En TV Cubana sugieren más autonomía en las empresas estatales para competir con las pymes privadas

“El modelo está agotado y hay que cambiarlo”, dice la economista oficialista Iliana Díaz

Los cuatro integrantes del panel en el programa Cuadrando la Caja de esta semana
Los cuatro integrantes del panel en el programa Cuadrando la Caja de esta semana / Cubadebate
14ymedio

04 de junio 2024 - 22:19

La Habana/En lo más acalorado de la discusión que se produjo este domingo en el programa televisivo Cuadrando la Caja, la economista oficialista Iliana Díaz le recordó a su interlocutora en el panel, Ivón Rodríguez, directora jurídica del Ministerio de Economía, por qué el sistema empresarial cubano no levanta cabeza. “El modelo está agotado y hay que cambiarlo”, dijo, “es un modelo que malfuciona, de asignación burocrática, donde no hay un mercado cambiario… ¿cómo vas a lograr que la economía avance?”. 

La leve subida de tono ante la funcionaria ministerial no fue la única de Díaz durante el programa, dedicado a discutir la viabilidad de las empresas filiales –las 221 entidades que antes se consideraban como parte de grupos empresariales y que desde 2022 funcionan, gracias al Decreto-Ley 34, con autonomía– como mecanismo de supervivencia para la economía estatal. El empuje de las mipymes y la ineficacia de las “fórmulas tradicionales” del socialismo también fueron objeto de discusión. 

La prensa oficial lleva semanas describiendo –y defendiendo– la necesidad de aumentar el número de empresas filiales, pero Cuadrando la Caja le dio forma final al debate. Se trata de entidades con personalidad jurídica propia, pero que son creadas por “grandes” empresas estatales a partir de antiguas unidades empresariales de base (UEB), a las cuales se subordinan conservando su autonomía en la gestión. 

“Es un modelo que malfuciona, de asignación burocrática, donde no hay un mercado cambiario… ¿cómo vas a lograr que la economía avance?”

“Es un modelo factible, debería ir creciendo”, zanjó Fidel Yedra, tercer invitado y vicepresidente de Copextel, la empresa matriz “modelo” en el país porque sus filiales provinciales han logrado un alto grado de autonomía en su gestión. 

Díaz celebró los resultados de Copextel pero comenzó a dirigir las preguntas al Ministerio de Economía que Rodríguez representaba: “El sector empresarial lleva mucho tiempo buscando fórmulas ¿Por qué no lo hacemos completo?”, inquirió, refiriéndose a librar a todas las empresas provinciales y municipales de la centralización estatal. Conciliador, Yedra dijo que la autonomía funcionaba, pero siempre que la dirección central mantuviera “una misma política” y no faltara la supervisión. 

Aun defendiendo la filiación de las empresas a una matriz, y ante la afirmación de Díaz de que “no está funcionando el tejido empresarial”, Rodríguez aclaró que la autonomía no siempre da buenos resultados. A pesar de sus beneficios, el modelo ha provocado una falta de “fluidez” entre empresas, de manera que han subido precios y ha bajado la calidad en muchos casos, si bien, concedió, no han tenido que “extinguir” a ninguna empresa filial. Sin embargo, tres empresas filiales sí han “ascendido”, en una suerte de canibalización de sus empresas matrices.

En opinión de Rodríguez, hay una “falta de madurez” en el concepto tanto como en el sistema empresarial cubano, que impide que el modelo se amplíe al resto de las entidades. Además, es un hecho –dijo– que con el crecimiento de las “hijas” la matriz se empobrece y el Estado ha tenido que sacar las castañas del fuego a varias entidades, cuyo nombre no reveló. 

Díaz alegó que las soluciones para el sistema empresarial estatal “siempre han estado llenas de remedos”

Visiblemente frustrada, Díaz alegó que las soluciones para el sistema empresarial estatal “siempre han estado llenas de remedos”, medidas parciales ante amenazas puntuales y muy poca estrategia coherente. “Dale la autonomía a todo el mundo. No se la des solo a unos y a otros no”, remachó, hablando de la necesidad de competencia entre las mipymes y las empresas filiales. “No estoy hablando de privatización”, reculó, “que no se malinterprete lo que estoy diciendo”. 

Para Yedra, menos escéptico que Rodríguez ante la autonomía empresarial, la clave de la cuestión es “ajustar” la estructura, “pero la experiencia en sentido general es positiva”. “Ha salido bien en algunos esquemas, como el de Copextel”, concedió la directora jurídica del ministerio, que aclaró que en Cuba las empresas tenían el “terreno fértil legal” para adoptar el modelo matriz-filiales. Esa es la “posición” del ministerio, que prepara una Ley de Empresa, dijo. “Mientras no le logremos dar toda la flexibilidad a las empresas para tomar decisiones no vamos a poder lograr lo que queremos”, insistió, finalmente, la economista. 

“Ya nadie se imagina cómo sería volver atrás”, remató Yedra, aludiendo a los empleados de Copextel, para quienes los nuevos pagos –por resultados– y la distribución de utilidades son las dos ventajas más obvias del modelo.

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