Los turistas rusos atenúan el desastre de la temporada alta en Cuba

Madrid/Poco a poco, el plan para que el turismo ruso crezca va teniendo efecto. Los visitantes internacionales que vienen desde el país amigo estuvieron este febrero a punto de alcanzar en número a los cubanos residentes en el exterior, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei), después de haberlos incluso superado en enero. El dato de febrero es de 21.574, ligeramente por debajo de los 22.272 del mes anterior. 

En lo que va de año, la cantidad ya es de 43.864, frente a los 46.080 cubanos con residencia fuera de la Isla y, de seguir así, podrían superarse las expectativas del ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda, que la pasada semana especificó que su Gobierno "no renuncia al objetivo de que los rusos ocupen uno de los tres primeros lugares entre los visitantes extranjeros al país". También dijo que esperan sobrepasar a los 200.000 turistas rusos en el presente ejercicio, un cálculo poco ambicioso, ya que en 2023 llegaron 184.800.

Tanto en 2018 como en 2019 la cantidad de turistas recibida fue mayor a 451.000, un 68% más que en el pasado febrero

En términos generales, no fue un mal mes para el sector, que recibió 268.201 viajeros internacionales, algo más que el que se considera mejor mes del año, enero, cuando llegaron 259.808. La cantidad supone 39.133 turistas más que en febrero del pasado año, un 17% más. El problema, nuevamente, viene si se compara con los niveles anteriores a la pandemia. 

En febrero de 2020, un mes antes de que estallara lo peor de la pandemia y se cerrase el espacio aéreo de casi todo el mundo, golpeando al turismo internacional, Cuba recibió poco más de 401.000 visitantes extranjeros, un 50% más en comparación con las llegadas del mismo mes de 2024. Sin embargo, tanto en 2018 como en 2019 la cantidad de turistas recibida fue mayor a 451.000, un 68% más que en el pasado febrero.

Mientras la mayoría de países de su entorno (como República Dominicana y México) y otros competidores internacionales de perfil sol y playa (como España) han superado ya, con creces, los datos que tenían antes de la irrupción del covid-19, la Isla sigue rezagada. En enero, cuando el Gobierno anunció la meta de 3,23 millones de viajeros internacionales para 2024 –lejos de los 2,4 logrados en 2023, cuando había previsto llegar a 3,5– argumentó que su fracaso en el sector se debe a que EE UU ha convertido el turismo en un arma política contra Cuba.

El oficialismo mantiene que las restricciones introducidas por Donald Trump en 2017, las alertas de viajes, el cierre de servicios consulares y las nuevas condiciones para viajeros de la Unión Europea, a los que Washington ahora pide visado si han visitado Cuba, juegan en su contra. A ello añaden la caída de los vuelos, cuya recuperación es paulatina, y cruceros, y apenas se centran en que el desabastecimiento dentro y fuera de los hoteles y la falta de energía llevan a muchos turistas a elegir otros destinos en detrimento de la Isla. 

Los canadienses siguen liderando la lista, como es habitual y pese a la alerta que el Gobierno de Ottawa emitió en octubre por la escasez de alimentos y medicinas, y en los dos primeros meses de 2024 ya suman 261.016, de los que 133.844 fueron en febrero (por encima de los 127.172 del mes anterior). Y los estadounidenses, cuartos visitantes, justo por detrás de los rusos, ascienden en estos dos meses a 28.288, a pesar de las restricciones que tienen para viajar.

En el lado opuesto, otro país de tendencia ascendente es México, que es después de Rusia el que más crece

Los países europeos siguen muy por debajo de los años prepandémicos. Con unos 13.000 visitantes cada uno, Alemania y Francia se mantienen al nivel del año pasado, mientras baja el número de británicos (12.057 frente a 13.597 el año anterior), los italianos (8.733 frente a 11.374) y los españoles, con 8.710 frente a 10.615.

En el lado opuesto, otro país de tendencia ascendente es México, que es después de Rusia el que más crece. En lo que va de año, ya son 8.850 los mexicanos que viajaron a Cuba, frente a los 6.834 del mismo período del año anterior.

Mientras, el Gobierno no ceja en su estrategia de reforzar el turismo por la vía de la construcción, un camino injustificado por las cifras de ocupación hotelera, que revelan que el pasado año tres de cada cuatro habitaciones se quedaron vacías.