La inflación en Cuba se acercará al 740% este año según expertos internacionales
EIU considera "muy alta" la probabilidad de que las autoridades "fracasen en la gestión de la dislocación derivada de la unificación de la tasa de cambio dual"
La Habana/La inflación en Cuba es aún peor de lo que se pensaba y, sobre todo, de lo que el Gobierno había anunciado. Así lo indica el informe de diciembre de The Economist Intelligence Unit (EIU), que evalúa el aumento de los precios en casi un 740%, frente al 424% pronosticado con anterioridad.
Los datos de esa institución británica de análisis, divulgados por el economista Pedro Monreal en sus redes, indican también que, lejos del 2% de crecimiento anunciado por el mandatario Miguel Díaz-Canel para 2021, Cuba solo crecerá 0,1%.
EIU estima que el aumento de precios seguirá en 2022 en un 88,8% y, además, considera "muy alta" la probabilidad de que las autoridades "fracasen en la gestión de la dislocación derivada de la unificación de la tasa de cambio dual".
Monreal aseveró este lunes que cuando el Gobierno implementó la llamada Tarea Ordenamiento, a principios de año, tenía suficientes datos que mostraban que la consecuencia sería una inflación desbocada. En concreto, que entre 2016 y 2020 fue creciendo exponencialmente la brecha entre demanda y oferta y que, por tanto, imprimir billetes para poder aumentar los salarios y las pensiones –parte del Ordenamiento– sin poner más bienes en circulación daría como resultado un crecimiento de precios brutal.
"Asumir que un aumento de 432% en la brecha en 4 años era una base adecuada para dar el golpe de demanda del 'ordenamiento' expresa voluntarismo imprudente"
"Hace un año no eran públicos los datos sobre brecha entre la oferta y demanda, pero la estadística era conocida por los decisores", escribe Monreal basándose en cifras de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI). "Asumir que un aumento de 432% en la brecha en 4 años era una base adecuada para dar el golpe de demanda del 'ordenamiento' expresa voluntarismo imprudente".
Las autoridades económicas habían tasado el incremento de precios en un 70% y, opacando este dato, dijeron que en el mercado informal se disparaba hasta un 6.900%.
Según los números oficiales, el producto interior bruto (PIB) de Cuba se derrumbó un 13% entre marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia de covid-19, y septiembre de 2021.
El economista cubano afincado en España Elías Amor Bravo aseveró este diciembre que para luchar contra la inflación el Gobierno tendría que implementar tres medidas que por el momento "elude": control monetario, "revitalizando el papel del Banco Central y su autonomía en el ejercicio de la política monetaria"; control fiscal, "estableciendo una senda de ajuste al gasto para evitar que el déficit siga siendo una bomba de expansión del dinero", y, especialmente, estímulo de la productividad, lo que haría crecer la oferta "y quitar tensión a los aumentos de precios".
El propio especialista recordó el problema que ello implica: que antes que nada habría que adoptar "medidas estructurales". Y no hay visos de que eso suceda pronto. Miguel Díaz-Canel, también este mismo mes, volvió a culpar de la situación económica de la Isla al "bloqueo criminal" de Estados Unidos y, sin aludir a la falta de productividad, atribuyó el "déficit de ofertas" a la "disminución de los ingresos en divisas" y a "la prioridad otorgada al financiamiento de los gastos para enfrentar la pandemia".
"No se podrá en el corto plazo resolver todos los problemas", dejó claro en la clausura del Tercer Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
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