Los datos oficiales reflejan el desplome de la economía cubana en 2020
La caída alcanza niveles muy altos en la agricultura y el turismo
La Habana/Los malísimos datos del producto interno bruto (PIB) de Cuba en 2020 no sorprenden en un contexto pandémico que ha provocado desplomes en la economía de la mayoría de los países. Lo más importante, sin embargo, es la tendencia que se observa en el sector agropecuario, que viene de atrás y en modo alguno consigue levantar cabeza.
El pasado miércoles, la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei) publicó los datos trimestrales de 2020 que reflejan por sectores la evolución y cómo se llegó a la caída del 10,9% de final de año. En líneas generales, el primer trimestre fue continuista con respecto al cuarto de 2019, ya que los principales indicadores se mantuvieron estables. Sin embargo, al no haber comenzado la pandemia, es el que permite observar mejor las cifras fuera de ese contexto.
El PIB cayó un 3,8% en los tres primeros meses de 2020, aunque algunas actividades crecieron, especialmente Servicios Sociales (8,9%), construcción (8,8%) y hoteles y restaurantes (2,6%). Pero bajaron considerablemente la industria manufacturera (-9,5%) y transportes (-9,8%). El dato desolador, sin embargo, lo deja el desplome rotundo de la pesca (-26,6%) y la agricultura (-20,9%).
Solo entre el segundo y el cuarto trimestre de 2019 da una pequeña tregua y se mantiene en una meseta para, definitivamente, volver a un pronunciado bajón
La caída sería menos dura si no fuera porque el sector agropecuario sumaba ya entonces ocho trimestres en negativo, una caída en picada que se inició el cuarto trimestre de 2018 sin remontar ni un ápice. Solo entre el segundo y el cuarto trimestre de 2019 da una pequeña tregua y se mantiene en una meseta para, definitivamente, volver a un pronunciado bajón que desde hace dos años se refleja en las tarimas de los mercados sin que haga falta que los cubanos vean las tablas de evolución.
"Con ocho meses consecutivos de datos trimestrales 'malos' del PIB sectorial, la actividad agropecuaria cubana muestra un desempeño considerablemente peor que la dinámica del PIB total del país. Es un sector estratégico en crisis desde antes de la pandemia y sin una clara solución", señala el economista cubano Pedro Monreal.
Se explica así la insistencia del Gobierno en los últimos tiempos por estimular la producción agropecuaria, aunque no por ello ha levantado algunas de las principales trabas a las que se enfrenta el sector y que vienen reclamando desde hace décadas, entre ellas los precios topados o las limitaciones al comercio.
Más allá del severo problema con la alimentación, una realidad tangible expresada ahora en números, los datos del año desde la irrupción de la pandemia reflejan el desastre. El segundo trimestre mostró un desplome de proporciones nunca vistas en la mayoría de los principales sectores.
El educativo, sin ir más lejos, cayó al -82,5%; hoteles y restaurantes, la niña bonita del Gobierno, -42,3%; cultura y deporte, -25,6% y salud, -24,6%. Fue curiosamente el azúcar, uno de los productos que tampoco ha dejado buenos datos globales desde hace años, el que salvó los muebles, al alcanzar un 15,5% de crecimiento al coincidir con el cierre de la zafra. Sin embargo, se debe relativizar este dato, puesto que refleja un crecimiento en relación con cosechas desastrosas los años anteriores.
Más allá del severo problema con la alimentación, una realidad tangible expresada ahora en números, los datos del año desde la irrupción de la pandemia reflejan el desastre
Como observa el economista cubano afincado en España Elías Amor, si se descontara el efecto de la industria azucarera, el PIB hubiera caído, en vez del 20,9% real, un 50%, dato similar a los del Período Especial de los años 90.
El tercer trimestre no mejoró las cosas, aunque la caída interanual fue menor, del 10,4%. Mejoraron actividades como la construcción (10,9%), la pesca (6,2%), la explotación de minas y canteras (4,6%) y la ciencia e innovación tecnológica (0,1%), además de los derechos de importación (8,7%).
Sin embargo estas mejoras están lastradas por las fuertes bajadas, una vez más, en hoteles y restaurantes (-25,7%), agricultura y ganadería (-25,7%), Educación (-22,9%) y Salud Pública (-18,2%). El sector agropecuario, una vez más, ya venía del -17% del segundo trimestre.
Ya finalizando el año, el cuarto trimestre empezó a moderarse, incluso teniendo en cuenta que la industria azucarera se estampa con un -77,7%. El PIB bajó un 8,5% en este último período de 2020, al mejorar el sector de la Salud (9,3%), la pesca (7,1%), las minas y canteras (3,1%) y la ciencia e innovación tecnológica (2,4%). Los hoteles y restaurantes siguen en negativo, con el -34%, al igual que la industria manufacturera (-21,8%), el comercio (-17,1%) y los derechos de importación (-19,5%). La agricultura y la ganadería vuelven a dejar otra cifra rotundamente negativa, con el -30,6%.
"En este estado tan complicado durante 2020, las autoridades comunistas decidieron implementar la Tarea Ordenamiento a partir del 1 de enero de 2021 a fin de satisfacer las directrices partidistas ante el congreso comunista de mayo", recuerda Elías Amor, que considera que el tiempo demostrará el poco sentido de la oportunidad que tuvieron las autoridades a la hora de elegir el momento en que reformar la economía.
"Gracias a este esfuerzo de Onei habrá datos estadísticos que servirán para confirmar el grave error del régimen, que se está pagando con un alto precio que ha supuesto retrasar para Cuba la salida de la actual crisis".
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