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"Me arrancaron de mi tierra bajo coacción y me tiraron aquí, en México"

  • '14ymedio' entrevista al músico Gorki Águila en un lugar de México que ocultamos por su seguridad
  • "Mis planes estaban en Cuba, donde tengo mi proyecto artístico"
  • "Estoy en una pura soledad, tengo un resentimiento cada día mayor hacia el régimen comunista"
  • "Yo quiero tumbar a los Castro, yo no quiero reformar, ni pinga, el comunismo"

El líder de Porno para Ricardo trabaja en una tienda de instrumentos musicales en México / Cortesía Gorki Águila
Adyr Corral

15 de julio 2024 - 14:04

Escena 1.

Gorki Águila espera impaciente en la banca de un parque situado en un punto de México que pidió expresamente que no sea revelado, por motivos de seguridad. El músico de 55 años,  salió de Cuba a mediados de mayo, tras ser amenazado por el régimen con purgar una condena por desacato de al menos cuatro años. Meses después del incidente aún tiene miedo de lo que le pueda pasar, así que tampoco permite las fotografías, pues eso facilitaría a los agentes de la policía política dar con su ubicación.

El músico revela a 14ymedio, mientras apura un cigarrillo con desconfianza, que recibió amenazas por parte de la Seguridad del Estado desde su primer día aquí: “Me escribieron a mi WhatsApp. Nada más que pisé México me preguntan como si fueran mis amigos: ‘¿Todo bien, pudiste conversar con tu familia?’ Ellos saben dónde vive mi familia”, dice mientras muestra la pantalla de su teléfono con las conversaciones.

El líder de la banda de punk cubana Porno para Ricardo ahora trabaja en una tienda de instrumentos musicales para sostenerse. Llega a la cita vistiendo de pantalón y chaqueta negras con una camisa blanca. Los mexicanos que pasan cerca de él intuyen por ese aire que tiene, sin saber realmente de quién se trata, que están frente a una estrella de rock y le lanzan frases en forma de cumplidos como “Viva el rock, Robert Smith”, en referencia a su parecido con el cantante de la banda de post punk inglesa The Cure que usa un corte de pelo similar al suyo.

“Me humillaron y me rebajaron a un nivel...Yo estuve casi 15 días sin poder hablar y llorando. Yo vine con un estrés postraumático, profundo"

Sus nuevos fans tampoco imaginan que, a inicios de mayo, la policía política le impidió abordar un avión que lo traería a México en su primer intento por salir de Cuba tras recibir un ultimátum, bajo el argumento de que estaba regulado. O que, en esa ocasión, los agentes de la Seguridad del Estado lo detuvieron en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana y posteriormente lo recluyeron en su cuartel para amedrentarlo.

“Me humillaron y me rebajaron a un nivel...Yo estuve casi 15 días sin poder hablar y llorando. Yo vine con un estrés postraumático, profundo. El protocolo para tú entrar ahí es que cuando vas entrando te bajan la cabeza contra el piso de la patrulla del auto y a mí me dio unos mareos enormes, porque la patrulla empieza a dar vueltas, ¡fffff! ¡fffff!  Para que tú no sepa dónde entras”, cuenta sobre su estancia en Villa Marista.

Pregunta. ¿Por qué viniste a México?

Respuesta. Yo no escogí venir. No, no, vine porque tenía residencia, no tenía que sacar una visa, pero la Seguridad del Estado quería que me fuera. Ellos me hablaron: "te meto preso o te vas". No es a mí solo, se lo han hecho a muchos opositores. 

P. Te dijeron vas a la cárcel o te vas de la Isla y preferiste…

R. ¿Preferir? No, yo no preferí, estoy aquí bajo coacción estatal. Yo estaría en Cuba, ¿entiendes? Cuando fui al aeropuerto, ahí me dijeron, no vas a salir y te explico por qué, porque querían que, cuando yo me fuera, les dijera... Ellos sabían que iba para México, pero querían saber el día que yo me iba, para hacer un operativo y filmarme.

P. ¿Cómo una especie de victoria política?

R. Sí, y también coger esas imágenes para posteriormente quizás, tal vez, desacreditarme. Porque yo salgo con ellos en el aeropuerto, así, hablando y ellos haciendo chistes conmigo, como si fueran mi familia: "Je-je. Gorki, te singaste a la jevita esa". Estaban haciendo chistes estúpidos y obviamente yo no les daba bola, pero, a veces quizás tal vez me reí, no sé. Y eso, está filmado por las cámaras del aeropuerto. Ellos van a utilizar eso, obviamente. 

