Con una zafra de apenas 160.000 toneladas en 2024, se extingue la industria azucarera de Cuba

  • El ex ministro de Economía, José Luis Rodríguez, revela el dato en un artículo en la prensa oficial
  • El 100% de los productos de la canasta básica se adquieren en el exterior
  • Se envían a la Isla menos remesas en dólares y más alimentos
  • El PIB bajó más de 2% en 2024, aunque no se conoce aún los datos oficiales

Un campesino trabaja en un cultivo de caña de azúcar en Madruga, Mayabeque. (EFE /Ernesto Mastrascusa)
En 2024, se produjeron la mitad de toneladas de azúcar que el año anterior, conocida como la peor en un siglo. / EFE /Ernesto Mastrascusa
14ymedio

19 de febrero 2025 - 14:50

Madrid/El secreto mejor guardado por el Gobierno cubano se ha colado por una estrecha rendija. La zafra 2023-2024 fue, prácticamente, la defunción del azúcar cubano, con una producción de apenas 160.000 toneladas. Las autoridades se habían resistido a revelar el dato, que ni aparecía en el anuario, ni se ofreció en el balance anual del Parlamento, ni constaba en las notas relativas a la industria a nivel nacional o provincial. 

Esas informaciones se limitaban a hablar de caídas o incumplimientos en porcentajes y ya se sabe la razón. El producto estrella de la Isla, que llegó a elaborar 8,5 millones de toneladas en la década de los 80, había caído estrepitosamente en la contienda de 2022-2023, cuando se lograron 350.000 toneladas de azúcar que hoy se pueden ver como un logro: era la peor cosecha en un siglo, pero más del doble de lo que se produjo el pasado año. 

Celosamente guardado, el número se le ha escapado al ex ministro de Economía José Luis Rodríguez en un extenso texto compartido en la prensa oficial donde se hace un análisis global de la economía en 2024 y sus perspectivas para 2025. El que fuera artífice de la dolarización en el Período Especial enumera una serie de datos que ofrecen un panorama tétrico de la economía nacional. Entre otros números, señala que "el volumen físico de la producción industrial bajó [...] al 38.6% en 2023, tendencia que no se logró revertir en el 2024". El autor avisa hasta en dos ocasiones de que es “indispensable revisar las prioridades inversionistas del país, incluyendo la inversión extranjera directa”. 

El autor avisa hasta en dos ocasiones de que es “indispensable revisar las prioridades inversionistas del país, incluyendo la inversión extranjera directa”

El texto deja meridianamente claro el pésimo estado de todos los indicadores del sector, que confirma este miércoles Granma con datos más actualizados.

Es el caso de las exportaciones, que decrecen a pasos agigantados. El texto de Rodríguez menciona el níquel como único producto favorable de manera transitoria en los últimos años. Aunque la industria va bien, estimulada por la parte canadiense, el precio del producto cayó en los mercados internacionales, provocando el incumplimiento de las previsiones. Tras cerrar 2022 en más de 25.000 dólares por tonelada, 2024 dejó un promedio anual de poco más de 17.000, llegando a los 15.000 dólares en el mes de diciembre. 

Esa fue la tendencia general, admitió esta semana el primer ministro, Manuel Marrero. Aunque las exportaciones de los 15 polos productivos se incrementaron en un 5,5%, así como en cinco nuevos productos y 18 mercados, el incumplimiento se situó en un 34,9% para las mercancías. “Los rubros tradicionales tienen mercado y no se exporta más porque no se produce. Solo crece el tabaco en valores y no en cantidad”, expuso. Mejor le fue a la exportación de servicios, que aún así se quedó en un 69%. 

Las importaciones ocupan otro apartado destacado en el análisis del ex ministro, que alerta de que actualmente el 100% de los productos de la canasta básica se adquieren en el exterior. En ello tiene mucho que ver, destaca el economista, la deformada estructura de las inversiones, ya que, a su juicio, la situación “demanda un incremento urgente en este último sector [el agropecuario] para apoyar la producción de alimentos”. 

La recuperación del turismo es, recuerda, lenta –obvia el ex ministro que en 2024 se produjo incluso un decrecimiento–, lo que exige replantearse no solo la inversión hotelera –desproporcionada, sugiere–, sino la extrahotelera, con el fin de despertar el interés por viajar a Cuba. El sector concentra el 37% de las inversiones, frente al 2,8% de la agricultura, de acuerdo con los datos de enero a septiembre de 2024. 

