado nada en la Isla. Los 92 parques solares chinos anunciados este año llegan tarde, considera, y el colapso no tendría que haberse producido si el dinero se hubiera invertido de forma adecuada. 

Para defender la tesis, dedica un capítulo a las desaforadas inversiones sin retorno destinadas al turismo y otras oportunidades perdidas

Para defender la tesis, dedica un capítulo a las desaforadas inversiones sin retorno destinadas al turismo y otras oportunidades perdidas, pero es inevitable que analice un asunto que aparece en todo análisis económico cubano: el impacto del embargo de EE UU. Mencionado a lo largo de todos los artículos, el cuarto se interesa casi en exclusiva en este asunto medular. 

El autor, que dice ya en el artículo anterior que es preciso poner el parche antes de que salga el grano, ha subrayado ya a estas alturas que tiene “un compromiso de por vida con el proyecto socialista cubano” pero que tampoco se debe –cita a Che Guevara– “ser dócil al pensamiento oficial”. Aclarado este punto y certificado que tanto él como el autor de referencia en el que se basa, el economista cubano residente en EE UU Carmelo Mesa-Lago, están en contra del “bloqueo”, Orrio del Rosario pone las cuentas sobre la mesa. 

El economista parte del informe presentado por el régimen en Naciones Unidas para argumentar el impacto del embargo a lo largo de 62 años, que cifra el daño en 164.141,1 millones de dólares a precios corrientes, lo que supondría que, sin él, Cuba habría crecido “alrededor de un 8% en 2023". Orrio del Rosario tiene dudas sobre el informe, pero confía en algunos de sus redactores y asume su contenido como base. Aun aceptándolo, su primer análisis es de estupor: “¿Cuándo en la historia de Cuba se ha crecido a semejante nivel, incluso sin bloqueo? ¿Cómo se explica que ese crecimiento superaría al de la pujante economía vietnamita, la cual creció 5,05% en 2023?”, señala. 

La parte esencial del análisis, sin embargo, se centra en una pregunta: “¿Considera el efecto compensatorio de tres decenios de ayuda soviética y sus dizque aliados del campo mal llamado socialista? ¿Toma en cuenta el también efecto compensatorio de los intercambios comerciales de seis décadas con los países capitalistas, con períodos en los cuales la fama cubana de honrar sus compromisos crediticios fue casi proverbial? ¡No!, afirma una fuente de alto crédito que pidió anonimato”, protesta el experto.

Otra cifra a incluir en las cuentas es la deuda de 35.200 millones de dólares, condonada en un 90% en 2014 y con una renegociación del 10% restante en años posteriores

Así pues, y tras elogiar a Mesa-Lago como uno de los mejores economistas vivos de Cuba, menciona el estudio que este publicó en 1984 sobre los subsidios soviéticos mediante el alto pago por azúcar y el níquel y mientras Moscú vendía el petróleo a la Isla debajo del precio de mercado. En términos netos, la ayuda económica ascendió a 65.000 millones de dólares, a los que se puede sumar 13.400 millones más en ayuda militar –empleada tanto en seguridad de la Isla como en las campañas africanas de Angola o Sudáfrica. Según un informe ruso, la cifra fue aún mayor, de 17.000 millones de dólares, por lo que Orrio del Rosario deja el monto en 15.000 millones, como promedio. 

Otra cifra a incluir en las cuentas es la deuda de 35.200 millones de dólares, condonada en un 90% en 2014 y con una renegociación del 10% restante en años posteriores. Eso deja la ayuda soviética en unos 115.200 millones de dólares. “Por simple aritmética, los 161.141,1 millones de dólares de daños causados por el bloqueo (...) se reducirían a unos 45.941,1”. 

La cantidad ya ha bajado notablemente, pero entra entonces Venezuela en la ecuación, con 110.000 millones de dólares, según Mesa-Lago, que indica que "Cuba tuvo también acceso a mercado de capitales en Europa y Asia y adquirió deuda por 19.000 millones de dólares”, ahora en disputa por impagos. Si se suman los 31.000 millones de dólares de las remesas desde el exilio, aparecen 160.000 millones más. 

“Si se restan a los mismos los 45.941,1 millones de pérdidas por el bloqueo antes ajustados, Cuba contó en seis décadas con 114.058,9 millones de dólares a su favor”, estima Orrio del Rosario, aunque las cuentas de Mesa-Lago todavía son más amplias y lo estiman en 280.000. "Por si las moscas: Mesa-Lago se opone al bloqueo desde 1968, que recuerde. Tenía entonces 34 años. Ahora, 90. Nada de los anteriores cálculos niega la criminalidad del bloqueo yankee a Cuba ni su carácter ‘éticamente inaceptable’”, aclara el experto, citando a Juan Pablo II.

“Si bien las ‘cuentas de almacenero’ parecen favorables a Cuba, pese al bloqueo, surge una escabrosa pregunta”, plantea Orrio del Rosario, que abre una reflexión sobre qué pérdidas ocasionaron algunos delirios como el Cordón de La Habana (plan agropecuario para alimentar la capital), la Zafra de los Diez Millones, el cambio de patrón genético de la ganadería vacuna o la descapitalización de la industria azucarera, la mayoría de ellos impulsados por Fidel Castro en frenéticas campañas nacionales.

El resto del artículo –y la serie completa– dejan muchos otros datos de interés sobre el colapso del sistema energético nacional. El experto calcula que si de los 3.500 millones aprobados para la reconversión energética se hubiera usado ya la parte proporcional a estos años –unos 2.330 millones– se hubieran instalado al menos 2.000 megavatios en energía solar. 

Sin embargo, la generación bruta de electricidad ha descendido –según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei)– un 26% entre 2019 y 2023. En el mismo período, la generación hidroeléctrica descendió de 124,5 a 106,5 GWh, y la eólica y fotovoltaica de 250,5 a 236,7. “Es decir, la hidroeléctrica cayó un 15% y la eólica y fotovoltaica un 5,5%. Las preguntas son por qué y quién rinde cuentas, sagrado principio de lo que se llama democracia socialista”, espeta el economista.

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