La estrella de rock ha desafiado al castrismo con su música estridente y explícita / Cortesía Gorki Águila

Escena 2.

Gorki hurga en la mochila estilo escolar, de color negro con unas llamativas franjas naranjas a los costados, que trae consigo. Después de revolver con la mano sus pertenencias, saca un cigarrillo y lo enciende mientras relata parte del interrogatorio que tuvo cuando fue recluido en Villa Marista. “El tipo se sienta a lado mío y me dice: 'Mira, vamos a ayudarte, tú tienes un delito de desacato que eso lleva, cuando menos, cuatro, cinco o diez años. Pero, vamos a ayudarte. Te vamos a dar una oportunidad'”, dice con una voz impostada, como para darle más teatralidad a la anécdota.

Le da un par de caladas al cigarro y el humo lo hace achinar los ojos, mientras continúa con su historia. “Dijeron algo tan payaso, tan ridículo, con una convicción: 'Te vamos a ayudar dentro de la legalidad socialista'. En ese momento era para decirle, seriedad. Seriedad. Yo tengo un coeficiente de inteligencia más o menos mínimo, me funciona el hemisferio sur del cerebro....”. En ese momento, lo interrumpe un jovencito que no debe pasar de los 17 años y la entrevista se suspende abruptamente. 

 – Disculpa hermano, escuche que eres guitarrista. Me gustaría regalarte este dibujo. Espero que te guste –dice el muchachito extendiendo al músico una hoja con un boceto bastante abstracto trazado a mano alzada con lápiz y que de reojo parece el retrato de una figura humanoide con rasgos de reptil.

 – Qué lindo, eh. 

 – Gracias por aceptarlo, responde y entonces el novato dibujante amaga con alejarse pero Gorki se lo impide.

 – Oye men, ven. A ver si tengo diez pesos, dice mientras hurga nuevamente en su mochila, esta vez en busca de algunas monedas.

P. ¿Cómo era tu rutina en Cuba y cómo ha cambiado en México?

R. Te soy sincero, la diferencia para bien es que tengo café garantizado, que tengo un poquito, o sea, leche condensada para echar a mi café y tengo pan, garantizado. Es tan fácil comer aquí, que a mí hasta me sorprende. El día a día en Cuba era "qué pinga como". A veces, yo no tenía café y levantarte sin café es como no levantarte. A veces, yo no tenía comida en Cuba y decía: "me voy a quedar más tiempo aquí en la cama". Y también, tengo medicinas, por ejemplo, yo puedo ir a cualquier farmacia... valen caras, pero hay opciones. Me dolía la cabeza –yo padezco de epilepsia– y no tenía una puta aspirina en Cuba, men, y aquí yo la tengo a la mano. 

A veces, yo no tenía comida en Cuba y decía 'me voy a quedar más tiempo aquí en la cama'

P. ¿Cómo es tu vida aquí?

R. Te la puedo describir en tres palabras: soledad, desarraigo y mucho resentimiento, mucho odio hacia el régimen de Castro, hacia los comunistas. Yo no tengo planes en México, yo tenía planes en Cuba, a mí me arrancaron de mi tierra bajo coacción y me tiraron aquí. Mis planes estaban en Cuba. Yo tengo mi proyecto artístico, tengo mi proyecto de estudio de grabación, ahí es donde se me ocurren las canciones, donde se me ocurren mis carteles (algunos de ellos se encuentran a la venta). Esos son mis planes. Ahora, aquí lo que tengo es que inventarlos, aquí lo que estoy es en una pura soledad, en un desarraigo que tú no sabes ni a qué nivel. Una tristeza y un resentimiento cada día mayor hacia el régimen comunista, yo lo odio mucho más, cada día, cada minuto, cada segundo que pasa lo odio mucho. Yo tengo que rehacerme.

 

Sus creaciones están inspiradas mayormente en la estética de la era dorada del cartel político, medio de comunicación predominante en los espacios públicos, educativos y artísticos de la Cuba de los años 60 y 70 / Gorki Águila

P. Aquí, ¿no has podido?

R. No. Yo vivo en un cuarto improvisado en una sala, ¿de qué manera yo traslado un estudio ahí? 

P. ¿Es cuestión de tiempo?

R. Me imagino, supongo. Nunca voy a renunciar a mi parte creativa, pero eso molesta, eso humilla, ofende, degrada. Ya te digo, cada día odio más al comunismo y al castrismo en especial.

P. ¿Te sientes libre en México?

R. Hay que definir libertad, viste, ¿cómo tú te sientes libre? Te sientes libre, en tu contexto. Te sientes libre, cuando acatas tu voluntad. De qué manera me puedo sentir libre, si yo estoy viviendo un desarraigo. Estoy en un contexto que no es el mío.

