El precio del azúcar subió un 16% en noviembre, en medio de la "vergüenza" de la zafra
El IPC anual se sitúa en el 27% en noviembre, un mes en el que el precio de los fósforos se elevó más de un 8%
Madrid/El Parlamento cubano ha cerrado sus sesiones sin que haya trascendido el menor dato sobre la cosecha azucarera de 2023-2024, más allá de un “la zafra tampoco logró las metas propuestas”, del ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, y la observación de Julio Andrés García Pérez, presidente de Azcuba, que pidió que la producción no se limite “únicamente al azúcar crudo y al alcohol, sino que debe integrarse con otras ramas de la economía, para generar ingresos y empleo”.
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, recordó en el Parlamento que hace años que Raúl Castro dijo que sería una vergüenza tener que importar azúcar. "Y bueno, esa vergüenza la estamos pasando, porque estamos importando azúcar", admitió. Sin datos del sector en el último año, la calle sabe lo que ocurre: no hay azúcar y los precios suben como la espuma, rondando los 400 a 600 pesos por libra en las últimas semanas.
La situación la refleja bien el informe del índice de precios al consumidor (IPC) de noviembre, publicado este jueves por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei). El producto subió, en su versión cruda, un 16,12%, mientras el refino lo hizo un 10,98%. Son los productos alimenticios que lideran con mucha fuerza el crecimiento del IPC, que ese mes fue de un 1,50% y acumula, a un mes de cerrar el año, un 25,6% de subida. Si se mira el dato interanual, los cubanos pagan un 27% más que hace un año por comer y beber.
Otros productos de este apartado cuyo precio se elevó fueron el aguacate, un 7,68%; el ajo, un 6,12%; los huevos de gallina, un 2,80%; y la carne de cerdo, un 0,89%
Otros productos de este apartado cuyo precio se elevó fueron el aguacate, un 7,68%; el ajo, un 6,12%; los huevos de gallina –también muy escasos e importados, por la paupérrima producción nacional, un 2,80% y la carne de cerdo, un 0,89%. Entre los que bajaron, se sitúan el pan redondo duro (-1,91%), la harina de maíz y otros cereales (-1,67%), el aceite comestible (-1,42%), la yuca (-1,19%) y los espaguetis (-0,68%).
En el último año, la tendencia de la Onei a publicar los datos de metodología ha ido al alza, agregando todos los meses la cantidad de establecimientos y su tipología que visita para elaborar el índice de precios. La gran mayoría de la muestra (80,4%) la componen los mercados privados, mientras que un 15,59% son estatales y un 4% agropecuarios. Aunque la entidad recuerda que la muestra es representativa, no aclara si la mayor presencia de los no estatales se debe a que estos cuentan con mucha más oferta.
La división que más subió en noviembre, con muchísima pujanza, fue no obstante la de bebidas alcohólicas y tabaco, un 8,39% solo en este mes. Estos productos ya venían empujando con vigor el IPC anual, que en su caso refleja un aumento del 52,1% durante 2024 (54,9% interanual). Los nuevos aranceles a estos productos han provocado subidas de vértigo a lo largo de todo el año, y este onceno mes se observan claramente en el 10,95% que subió el cigarro fuerte, el 2,98% del tabaco y el 1,88% del cigarro suave. También aumentó el precio del ron (1,1%), el ron envasado (0,83%) y la cerveza embotellada (0,25%).
Pese a todo, no es el sector más preocupante, ya que estos no son bienes de primera necesidad e, incluso, son nocivos para la salud. Más grave es la situación del transporte, cuyo peso en el bolsillo de los cubanos es persistente, y que también tiene importantes incrementos en lo que va de año, pese a que en noviembre la subida fue discreta, de un 0,22%. Las nuevas tarifas, que entraron en vigor en marzo como consecuencia de las de los combustibles, han llevado a que, a punto de cerrar el año, el transporte haya subido un 24,39% en 2024.
También la división de hoteles y restaurantes queda a la cabeza de las subidas de precios, con un 25,88% anual y un 29,31% interanual. Además, en noviembre aumentaron sus precios en un 1,7%, el segundo grupo de bienes que más se encareció ese mes. Destacan el alza del desayuno (3,54%), el almuerzo y la comida (1,94%) y la merienda (1,80%).
Un producto que este mes constituye una anomalía, por su considerable subida, fueron los fósforos, posiblemente aupados por la descomunal falta de energía. Subieron un 8,21%
Un producto que este mes constituye una anomalía, por su considerable subida, fueron los fósforos, posiblemente aupados por la descomunal falta de energía. Subieron un 8,21%.
En cuanto al resto de divisiones, en lo que va de año todas aumentaron sus precios. Lo hizo Educación (20,67%), bienes y servicios diversos (20,65%), servicios de la vivienda (17,61%), prendas de vestir y calzado (11,43%), muebles y artículos para el hogar (9,14%), recreación y cultura (8,69%), salud (0,82 %), y comunicaciones (0,64%). Esta última, que lleva años a la cola, amenaza con un cambio de aires para este 2025, ya que las autoridades anunciaron en el Parlamento una subida de los precios de Etecsa, sin concretar aún a quiénes y cuánto afectará.
Aunque el Gobierno puede sacar pecho de haber reducido la inflación hasta el punto de que la Cepal ha reconocido el logro en su más reciente informe económico –en 2022 fue del 39,07 %, en 2023, del 31,34 % y se prevé que este año ronde el 27%–, los datos no dan respiro a los ciudadanos, que siguen pagando mucho más cada año, solo en el mercado formal, y con una moneda que pierde valor a pasos de gigante. Así lo resumió el economista Pedro Monreal en su cuenta de X: “Una inflación crónica de dos dígitos diluye constantemente el valor real de la moneda nacional. No es posible hablar de estabilización macroeconómica con una inflación oficial de dos dígitos”.