Tabacuba apuesta a una cosecha de 25.500 toneladas e ingresos de 300 millones de dólares
La empresa mixta Habanos S.A. participada a 50% por España, facturó 721 millones en 2023
La Habana/Las autoridades cifran en unos 300 millones de dólares la cantidad ingresada cada año por el Estado cubano gracias al tabaco, según una nota publicada este lunes en Granma que informa del inicio de la campaña en Pinar del Río, donde empieza el riego de semilleros y se aspira a sembrar 12.000 hectáreas, más de la mitad de las 20.000 que se plantarán en todo el país.
Marino Murillo Jorge, presidente del Grupo Empresarial Tabacuba después de contribuir al naufragio de la economía del país como autor de la Tarea Ordenamiento, anunció que han pasado las horas bajas que las consecuencias del huracán Ian –hace ahora justo dos años– dejó en el sector tabacalero de la provincia y que se espera llegar a las 25.500 toneladas de hojas que requiere la industria.
Será preciso, advirtió el funcionario, “incrementar la producción, para poder disponer de la materia prima que se necesita para el torcido de exportación”. Para ello, el Estado ha garantizado algo insólito en medio de la escasez, combustible seguro hasta marzo, además de disponibilidad de todas las formulaciones de fertilizante. “Las contrataciones y los arribos se están comportando como lo previmos. En términos de recursos, estamos en condiciones excepcionales”, dijo exultante.
Para ello, el Estado ha garantizado algo insólito en medio de la escasez, combustible seguro hasta marzo, además de disponibilidad de todas las formulaciones de fertilizante
Todo está aparentemente dispuesto para que las ganancias sigan subiendo, algo que confirma una información publicada este domingo en Cubadebate según la cual Habanos S.A. ha obtenido ingresos récord en 2024 de 721 millones de dólares. En realidad se trata de la facturación conseguida en 2023 y que el sector espera igualar o superar este año. Los beneficios netos, después de deducir los gastos de producción y comercialización, no son públicos y solo la mitad corresponde a Cuba, puesto que se trata de una empresa mixta participada a partes iguales por Cubatabaco y la española ITI Cigars.
Habanos S.A. cumple este año su 30 aniversario y se jacta de ser “un referente global en la promoción y comercialización de los célebres Habanos, considerados por muchos como los mejores puros del orbe”, con presencia en 130 países y distintas líneas entre las que destaca Behike –de la marca Cohíba, considerada una de las mejores creaciones de tabaco premium.
Motivos para la satisfacción hay, ya que es uno de los pocos productos que funcionan en la economía cubana. Si la empresa cerró 2023 con 721 millones, fue con un 31% más que el año anterior, en que logró 545 millones de dólares, que al cambio constante eran 578, diez más que en 2021, año en el que los ingresos ya habían crecido en un 15% con respecto a 2020.
“Muy alentadora la noticia, pero esos millones de dólares no se ven en la mesa del cubano”, señala un lector de la noticia publicada este domingo. “Divídelo entre el costo del precio de un barco de arroz, petróleo y aceite y me dices el resultado. Hacen falta 10 renglones exportables igual que este para que se vea”, le contestaba otro, sabiendo que el tabaco es una excepción en la industria nacional, solo comparable al ron, el carbón vegetal, la langosta y la miel, que registran sin embargo beneficios mucho más modestos.
Murillo Jorge comentó que los principales desafíos del sector están en lograr una mayor eficiencia y elevar los rendimientos agrícolas, distantes hasta ahora de las 1,4 toneladas por hectárea a las que aspira el Grupo.
La necesidad de proteger al tabaco pasa también por “reducir la dependencia de los combustibles fósiles y del Sistema Eléctrico Nacional”
La necesidad de proteger al tabaco pasa también por “reducir la dependencia de los combustibles fósiles y del Sistema Eléctrico Nacional”, señala Murillo. Por eso anunció como prioridad la transformación del consumo de energía a la fotovoltaica, a la que se le empiezan a acumular las expectativas antes de estar siquiera instalada.
Tras el paso de Ian en septiembre, el 90% de las casas de tabaco de Pinar del Río quedaron arrasadas. Los productores de tabaco contaron a la prensa extranjera en aquel momento que posiblemente se tardaran "entre ocho y diez años" para que la provincia se recuperara, pero las atenciones y los recursos que las autoridades cubanas han puesto en el sector ha facilitado una insólitamente rápida rehabilitación.
A pesar de que las plantaciones han sido más pequeñas estos dos últimos años, los ingresos por la exportación del producto son sobresalientes. No obstante, Murillo pide más eficiencia, especialmente a la hora de “mejorar los rendimientos agrícolas, la organización y disciplina en el uso correcto de la divisa que disponemos para materializar las importaciones”.