Cuba compra el pollo a 1 dólar en Estados Unidos y lo vende por 7

Madrid/Las exportaciones de pollo desde Brasil a Cuba, con 2.161 toneladas de carne, volvieron a crecer en mayo por tercer mes consecutivo, después de marcar en marzo su mínimo anual con 1.736. Sin embargo, el país sudamericano, segundo en ventas del ave a la Isla, sigue muy lejos de EE UU, que envía hasta 16 veces más.

Los últimos datos disponibles de ambos países son los de abril (ya que los de mayo de EE UU aún no están publicados). En ese mes, el país del norte vendió 30.024 toneladas de pollo a Cuba, frente a las 1.892 de Brasil. El total coloca el pasado mes con cifras récord, solo superadas en julio de 2019, cuando la Isla compró a sus dos principales suministradores del producto 37.595 toneladas de carne.

En abril, el kilo de pollo estadounidense vendido a Cuba fue 46 centavos más barato que el brasileño, "sin incluir fletes ni seguro"

El economista Pedro Monreal, que toma los datos del Servicio Exterior de Agricultura de EE UU y el Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios de Brasil, vuelve a constatar que el pollo brasileño es mucho más caro que el estadounidense, independientemente de la distancia, que empuja al alza también el costo final. En abril, el kilo de pollo estadounidense vendido a Cuba fue 46 centavos más barato que el brasileño, "sin incluir fletes ni seguro".

Este mayo, el valor unitario del pollo brasileño fue de 1,48 dólares el kilo. Con respecto a abril, se importó un 14,2% más del producto, especialmente del ave por piezas, con 1.926 toneladas, frente a apenas 245 del animal entero.

Pero venga de donde venga el pollo, el Estado cubano pone el precio que se le antoja. Este lunes, una caja de 14,5 kilos de pechugas se vendía a 110 dólares (7,58 el kilo) en el mercado de la avenida Rancho Boyeros esquina a Camagüey, en La Habana.

Según los datos de la serie histórica que maneja Monreal, el año en que Cuba importó más pollo desde EE UU fue 2019, mientras que en 2020, cuando la crisis se agravó aún más por la pandemia, se obtuvo la cuarta cifra más elevada desde inicios del siglo.

Entre 2001 y 2020, EE UU ha enviado a Cuba 2,48 millones de toneladas de carne de pollo por valor de 2.088 millones de dólares.

Esta semana, el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria de Estados Unidos (FSIS) actualizó el listado de productos que puede comprar Cuba a EE UU. Entre ellos están las carnes de cerdo, res, oveja y cabra, congeladas y frescas, además de productos derivados de oveja y cabra.

Los productores estadounidenses pueden exportar si se verifica que cumplen los requisitos y aportan la documentación pertinente. Las aves de corral y productos derivados de estas aparecen también en la lista, aunque no están especificados los huevos y hay algunas restricciones por fecha y estados de EE UU relacionadas con presuntos brotes de gripe aviar.

Según un informe de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos publicado en abril de 2016, el país está entre los diez primeros proveedores de productos alimentarios a Cuba gracias a la norma de 2000 que le permite realizar importaciones comerciales directas de algunos alimentos e insumos agrícolas siempre que se paguen por adelantado y en efectivo, debido a la prohibición de otorgar crédito a la Isla conforme a las leyes del embargo.

Según un informe de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos publicado en abril de 2016, el país está entre los diez primeros proveedores de productos alimentarios a Cuba

Además, Cuba tiene grandes dificultades para financiarse y obtener préstamos en el exterior por su alto riesgo crediticio y elevada deuda externa, por lo que acceder a préstamos de un tercer país no es fácil para la Isla.

No obstante, Cuba trae desde su vecino del norte múltiples productos, aceite de soya, harina, frutas frescas, pienso y forrajes principalmente, además del citado pollo.

El ave se ha convertido en una de las piezas de carne más apreciadas en ausencia del cerdo y la casi imposible res. La producción nacional de pollo es muy escasa. El mejor año del que existen datos es 1989, cuando se lograron 73.300 toneladas. En 2018, sin embargo, apenas se alcanzaron las 8.200 toneladas.

Los cubanos soportan actualmente largas colas cada vez que hay pollo a la venta para, en el mejor de los casos, hacerse con una pobre pieza. La escasez ha llevado a racionar la cantidad y reducido las piezas comercializadas, que a menudo son más muslos y cuartos traseros y menos pechugas o pollos enteros.

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