Un candidato insólito
Yuniel López, un opositor de 26 años, desbanca al delegado oficialista en Arroyo Naranjo (La Habana)
La Habana/En la asamblea de nominación de candidatos de la circunscripción 111 en el barrio Santa Amalia, que se celebró en la noche del 10 de marzo, ocurrió un hecho poco común. De los cerca de 40 electores que participaban solo uno apoyó la reelección del actual delegado y la mayoría votó por un joven de 26 años conocido por ser un opositor al Gobierno.
Yuniel Francisco López O’Farrill, 26 años y habanero, quería estudiar electrónica, pero terminó matriculándose para ser técnico medio de Metrología y Control de la Calidad. Poco tiempo después empezó a trabajar por su cuenta y riesgo en panaderías, haciendo yogurt y dulces, en reparación de equipos de informática y como entrenador de fisiculturismo.
Su vocación de líder comunitario la comenzó a los 10 años cuando se desempeñó como presidente de un CDR infantil, pero a los 18 se vinculó con el movimiento opositor 24 de febrero. Más tarde trabajó con la Fundación Elena Mederos, donde estaba al frente del proyecto “De pobre a pobre”, que recaudaba alimentos y ropas para personas necesitadas. De ahí pasó a trabajar con el grupo Patria y Libertad, y en estos momentos es el delegado de Cuba Independiente y Democrática (CID) en el municipio Arroyo Naranjo de La Habana.
Pregunta: ¿Cómo se explica que siendo conocido en su barrio por no estar de acuerdo con el Gobierno, lo hayan nominado como candidato a delegado del Poder Popular?
Respuesta: Mis vecinos han sido testigos del control y la vigilancia que casi permanentemente tiene la Seguridad del Estado contra mi persona. Se han enterado de todas las veces que he sido detenido por repartir propaganda o por participar en actos. El último de esos arrestos fue el 28 de enero, cuando le llevábamos una ofrenda floral a José Martí por su natalicio y se hizo un operativo espectacular. Me atrevería a asegurar que los que votaron por mí sabían perfectamente lo que estaban haciendo.
La persona que me propuso fue mi hermana y los electores, no sé cómo vencieron el miedo, votaron por mí
La persona que me propuso fue mi hermana y, aunque muchos opositores no fueron a la reunión por aquello de que “eso es una cosa del Gobierno”, los electores, no sé cómo vencieron el miedo, y votaron por mí.
P: Estas asambleas son muy formales y mecánicas. Suele ocurrir que la gente se decide por el primer nombre propuesto ¿A quién propusieron primero que a usted?
R: Al señor que es ahora el delegado de la circunscripción. Desde que yo tengo memoria él ocupa ese cargo y siempre lo reeligen; pero para mi sorpresa solo levantó la mano a su favor el mismo vecino que lo había propuesto. Después dijeron mi nombre y fue muy emocionante comprobar el apoyo que me dieron tantos. Parecía cosa de Dios. Había una tercera persona propuesta, una muchacha que sacó un voto. Ahora casi he perdido mi nombre propio porque mis vecinos me saludan diciéndome “Delegado” y preguntándome qué voy a hacer cuando me elijan.
P: ¿Y usted hizo alguna campaña previa?
R: No, en realidad solo se lo comenté a pocos vecinos. Entre las personas a quienes se lo conté fue a un oficial de la Seguridad del Estado durante una detención que ocurrió el 31 de diciembre. Él me dijo que me olvidara de eso, que ellos no lo permitirían. Me han dicho que está prohibido por la ley hacer campaña. Ahora son los comunistas los que están violando su propia ley, porque ahora están haciendo una campaña en contra mía. Se reúnen para eso y yo lo sé porque entre ellos mismos hay algunos que me lo han contado.
La seguridad vino a reprimir a los comunistas, a regañarlos porque habían permitido que yo hubiera salido nominado
P: ¿Ha habido alguna repercusión posterior?
R: Sí, pero no en contra mía. Esta vez la seguridad vino a reprimir a los comunistas, a regañarlos porque habían permitido que yo hubiera salido nominado. Me han contado que hubo uno que les dijo: “Lo que ustedes tienen que averiguar es por qué la gente ha votado por él, en lugar de estar cuestionando por qué no pudimos impedirlo”. Otra repercusión es que en un templo religioso cercano oraron anoche para que yo fuera elegido.
P: ¿Qué dirá la autobiografía suya que deberá colocarse en los lugares públicos antes de las votaciones?
R: No sé como quedará finalmente, pero yo puse mis datos personales como la edad, la escolaridad y dije que pertenecía a una organización no gubernamental y que me encargaba de un proyecto comunitario que existe desde octubre del año pasado, vinculado con los niños entre uno y 10 años, que se denomina “Un Momento de Alegría”.
Por cierto, el día que fui al municipio a llenar esos datos coincidí allí con candidatos de otras circunscripciones. Un señor con mucha experiencia me dijo: “Mira muchacho, yo tenía tu edad cuando comencé en esto y ya llevo más de 20 años en el mandato. Coge las cosas con calma, tienes que aprender a decir mentiras piadosas porque no siempre se pueden dar las respuestas verdaderas.” Le respondí que yo pretendía ser un servidor público y siempre le diría la verdad a mis electores. Entonces él me miró de una forma que parecía que estaba sintiendo lástima por mí.
P: ¿Y cree que saldrá elegido como delegado?
El pánico es tan grande que está siendo difícil hasta encontrar personas para la mesa en el colegio electoral
R: Si se respeta el conteo de los votos, creo que sí. Mi principal competidor es el miedo. El pánico es tan grande que está siendo difícil hasta encontrar personas para la mesa en el colegio electoral. Temen que ese día 19 de abril en el Policlínico donde se instalará el colegio aquello se llene de “segurosos”, prensa extranjera y activistas de los derechos humanos.
P: ¿Y si fuera elegido, cuál sería su actuación como delegado?
R: Primero que todo, debo aprender las leyes. Yo soy un poco ignorante en los mensajes que el Gobierno le viene diciendo al pueblo durante medio siglo, de lo que creo saber bastante es de los temas que el pueblo quiere reclamarle al Gobierno. En mi comunidad hay problemas con los parques para los niños, con las calles, las aceras, el alumbrado público. Tengo que confesar que siempre he estado muy alejado de cómo funciona el llamado Poder Popular, hasta me cuesta trabajo ver el noticiero. Sé que tengo que aprender y tengo que prepararme. Ya cuento con la ayuda del grupo “Candidatos por el Cambio”, que coordina Julio Aleaga. Ellos me han ofrecido lo que más necesito, que es conocimientos. Lo demás lo he vivido en carne propia.