Pese a los datos, el Gobierno insiste que el turismo debe ser "la locomotora de la economía cubana"
Destaca la presencia de "18 cadenas extranjeras" y una planta hotelera renovada
Madrid/El diario Granma abre este lunes con una nota titulada La recuperación de la infraestructura habitacional es una prioridad para el país, en la que el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, explica “que ya están en marcha los planes de recuperación, los cuales dependen en gran medida de la disponibilidad de recursos”. En ellos están previstas, agregó, soluciones para los afectados por “los huracanes Oscar y Rafael y los movimientos telúricos” y los de “eventos anteriores que aún no hayan tenido una solución definitiva”, detalle clave que revela que la prioridad es más bien poca.
Hay que llegar a la página cinco para encontrar dónde se van, realmente, los ojos del Gobierno, que, casualmente, siempre es hacia el mismo sitio. “Las instalaciones turísticas en Cuba que sufrieron algún tipo de afectación tras los últimos eventos naturales –los huracanes Rafael y Oscar, y los sismos– cuentan con un cronograma para su recuperación y, con ello, encontrarse listas para la temporada alta 2024-2025”, explica el ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda. El titular del ramo subraya, por si quedaban dudas, que “es imprescindible tener una buena temporada alta; lo necesita el país y la economía cubana”.
Sabe García Granda que está muy cerca de apuntarse su enésima derrota. Desde que en diciembre de 2019 asumió el cargo, sucediendo al actual primer ministro, Manuel Marrero, el Turismo en Cuba ha caído por una pendiente imparable y con él una de las principales fuentes de adquisición de divisas para el régimen, descontadas las remesas y las llamadas “misiones internacionales”.
El titular del ramo subraya, por si quedaban dudas, que “es imprescindible tener una buena temporada alta; lo necesita el país y la economía cubana”
Le ha tocado al actual ministro lidiar con una pandemia inédita en un siglo que provocó un cierre de fronteras mundial, pero mientras la mayoría de sus competidores – tanto en la región como a nivel internacional– han ido recuperando el pulso y, año tras año, los datos previos al covid-19, la Isla ya tiene, este 2024, peores resultados en turismo que en 2023. Concretamente, en septiembre, la caída era del 5,2% y falta por añadir la cifra de octubre, que se prevé desastrosa, como lo será la de noviembre, empujada no solo por los dos huracanes y los dos terremotos, sino por las dos desconexiones totales del Sistema Eléctrico Nacional que mantienen a Cuba al borde del abismo energético cada mañana.
Pese a ello, todas las fichas siguen apostándose al mismo color. García Granda indicó que el sector cuenta con una planta hotelera renovada que “supera las 80.000 habitaciones, de ellas el 75% en hoteles de cuatro y cinco estrellas, y la presencia en la gestión hotelera de 18 cadenas extranjeras de reconocimiento internacional”.
Las autoridades habían previsto este año una meta de 3,2 millones de turistas (inferior al objetivo de 3,5 para 2023, de los que solo llegaron 2,4). Aunque dada la evolución de las llegadas, en septiembre redujeron las aspiraciones a 2,7 millones de viajeros internacionales, pero aún falta un millón para alcanzar el objetivo. Tal vez olvidando la rebaja, García Granda lamenta hoy en Granma que no se va a llegar a los tres millones, pero insiste en que eso debe cambiar. “Por ello, hemos tomado todas las medidas posibles para mejorar los indicadores, al tiempo que se crearon empresas proveedoras de venta mayorista del turismo, algunas de capital 100% extranjero, por lo que tendremos una mejor posición que la temporada alta del año pasado”, remarcó.
El ministro habló de dos nuevos productos de la cadena hotelera canadiense Blue Diamond – Resonance Blue y Resonance Musique–, y de otros que vendrán. La noticia resalta justo cuando acaba de trascender que la agencia de viajes de ese país Sunwing Vacation ha retirado 26 hoteles cubanos de su catálogo, sin especificar cuáles son.
La noticia resalta justo cuando acaba de trascender que la agencia de viajes de ese país Sunwing Vacation ha retirado 26 hoteles cubanos de su catálogo, sin especificar cuáles son
Samantha Taylor, directora de márketing de la empresa, contó en una entrevista que los hoteles fueron retirados por la caída de la calidad. "No sentimos que los hoteles estuvieran a la altura de las expectativas de los huéspedes", señaló. Los “nobles” esfuerzos que han realizado las instalaciones para cubrir las necesidades de los clientes han sido insuficientes a su juicio y hay escasez de comida, así como fallos en los equipos de aire acondicionado.
Taylor desvinculó la decisión de las dos recientes desconexiones totales del Sistema Energético Nacional (SEN), pero sí dejó claro que, aunque "hay lugares increíbles a los que ir en Cuba", los clientes están "un poco incómodos" y es su obligación recomendarles otras alternativas.
La revista PAX, que recoge estas declaraciones, añade que el director de la Oficina de Turismo de Cuba en Toronto, Lessner Gómez, indicó hace pocos días que el ministerio dirigido por García Granda se ha preparado para ofrecer "mejores servicios, suministros ininterrumpidos, mejores experiencias en los aeropuertos" y más vehículos nuevos para la temporada alta, así como garantizar que el 100% tengan electricidad. Los esfuerzos son notables, pero vanos. El Gobierno canadiense mantiene ya, desde hace un año, una alerta de precaución a la hora de viajar a Cuba por la escasez de alimentos, combustible y medicamentos, a la que en agosto de este año se agregó otra por la presencia de dengue.
Hasta septiembre, se registra una bajada del 2% comparada con el mismo período que el año anterior, mientras otros públicos aumentan, destacando el ruso, que crece un 12%
En estas circunstancias, y con la proliferación de casos de vacaciones fallidas narrados por canadienses, los viajeros de este país se mantienen a la cabeza como ha sido costumbre histórica, pero en retroceso. Hasta septiembre, se registra una bajada del 2% comparada con el mismo período que el año anterior, mientras otros públicos aumentan, destacando el ruso, que crece un 12% pero tampoco alcanzará la cantidad prevista.
García Granda señala este lunes que hay ya brigadas trabajando “arduamente” en Cayo Largo del Sur para que esté listo antes del 30 de noviembre, incluyendo el hotel Marea del Portillo, en Pilón (Granma), dañado por el terremoto y que debe estar listo el 15 de diciembre. “Osniel y Zaily son dos hermanos de 17 y 19 años que viven solos en Pilón – escribió Yudelkis Ortiz Barceló, primera secretaria del Partido en Granma en sus redes sociales. “Hoy llegamos a verlos y ofrecerles toda la ayuda necesaria para que vuelvan a recuperarla”, agrega. Para ellos, sin embargo, no hay cronograma ni fecha prevista.