P. ¿Cómo vas con eso?

R. Yo vivía en Cuba en mi casa, ahora, tengo que vivir en un colchón en una sala, ¡imagínate! No sé si tú tengas costumbres así, de esa manera, apegadas, pero para un hombre de 55 años lo peor que tú le puedes hacer es decirle, vamos, ¡vamos a un asilo de ancianos! Yo quiero morirme en Cuba. Cada día hay menos gente, hay menos cubanos en Cuba. Ya Cuba, ahorita, deja de ser Cuba. Vamos a pensar en eso, eso es un crimen de lesa humanidad, lo que están haciendo los Castro en ese lugar. A ellos no les va a temblar la mano a la hora de disparar, como en Bielorrusia, no, no, van a disparar y van a matar. Pasó el 11J, mataron a dos o tres gentes, con total impunidad. Yo soy opositor. Yo quiero tumbar a los Castro, yo no quiero reformar, ni pinga, el comunismo. Yo estoy aquí, porque yo creía en esos planes, y en un momento específico, esos planes se me derribaron en mi cabeza. Sentí que estaba totalmente solo inmerso en todo un caldo de demagogia y corrupción por parte de la gente que dicen que son nuestros amigos y que nos están ayudando. No hay oposición en Cuba actualmente, te lo digo categóricamente. Con toda propiedad. No hay oposición en Cuba. Existe gente que les manda recargas para su teléfono, migajas, y que le dictan una hoja de ruta, eso no es oposición.

Es un crimen de lesa humanidad, lo que están haciendo los Castro en ese lugar. A ellos no les va a temblar la mano a la hora de disparar, como en Bielorrusia, no, no, van a disparar y van a matar

P. ¿Qué hace falta para que haya oposición en Cuba?

R. Crear un debate real, descarnado, para ubicar cuáles son nuestros problemas. Cuando tú quieres curarte, tienes que saber que estás enfermo, si tú no sabes que estás enfermo, no te vas a curar nunca, ese es el primer paso. Y después de aceptar que estás enfermo, tienes que diagnosticarte, tiene que haber un diagnóstico. Entonces, para reconocer la enfermedad, todavía estamos en el paso, no reconocemos que los Castros no son nuestros únicos enemigos, sino todo lo que rodea eso. O sea, hay gente que está viviendo del tema Cuba, el tema "libertad Cuba".  

Mira, cuando tú eres ponchero y enfrente, en la carretera, hay un bache lleno de cristales, ¿tú quieres que ese bache lo arreglen? Si tú vives de que cada carro que se ponche, viene, y coge el ponche contigo. Tu negocio es coger ponches, ¿entendiste? Cuándo tú le vas a decir al chofer: ¡Oh, ese bache es malo! Pero nunca se arregla, porque tú estás viviendo cabrón de ese bache, tu lana viene por ahí, y entonces, es lo que está pasando. En ninguna hoja de ruta, de ninguna ONG que existe, en cualquier otro país o en Miami, se dice: "Cuba se va a liberar en el 2050. Yo voy a dejar de ganar dinero y vivir de esta ONG y dejar de vivir de esta manera". ¡Ninguno! Ninguna ONG te dice para tal año voy a dejar de recibir dinero por hacer esta pincha que para mí es onerosa e infame, porque estoy recibiendo dinero a partir de vivir del tema libertad Cuba y además, me llevo un aplauso de la comunidad internacional.

P. Antes, se pensaba que muriendo Fidel iba a caer el castrismo....

R. Eso pensaba yo cuando era chamaco. ¿Y quién tiene que morir después? ¿Hasta cuándo, people? Los únicos que van a tumbar al castrismo son los cubanos que están dentro de Cuba, nosotros no vamos a tumbar el castrismo fuera, haciendo oposición con aire acondicionado.

P. ¿Cómo influye el arte en todo esto? 

R. Para mí es súper importante el arte, por qué tú piensas que los políticos siempre se unen a los artistas en campaña, porque saben que el arte es un vehículo súper inmediato, super poderoso. La música pop es súper poderosa a la hora de transmitir,  mucho más rápido que un panfleto y un discurso. El público de un artista pop son votantes. Un artista pop dice cualquier estupidez y esa gente lo va a creer. 

P. ¿Porno para Ricardo sigue vivo?

R. Sí, cuando tú veas mi muerte, es que tú vas a poder decir "Porno para Ricardo dejó de existir". Va a existir hasta que yo viva.

