Villa Clara controlará los precios de los principales productos agrícolas

La Habana/A pesar del fracaso de este tipo de medidas en el pasado, Villa Clara va a comenzar a controlar los precios de algunos productos agrícolas ante la "desmedida e intolerable" alza en la canasta básica alimentaria. La resolución, emitida por el Consejo de Gobierno, establece los valores máximos para la comercialización mayorista y minorista de 20 alimentos de alta demanda, a partir del 11 de marzo.

Alberto López Díaz, gobernador de Villa Clara, anunció la medida como "nuestra propia guerra" contra los altos precios de los alimentos y aseguró que se tuvieron en cuenta los "criterios" de productores individuales y de otras formas productivas de 13 municipios. El tope de precios será flexible y periódico, de acuerdo a las cosechas de las producciones agrícolas.

En la reunión con agricultores, el funcionario arremetió contra los vendedores, a quienes acusó de "indisciplinas, ilegalidades y los altos precios", al tiempo que señaló que "es preferible que se pierda algún producto antes que permitir la impunidad de quienes abusan del pueblo humilde y desmoralizan la sociedad".

La norma incluye la malanga, el plátano vianda y burro, el boniato y la yuca, mientras que en el grupo de hortalizas está la calabaza, la col, el pepino, el pimiento y el tomate. Entre los granos se contempla el arroz, los frijoles negros y colorados, el maíz seco y tierno y la frutabomba. La fijación también abarca la guayaba y la piña.

"Es preferible que se pierda algún producto antes que permitir la impunidad de quienes abusan del pueblo humilde y desmoralizan la sociedad"

El decreto establece que el margen de comercialización de la veintena de alimentos no podrá ser superior al 40% del valor que se le paga al productor. Incluye también una "reorganización" en la red de ventas en zonas que "realmente se necesiten" porque, argumenta el Gobierno provincial, por hoy existe desorden y "cualquiera monta" un negocio ilegal, sin licencia y pago al fisco.

Las autoridades dicen que la libra de arroz –un alimento que ha estado escaso en la mayoría de familias cubanas– se vende en la provincia a 135 pesos. Con la nueva norma, el valor para los acopios queda en 70 pesos, luego el precio en el mercado mayorista será de 84 pesos y para el minorista (consumidor final) en 90.

La libra de frijol negro para el comprador minorista quedará fijada en 120 pesos, la de frijol colorado en 130, el maíz seco en 45, el tomate en 42 y el pimiento en 55, por ejemplo.

Solo se permitirán ventas de alimentos con una autorización emitida por el delegado provincial de la Agricultura, que a su vez tendrá que contar con el aval de la instancia municipal y "conciliado" con el presidente de la forma productiva al que pertenece el productor.

En el decreto también se incluyeron otras medidas de vigilancia de mercado, como la creación de cinco grupos de enfrentamiento con autoridades del territorio para reducir el riesgo de trasiego ilegal de alimentos con otras provincias, cuyas facultades no sustituyen a las estructuras municipales sino que supervisarán el cumplimiento de lo acordado por el Consejo del Gobierno.

A los productores que vendan por arriba de los límites fijados, se les forzará a comercializar la mercancía con el precio del decreto y si reinciden, se advierte en el decreto, se les retirará la licencia de comercialización. De igual manera, la nueva norma ordena habilitar teléfonos y correos electrónicos para recibir denuncias de la ciudadanía sobre irregularidades.

En 2021, el Gobierno cubano fracasó con una experiencia similar al fijar los precios de productos agrícolas. A inicios de ese año, se aprobaron los valores máximos en la venta del sector privado, pero, en agosto, las autoridades dieron marcha atrás porque las medidas fueron un freno para la producción ya que los productores no podían recuperar el dinero invertido.

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