Con su política de precios manipulados, el Estado cubano lleva a la quiebra una empresa eficiente

La Habana/La Procesadora de Café Asdrúbal López, de Guantánamo, está al borde de la quiebra. La empresa, que solía ser "una de las más eficientes y prósperas de la provincia", según la prensa local, reportó este viernes pérdidas de hasta 300 millones de pesos. Las causas: vender el café para el consumo nacional a un precio inferior al que se le paga a los productores y recibir una retribución injusta por sus exportaciones.

Osmel de la Cruz Cala, director general de la estatal, aseguró al periódico Venceremos que su empresa está entre la veintena de organismos que reportan pérdidas alarmantes en Guantánamo. El punto más crítico, afirma, fue en 2021, cuando la tonelada de café robusta se compró a 96.000 pesos y se vendió a sólo 46.000. Ese desbalance, que alcanzó los 50.000 pesos, se tuvo que cubrir con las utilidades de la empresa.

La situación experimentó una ligera mejoría en 2022, con el aumento del precio en la venta –70.000 pesos– a las torrefactoras, pero también aumentó el monto que se entregó a los productores, unos 102.000 pesos por tonelada. La pérdida total, no tan grave como en 2021, fue de 32.000.

Sin embargo, De la Cruz precisa que el dinero perdido no se reduce sólo al pago a los productores: sumando los costos operativos, el déficit llega fácilmente a 52.000 pesos. El café, explicó, sale de Yateras a La Habana y esa transportación corre a cuenta de su empresa. Al proceso "hay que sumarle otros 20.000 pesos por gastos de procesamiento, transportación y salario", detalló.

De la Cruz señaló que 497 toneladas de las 2.300 que procesaron en la última cosecha se destinaron a la exportación, donde sí lograron precios superiores a los planificados"

Los proveedores de la Asdrúbal López trabajan en el macizo Nipe-Sagua-Baracoa, la zona montañosa entre Guantánamo y Holguín, además de en el municipio holguinero de Sagua de Tánamo. Más de la mitad del café que recibe es de la variedad robusta (un sabor más amargo) que se destina principalmente para la elaboración del producto, mezclado con chícharo, de la marca Hola, nombrado popularmente "cafetín", a la venta en el mercado racionado. Mientras que la marca Alto Serra, Serrano y Caracolillo son para la exportación.

De la Cruz señaló que 497 toneladas de las 2.300 que procesaron en la última cosecha se destinaron a la exportación, donde sí lograron precios superiores a los planificados y "el país ganó".

La procesadora compró a 228.000 pesos la tonelada de café arábiga (de notas más frutales y más cotizado en el mercado internacional) y lograron venderla en hasta 5.000 dólares. Pero en esto también encontraron problemas por la devaluación de la moneda cubana, pues al cambio oficial de un dólar por 24 pesos el resultado fue de 120.000 pesos por cada tonelada.

El directivo aseguró al diario provincial que a finales del año pasado llegó una "tabla salvadora", que les permitió colocar sus productos a un precio diferenciado en comercios en moneda libremente convertible (MLC). "Negociamos la tonelada de café a 250.000 pesos para no perder por primera vez desde el inicio de la Tarea Ordenamiento y ganar 4 millones de pesos, que no fueron suficientes, pero igual lograron reducir las pérdidas a 118 millones", detalló.

La empresa debería ganar con la venta por acuerdo lo suficiente como para compensar las pérdidas, expuso De la Cruz. También "debemos equiparar lo que dedicamos al consumo nacional con lo que vendemos en frontera", dijo, sin entrar en detalles en propuestas si la opción es reducir el precio a la tonelada comprada al productor o subir el precio al consumidor final.

De la Cruz propone que para reducir el déficit se mejore el cambio de 1 dólar por 24 pesos (tasa oficial para las empresas) a 1 por 120 (tasa para particulares)

A pesar de sus pérdidas, la Asdrúbal López es la principal exportadora del sector. En 2020, el Gobierno cubano aseguró que sus clientes "habituales" son Europa, Asia y Oceanía, y que incluso tenía certificaciones sobre la calidad de su grano para abrirse camino en los mercados especializados, donde el precio del aromático es superior al cotizado en la bolsa a través del Contrato C (un mecanismo especial internacional para comprar el café a 19 países productores).

De la Cruz propone que para reducir el déficit se mejore el cambio de 1 dólar por 24 pesos (tasa oficial para las empresas) a 1 por 120 (tasa para particulares). Con esta modificación, la empresa hubiera cobrado 600.000 pesos por los 5.000 dólares de venta a la exportación, en lugar de los 120.000 que recibió. Esto hubiera permitido compensar las pérdidas en el mercado interno, que son inevitables por el precio que impone el Gobierno.

Consultado por el diario local, Yunier Oliva Batista, director provincial de Economía y Planificación, consideró que una solución es establecer una tasa de cambio flotante de uno por 85, para elevar la rentabilidad de las exportaciones, tres veces por encima de la propuesta de la empresa.

De la Cruz Cala consideró que el "mayor sufrimiento" será a largo plazo y que la crisis financiera de la empresa "ya nos está pasando la cuenta". Explicó que los inversionistas de tres proyectos de capital extranjeros lo primero que revisan son los estados financieros antes de hacerse socios. "Ellos no entienden de pérdidas de diseño", lamentó.

El banco también les aprieta la soga, agregó, pues como no pueden honrar sus deudas hasta que Finanzas les deposite el dinero, los penaliza con cuotas más altas. Hasta enero pasado pagaron 1,1 millones de pesos sólo en intereses.

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