P. En el pasado, decías que Porno para Ricardo era una banda de rock que quería divertirse, ¿se han divertido? ¿Se siguen divirtiendo?

R. Sí, nos la hemos desquitado. Mira, siempre, en la creación, tú sufres el proceso creativo…

"La música pop es súper poderosa a la hora de transmitir, mucho más rápido que un panfleto y un discurso" / Cortesía Gorki Águila

Escena 3.

De nuevo interrumpen a Gorki. Esta vez es una señora mayor que da vueltas en el parque en su silla de ruedas pidiendo limosna. “No me regalan una moneda. Con lo que gusten apoyarme, jóvenes. Gracias jóvenes por ayudarme”, dice sin ningún tipo de remordimiento por cortar el relato del cantante sobre su proceso creativo.

La mochila se quedó abierta desde la última hurgada, así que no le resulta difícil a Gorki sacar una moneda y dársela a la señora que antes de extender la mano para recibirla ya había echado a andar su silla de ruedas dándole un fuerte empujón a la rueda derecha. “También, es que si le das a todo el mundo te quedas sin money, men. Y a mí me da una lástima, pero a veces también son estafadores. En fin”, dice el rockero antes de retomar la conversación.

P. ¿Qué precio han tenido que pagar por divertirse?

R. El precio que hemos tenido que pagar, por ejemplo, es renunciar a nuestro público. Lo hicimos a conciencia. Sabíamos que si dábamos el paso de meternos directamente con el castrismo íbamos a desaparecer, o sea, te iban a dar un pase mágico como Harry Potter, con la varita, tiqui-tiqui. No existes más.

Yo soñé, realmente, que yo podía influir, o sea, influir en el sentido de mi migaja. Que en un momento yo podía vivir la caída del castrismo. Ya no tengo esperanza, como están las cosas

P. ¿Cuando despertó, el tirano, tiranosaurio, todavía estaba allí?

R. Sí, exactamente. Yo hice una parodia de eso, hasta lo puse una vez en Facebook: "Cuando desperté el castrismo seguía ahí". Se podría decir, porque yo soñé, realmente, que yo podía influir, o sea, influir en el sentido de mi migaja. Que en un momento yo podía vivir la caída del castrismo. Ya no tengo esperanza, como están las cosas.

P. ¿Crees que no vas a vivir para verlo? 

R. Ahora no estoy seguro. He perdido la fe en ese sentido, algo que me deprime. Mi mamá murió y no lo vio, parece que yo también. Es algo triste… ¿No quieres una chelita? Conozco un lugar donde podemos fumar.

P. ¿Qué sigue para Gorki en México, cuáles son sus planes? 

R. Lo que yo sí estoy seguro que te puedo decir, en el plano de ahora, presente, es que voy a seguir siendo anticastrista y voy a seguir siendo libertario y siempre voy a apostar por la libertad y voy a ser consecuente y coherente con lo que he dicho. Ahora, no future. Yo no sé qué viene en el futuro. Te digo un lema punk, que es ese. El lema de los Sex Pistols. Pero, no sé qué va a venir conmigo. Yo tengo una total incertidumbre. Ya te digo, parte de mi odio se basa en eso. Me han ubicado en un lugar donde yo no quiero estar. Quisiera venir de visita, e irme para mi lugar, para mi tierra. No sé lo que me espera, yo quisiera hacer música, unirme a bandas acá para tocar en escena, para experimentar y dar ese mensaje de que Cuba no es lo que te vendieron, ese teorema que te han vendido. Me encantaría hacer eso.

"Me han ubicado en un lugar donde yo no quiero estar. Quisiera venir de visita, e irme para mi lugar, para mi tierra" / Cortesía Gorki Águila

Escena 4

Alguien más se acerca a Gorki y esta vez roba por completo su atención. Es una mujer morena en sus 20 años. El pretexto para inmiscuirse en la entrevista es recolectar algo de dinero para solventar los gastos de un refugio animal.

–Hola, perdón. Disculpen la molestia, vengo de parte de un albergue que se dedica a rescatar perritos, por el momento, contamos con 300 perritos y 50 gatos, no sé si gustan apoyarnos, dice la chica.

– Yo soy fanático de los perros, le contesta Gorki.

–Mire, allá hay dos –dice la activista mientras señala a sus compañeras, que tienen a un gran danés y a un golden retriever haciendo labores de convencimiento, a base de su sola presencia, con los transeúntes a los que también les solicitan apoyo para pagar su comida y la de los otros animales.

En ese momento, Gorki da por terminada la entrevista y se levanta para ir a conocer a los perros.

Gorki siempre ha sido un amante de los perros / Cortesía Gorki Águila
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