El Gobierno cubano reconoce su fracaso para resucitar el turismo

Madrid/El Gobierno cubano se rinde a la evidencia y reduce la previsión de turismo ni más ni menos que en 790.000 viajeros. Las autoridades habían proyectado a inicios de año la llegada de 2,5 millones de visitantes extranjeros y hasta hace pocos días se había negado sistemáticamente a revisar la cifra, pero este miércoles, durante la reunión del Consejo de Ministros, Alejandro Gil Fernández anunció finalmente que espera que 2022 cierre con 1.710.000 viajeros.

La noticia trascendió este jueves en una nota publicada en la prensa oficial que da cuenta detallada de la reunión del Gobierno el día anterior. Centrada en el "enfrentamiento de las ilegalidades", la información esconde en un breve párrafo la aceptación del naufragio de la principal fuente de divisas del país –al margen de la venta de servicios médicos y de las remesas– y en la que las autoridades concentran la mayoría de sus inversiones y estrategias.

"Es una cifra inferior a los 2,5 millones que proyectamos en el Plan de la Economía", dijo el vice primer ministro y titular de Economía, unas palabras que se quedan cortas para definir el descalabro

"Es una cifra inferior a los 2,5 millones que proyectamos en el Plan de la Economía", dijo el vice primer ministro y titular de Economía, unas palabras que se quedan cortas para definir el descalabro, sobre todo si se compara con los datos de los años anteriores a la pandemia, con el récord de 4,7 millones de visitantes internacionales en 2018 y con perspectiva de llegar pronto a los 5 millones.

Hace poco más de una semana, cuando trascendieron los datos de turismo de los nueve primeros meses del año, era una evidencia que sería imposible lograr el objetivo. Según los cálculos, si hasta septiembre llegaron a la Isla 1.074.814 viajeros internacionales, entre octubre y diciembre debían arribar los 1,4 millones restantes para alcanzar la previsión y ni siquiera teniendo en cuenta que en noviembre empieza la temporada alta daban las cuentas. Habría hecho falta triplicar cada uno de los tres meses el mejor dato del año, los 152.480 viajeros de julio.

Cuando en febrero de este año Rusia invadió Ucrania y la Unión Europea comenzó a aplicar unas sanciones a las que Moscú no pensaba que se atreviera, incluyendo el cierre de su espacio aéreo a los vuelos de ese país, la Plaza de la Revolución pudo haber empezado a descontar viajeros de sus proyecciones. El mercado ruso, sin ser el principal de Cuba, era uno de los que más crecimiento experimentaba.

En 2017, la cifra de turistas rusos a Cuba registró un enorme alza, aumentando un 40% con respecto al año anterior y en 2019, la subida fue del 30% comparado con 2018. El frenazo llegó con la pandemia. El número de viajeros procedentes de Moscú seguía aún avanzando, pero los rusos empezaron a apostar por República Dominicana como destino preferido, confirmando la buena estrategia del país, cuyo sector turístico se repuso al golpe del covid-19 de forma súbita, superando en el primer mes de su reapertura los datos de 2019.

Cuba, sin embargo, no ha podido recuperarse. Desde sus mejores años (2017 y 2018) cuando recibió en torno a 4,7 millones de viajeros extranjeros, en 2019 la cantidad bajó a 4,2 millones. En 2020, ya con la pandemia, el número apenas fue de 1.085.920 millones, mientras 2021, el peor año del covid-19 para la Isla, el dato se quedó en 682.411.

La esperanza del Gobierno era remontar las catástrofes anteriores este año, una vez superada la crisis sanitaria. A lo largo de todo 2022, las autoridades han exhibido con triunfalismo los porcentajes de crecimiento mensual, que en ocasiones superaban el 400%. Pero comparar las cuentas del turismo con 2021, cuando tocó suelo, era un autoengaño, como se venía advirtiendo.

A lo largo de todo 2022, las autoridades han exhibido con triunfalismo los porcentajes de crecimiento mensual, que en ocasiones superaban el 400%

El ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda, ha mantenido obstinadamente el panorama de los 2,5 millones, llegando a contradecir a Manuel Marrero, su antecesor durante 15 años en el cargo y actual primer ministro, que fue el único en dar la voz de alarma el pasado mayo, cuando deslizó que hasta 2023 no se vería una auténtica recuperación.

Tampoco era necesaria tener su experiencia en el cargo, sino contar con los datos mensuales para ver que la evolución no era buena, pero García Granda insistió hasta tal punto que hace solo un mes, en el Festival Varadero Gourmet Marrero acabó apoyando el objetivo de los dos millones y medio cuando era un secreto a voces su imposible consecución.

Los últimos datos demuestran que la enorme inversión en construcción de hoteles de lujo y el desvío de la producción de carne o frutas frescas hacía al turismo en detrimento de la población no han tenido los efectos esperados por el Gobierno.

El caso de Cuba está siendo la excepción, sobre todo si se presta atención a su contexto regional. Además de la remontada de República Dominicana, este viernes trascendió el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano, que avanzó un 19,8% interanual en el segundo trimestre de 2022 impulsado justamente por el turismo. El sector creció un 21,6% anual en el segundo trimestre del año, con aumentos de 18,7% para el doméstico y de 34% en los viajeros extranjeros.

Antes de la pandemia, el PIB turístico de México representaba un 8,6% de la economía nacional (2019). Tras cerrar 2021 con el 7,1%, se esperan unos 40 millones de viajeros este 2022, lo que supondrá un crecimiento estimado del 8,3% estimado.

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