Con una inflación siete veces superior al aumento del salario, la pobreza se extiende en Cuba

La Habana/Los precios se incrementaron en Cuba 4,5 veces más que los salarios según los datos oficiales, aunque si se consultan otras fuentes que miden las ventas en el mercado informal se multiplicaron por siete. Esto se refleja en la pobreza cada día más visible en las familias que no reciben remesas, única garantía de supervivencia en el marco de la más profunda crisis económica de los últimos 70 años.

Los datos se extraen de un análisis del economista cubano Pedro Monreal, que describe una "crisis grave del consumo familiar, un lastre para el crecimiento económico, y un ingrediente de desigualdad y pobreza", en una serie de mensajes en su cuenta de Twitter, con gráficos de elaboración propia y datos de la Oficina Nacional de Información y Estadísticas (Onei).

Las cifras oficiales, no obstante, deben ser cuidadosamente analizadas. Los datos de la Onei muestran una evolución de las ventas de bienes y servicios desde enero de 2021 a diciembre de 2022 que pasan de 39.913 millones de pesos a 51.242 millones de pesos, un crecimiento del 28,3% que es un espejismo –visión "suavizada" de la realidad, lo denomina el economista–, puesto que están expresados en términos nominales, es decir, no está contemplado el efecto inflacionario.

Las dos curvas reflejan un ascenso del consumo nominal y real en 2021, pero este último se desploma a lo largo de 2022. "Un factor explicativo importante es la diferente dinámica que tuvieron los salarios y la inflación", explica Monreal.

Las dos curvas reflejan un ascenso del consumo nominal y real en 2021, pero este último se desploma a lo largo de 2022

En 2021, como parte de la Tarea Ordenamiento, el Gobierno hizo públicas las tablas salariales, que multiplicaban los sueldos existentes hasta ese momento. El salario mínimo subió a 2.100 pesos mensuales (87 dólares) y la pensión mínima a 1.528 (63 dólares). Era la única variable, como recuerda Monreal, que estaba en manos del Estado, porque los precios no lo fueron desde el primer momento.

El propio Marino Murillo, diseñador de las reformas, afirmó ante la entrada en vigor de la Tarea Ordenamiento que el salario mínimo estaba calculado a partir del precio estimado para la canasta básica: 1.300 pesos. No habían pasado más que unos meses cuando el ahora invisibilizado funcionario admitía que el costo ya rondaba los 3.000 pesos.

La ineficacia de las medidas se vio muy pronto, pero incluso en ese momento las ventas en términos reales se elevaron, alcanzando un pico a finales del año de unos 51.000 millones de pesos. Pero en 2022 comienza la debacle "con un índice oficial de precios al consumidor que creció casi 4,5 veces más que el salario medio, y que cuando se utilizan otras fuentes indican un aumento de precios 7 veces superior al incremento del salario", dice el economista.

El economista, además, agrega otro esclarecedor número, y es que más de un millón de trabajadores gana menos que el salario medio

El salario medio pasó de los 1.194 pesos cubanos en 2020 a los 3.830 en 2021 (221%), lo que permitió amortiguar la inflación a pesar de todo. Sin embargo, en 2022, solo creció un 8,1%, hasta los 4.142, quedando completamente inservible ante el vertiginoso aumento del costo de la vida.

Al cierre de 2022, la subida oficial de los precios fue del 39%, aunque lo más alarmante es el alza del costo de los alimentos, que se elevó hasta un 62,9%. Más grave aún es el hecho de que las cuentas de la economía informal sitúan en un 140% la inflación real del año, unida a una devaluación del peso cubano frente al dólar de -57,65%.

Pedro Monreal es categórico: "La continuación de una contracción de las ventas reales de bienes y servicios, o su estancamiento, no sería compatible con el crecimiento económico. El consumo de hogares es un componente crucial de la demanda, representando aproximadamente 57% del PIB (Producto Interno Bruto)".

El economista, además, agrega otro esclarecedor número, y es que más de un millón de trabajadores gana menos que el salario medio "por lo que es plausible asumir que la inflación ha tenido un gran impacto negativo en la pobreza y en la desigualdad en Cuba".

Aunque no hay estadísticas de pobreza oficiales en la Isla, un informe del Observatorio cubano de derechos humanos (OCDH), con sede en Madrid, desveló el pasado octubre que el 72% de los cubanos viven por debajo del umbral de la pobreza. Además, de los que dijeron tener problemas incluso para comprar lo más esencial para sobrevivir, el 27% reciben remesas y el 65% no, consolidando la diferencia de clases en un país que hizo una Revolución para abolir la desigualdad.

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