Con 437 millones de dólares en medio año, Cuba se queda lejos de su meta de inversión extranjera

La Habana/Un total de 437 millones de dólares es lo que asegura el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, que han invertido en Cuba empresas extranjeras durante el primer semestre de 2023. Este viernes, en una de las sesiones del Parlamento, el funcionario indicó que la Isla incorporó 15 nuevos negocios –de los que no mencionó el nombre– a su plan de inversión extranjera y que planea sumar otros 22 durante el resto del año.

De estos proyectos, Gil explicó que cuatro están vinculados a la producción de alimentos, otros cuatro al turismo, tres a la producción de insumos, maquinarias y productos de primera necesidad, uno a la industria farmacéutica, uno a la industria textil, uno a la producción literaria y otro a la infraestructura hidráulica.

El ministro también señaló la presencia de tres de estas empresas en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel y aseguró que otras cinco ya se encuentran en "fase avanzada" de negociación. De ellas, dos comenzarán a operar antes de que acabe el año.

Un seguimiento de las noticias de medios oficialistas en meses anteriores revela la presentación, el pasado marzo, de cinco negocios que encajan con los perfiles de estas empresas

La prensa oficial tampoco esclareció el perfil de las empresas dispuestas a invertir en Cuba. Sin embargo, un seguimiento de las noticias de medios oficialistas en meses anteriores revela la presentación, el pasado marzo, de cinco negocios que encajan con los perfiles de producción y distribución mayorista en las áreas económicas que describió el ministro y que se estimó que comenzarán a operar entre abril y mayo.

Dos de ellas se dedican a la alimentación (Grupo Sur y Emifoods, la primera argentina y la segunda de Emiratos Árabes) y otra a los productos de aseo e higiene (la española M Camacho International, una empresa fundada hace 30 años). En cuanto a Farmavenda Ibérica, también española y creada en Asturias en 2017, se sabe que se dedica al comercio mayorista de productos de todo tipo y que opera en toda Latinoamérica.

Por último, Gran Ferretero es una empresa mixta creada para introducir artículos de ferretería en el país. La parte española de la compañía, ubicada en Madrid, es Gurea Industrial & Automotive Equipment S.L. La única información disponible actualmente sobre ella es su inscripción en el registro mercantil en el año 2019 en Madrid, pero su página web está inactiva y de sus operaciones no se conoce nada, tal y como comprobó este diario.

La propuesta más ambiciosa fue la del empresario Hipólito Benzo, presidente de la compañía Trading Sur (el ala de logística y de exportación del Grupo Sur), quien garantizó, en una reunión con Miguel Díaz-Canel en Argentina, la puesta en marcha de tres proyectos: uno relacionado con la producción, otro en acuerdo con el ministerio cubano de Comercio Interior para lanzar "una cadena de supermercados mayoristas" y un tercero para la elaboración de alimentos para consumo animal.

Este año el Gobierno también anunció la conversión de la empresa española Alto Cedro Finanzas Internacionales, presente en la Isla desde el año 2020, en un banco corporativo. Dentro de las nuevas facultades que tendrá la institución financiera, y que parece jugar a favor de los planes del régimen, está la licencia para "financiar, utilizando las diferentes modalidades de financiamiento existentes, operaciones de exportación e importación de bienes o servicios e inversiones".

Alto Cedro tendrá permiso, además, para emitir títulos-valores, órdenes de pago, giros y efectuar cobranzas, pagos y transferencia de fondos. Podrá ofrecer descuentos a quien considere y "otorgar avales, fianzas o garantías para asegurar el cumplimiento de obligaciones de sus clientes". Le será permitido, además, "recibir depósitos de valores en custodia o en administración, previa autorización del Banco Central" y servir como agente o asesor financiero y de seguros.

Estos negocios establecen un corredor de divisas del que no van a ser partícipes los pequeños empresarios desligados del Estado, ni la población cubana

Estos negocios, desligados de la venta minorista, las mipymes y los emprendimientos particulares, establecen un corredor de divisas del que no van a ser partícipes los pequeños empresarios desligados del Estado, ni la población cubana. Sus beneficios llegarán al consumidor de la Isla en cantidades escasas y con precios inflados.

Los 437 millones de dólares en inversiones en los primeros seis meses de este año quedan muy lejos de los imperativos de la economía cubana, que, según han insistido las autoridades, necesita unos 2.000 millones anuales para comenzar a salir de la crisis.

Con los números en rojo y la deuda pisándole los talones, el Gobierno engrosa su historial de negocios fallidos con entidades internacionales que han terminado en adeudos millonarias, como es el caso de la canadiense Sherritt International.

La compañía, que tiene una empresa mixta en Moa (Holguín) para la extracción de níquel y cobalto, entre otros acuerdos energéticos, estableció a finales de 2022 un "canje de cobalto" que le permitirá recuperar en cinco años hasta 250 millones de dólares estadounidenses. El sistema establece que la empresa mixta conjunta de Moa priorice el pago de dividendos en forma de cobalto terminado a sus socios y estos, a su vez, transfieren las ganancias a Sherritt en concepto de pago de deuda.

Ante la tendencia del Gobierno de resolver la deuda externa de Cuba con el "canje de activos" y la cesión de recursos nacionales a empresas extranjeras, el economista cubano Pedro Monreal asegura que se corre el riesgo de "ser insuficiente y de menoscabar la soberanía". Monreal parte de un argumento central e incuestionable: "La deuda externa acumulada de Cuba es hoy mayor que el Producto Interno Bruto", y la híper devaluación del peso cubano en 2021, tras la Tarea Ordenamiento, fue la estocada final en la capacidad del país de asumir el reembolso en la situación actual.

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