Marrero corrige las previsiones del Turismo cubano y aplaza a 2023 la recuperación

Madrid/En los tres días que ha durado la Feria de Turismo, celebrada en Varadero, la noticia más importante es el reconocimiento por parte de las autoridades de que el año está básicamente perdido. "El pró­ximo año será el de la recuperación de la industria del ocio en Cuba, y en ese propósito, el desarrollo de FitCuba 2022 marcará un antes y un después", admitió el primer ministro, Manuel Marrero Cruz. Las declaraciones las recoge el diario Granmaen una nota titulada El turismo cubano completará su recuperación en 2023 que refleja el encuentro del alto funcionario con maestros roneros en el marco del evento.

La prensa oficial se aparta del triunfalismo de la apertura de FitCuba, en la que se ofreció la llegada de 450.000 turistas a la Isla en los primeros cuatro meses del año como un hito. La cifra es siete veces mayor que la del pasado año, pero la comparación es tramposa. Las restricciones por el coronavirus que existían en 2021 convierten ese periodo en único y hay que retroceder a años anteriores, concretamente a 2019, cuando no había estallado la pandemia.

En el primer trimestre de este año llegaron 313.908, una cifra nimia comparada incluso con 2020, cuando ya había países con restricciones en vigor (China muy notablemente) y, pese a ello, arribaron al país 982.134 turistas. En 2019, en el mismo periodo, fueron 1.470.457. Teniendo en cuenta que entre enero y marzo se da la primera temporada pico en Cuba y hasta noviembre no comienza la segunda, el objetivo de 2,5 millones de turistas para este año se convierte en imposible. "Es difícil, pero estamos optimistas", dijo Juan Carlos García Granda, ministro de Turismo. Ha tenido que llegar Marrero, su antecesor en el cargo, que ocupó durante 15 largos años, a bajarlo a la realidad.

"Es difícil, pero estamos optimistas", dijo Juan Carlos García Granda, ministro de Turismo. Ha tenido que llegar Marrero, su antecesor en el cargo, que ocupó durante 15 largos años, a bajarlo a la realidad

Las jornadas, previstas hasta el día 7 pero que se clausuraron este jueves con una actuación del dúo Buena Fe, han dejado alguna noticia más. La más reciente, la que se conoció este jueves, cuando trascendió que la canadiense Blue Diamond Resorts obtiene en exclusiva la gestión de todo el turismo en Cayo Largo del Sur.

Según contó Miguel García, director de comunicación de la empresa, la gestión se hará conjuntamente con el Grupo Gran Caribe a partir del próximo invierno cuando las instalaciones sean "avaladas con los estándares de la marca". La empresa, que posee actualmente 21 hoteles en Cuba, aspira a generar un "renacer" de la zona e insertarlo en los mercados internacionales.

"Para Blue Diamond será un proyecto de gran alcance y una experiencia única, pues estamos hablando de la gestión casi integral de un destino turístico con todas sus instalaciones", dijo el directivo, que además contó que se ampliará el aeropuerto para atraer conexiones y mejorar la oferta de ocio de la zona, como la Marina Marlin.

También se supo en esta feria que la Isla busca ampliar la venta conjunta de servicios médicos en el sector turístico. La Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos (SMC) firmó un convenio con Cubanacán para generar nuevos proyectos que combinen los tratamientos sanitarios con el alojamiento en zonas de sol y playa.

"La idea es, por ejemplo, que los turistas puedan disfrutar de una de la mejores playas del mundo y recibir su tratamiento de hemodiálisis de manera segura", dijo Yamila Armas Águila, presidenta de la SMC.

La atención médica en La Habana se desarrollará en el Centro Internacional de Salud La Pradera con los hoteles Comodoro y Chateau Miramar como socios. Mientras, en Varadero se harán en la Clínica Internacional y los hoteles Tuxpan y Brisas del Caribe. Todos estos establecimientos son de 4 estrellas, lo que contrasta con el lujo de instituciones como La Pradera, que también dispone de alojamiento exclusivo, donde fueron tratados el presidente venezolano Hugo Chávez o el futbolista Diego Armando Maradona, ambos ya fallecidos, y que cuenta con atención de primera calidad y personalizada, además de instalaciones de ocio.

En un reportaje de la británica BBC se destacaba del centro los bajísimos precios que tenía en comparación con clínicas de salud privadas de otros países, como ejemplo, el precio de una hora de fisioterapia integral en Canadá era similar al de un día completo en La Pradera. Sin embargo, ningún cubano común podría permitirse un combo de este tipo. Por eso la noticia causó malestar en muchos, como la ex locutora Laritza Camacho, quien presentó Mediodía TV durante una época y ahora se ha convertido en azote del Gobierno.

La atención médica en La Habana se desarrollará en el Centro Internacional de Salud La Pradera con los hoteles Comodoro y Chateau Miramar como socios

Camacho, que reveló en un post de Facebook hace meses que su madre había fallecido tras meses de tratamiento de hemodiálisis y aseguraba entender que el bloqueo estadounidense había contribuido a la mala experiencia hospitalaria, estalló este jueves en su red social y publicó un post que a estas horas aparece borrado. En él, pedía a la dirigencia cubana explicaciones por la noticia. "De verdad, quiero que los responsables me respondan. ¿Turismo para pacientes con hemodiálisis en Varadero? ¿Con todo lo que lleva? ¿Máquinas nuevas? ¿Confort? ¿Limpieza?... ¿Y el bloqueo? ¿Cómo están logrando romper el bloqueo? Como ciudadana tengo derecho a saber cifras y verdades. Como ciudadana, exijo una respuesta.

No ha sido la única muestra de malestar entre los cubanos por la dedicación de todo el entramado estatal en dar al turismo todo aquello de lo que cotidianamente carecen. El pasado 27 de abril, la Empresa Cárnica Ciego de Ávila publicó un post en el que contaba la exposición que realizó de sus productos dirigidos al sector turístico.

"Lograr la mayor penetración posible de los productos cárnicos en el mercado regido por el MLC (Moneda Libremente Convertible) es nuestro objetivo", decía el mensaje, acompañado de múltiples fotografías en la que se podían ver productos cárnicos que, si bien presentaban un aspecto que puede ser poco apetecible al turismo, los cubanos, que exigieron respeto en infinidad de comentarios, apenas verán en esas imágenes.

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