El sector concentra el 37% de las inversiones, frente al 2,8% de la agricultura, de acuerdo con los datos de enero a septiembre de 2024

Otro indicador que ha lastrado la economía –más de lo habitual– el último año es el ya conocido asunto de las remesas. A pesar de las más recientes medidas tomadas por el régimen para reactivar la entrada de dinero con Western Union vía Orbit y de las sanciones de la Administración de Donald Trump para cortar ese nuevo camino, no es un secreto que las divisas apenas transitan ya por los canales oficiales. “Continúa preponderando –dice el texto– el envío informal de remesas a Cuba, existe una sustitución de dólares en efectivo por envíos en especie (especialmente alimentos) y se observa una tendencia a la disminución del valor total de las remesas”.

Rodríguez reconoce que todo esto, que precipitó la caída del PIB de 2023 en un 1,9%, hace pensar que en 2024 el decrecimiento superó el 2%, aunque aún no hay datos oficiales completos del año. 

La energía es un apartado sobre el que, como era de esperar, también se pone la lupa. A ello se destinó un 11,4% de la inversión, muy poca si se compara con el 37% del turismo. El texto de Rodríguez expone que la capacidad nominal instalada por la Unión Eléctrica de Cuba es de 6.558 megavatios (MW), mientras que la disponibilidad alcanzó solo 2.500 MW, un 38%. Apenas el 3,45% procedió en 2024 de las renovables, que este año prometen –si las previsiones se cumplen– ser las que amortigüen la desesperada situación de hasta 30 horas seguidas de apagones. 

Además, está la caída de las entregas de petróleo venezolano que el ex ministro justifica con “dificultades en ese país con su producción”, aunque los datos revelan que produjo más que el año precedente y vende grandes cantidades a EE UU, China y Europa. De los 55.000 barriles por día (bpd) que enviaba Pdvsa en 2023, se pasó a 32.000 el pasado año. “Esto obligó a la compra a otros suministradores como Pemex. También cabe destacar que –como ya se apuntó– en 2023 se firmó un acuerdo de suministro energético con Rusia, que comenzó a implementarse en marzo de 2024 y que debe ofrecer mejores perspectivas para 2025”, agrega.

El exhaustivo análisis no deja de lado otros indicadores de carácter más social con, igualmente, datos muy duros. Es el caso de la vivienda, el empeoramiento es grande si se tiene en cuenta que en 2023 el plan solo se cumplió al 65,2% y el primer semestre de 2024 nada más se había cubierto el 0,5% de las necesidades. La reducción es muy significativa, como la de los medicamentos, que en octubre tenían un “faltante del 51% del cuadro básico”. 

La reducción es muy significativa, como la de los medicamentos, que en octubre tenían un “faltante del 51% del cuadro básico”

La escasez se une a los bajos salarios y pensiones, que impiden acceder a los bienes que sí están disponibles. En el sector estatal (63,3% de los trabajadores) se perciben unos 5.750 pesos mensuales, mientras que el dato de los privados (37,6%) no se conoce, al depender de cada empresa. Por otra parte, un 20% de cubanos tienen un empleo informal. 

En el caso de los jubilados, la pensión promedio mensual en 2023 fue de 2.075 pesos (unos seis dólares en el mercado cambiario paralelo) mensuales, mucho menos de lo que cuesta un cartón de huevos en el mercado informal actualmente. Y esto no es lo más grave, sino que un 44% de pensionados cobran el mínimo (1.528 pesos).

Rodríguez deja para el final lo que el ciudadano mejor entiende: “en lo referido a la alimentación de la población se observa un deterioro”, admite. Según el Centro de Estudio de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana, que cita el ex ministro, las kilocalorías consumidas por la población cubana retrocedieron entre 2020 y 2022 desde las 3.150 a las 2.800, un 11,1% en términos generales. Si se concreta en la proteína –aunque no especifica si se refiere solo a la animal–, la caída es mayor, del 26%, al bajar de 85 a 63 gramos diarios. “Se ha estimado que alrededor del 70% del ingreso de la población se destina a su alimentación”.

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