"En Cuba hay ahora más inconformes que nunca llenos de creatividad, a pesar de la represión"
Desde Miami, donde reside desde 2017, El Sexto habla de sus proyectos artísticos y políticos
La Habana/Los carteles con la firma de El Sexto comenzaron a aparecer en los muros de La Habana en 2008. Eran apenas unos trazos delgados que generaban preguntas sobre su significado. Para diciembre de 2014 todos sabían que se trataba del artista Danilo Maldonado, al que la policía política detuvo entonces por intentar liberar dos cerdos, en el parque Central de La Habana, con los nombres de Fidel y Raúl pintados en la piel. Por esa performance que no llegó a realizar cumplió diez meses en prisión.
Un día después de la muerte de Fidel Castro, en noviembre de 2016, El Sexto fue arrestado nuevamente por hacer un grafiti con la frase "se fue" en un muro del hotel Habana Libre. Unos pocos meses después se exilió y hoy reside en Miami.
Pregunta. Desde aquel momento que comenzó a garabatear fachadas en La Habana ha pasado bastante tiempo. ¿Cómo ve ahora a ese artista que daba sus primeros pasos?
Respuesta. De aquellos tiempos cuando empecé tengo muy lindos recuerdos con Dayan Noa, con Andy, un pintor del barrio de Arroyo Arenas, que fue el que me dio el primer espray que tuve para grafitear. Eso definió lo que yo quería hacer con mi vida.
En la medida que me fui formando me convencí de que aquello era mi proyecto. Cuando veo ahora a los nuevos muchachos que hacen grafitis me emociono mucho, porque ellos tienen hoy la misma persecución que sufrí yo, o peor, multas, citaciones policiales.
P. ¿Nostalgia?
R. Definitivamente extraño mucho a mi país, a las personas en las calles, el lenguaje y las paredes.
Aquí en Estados Unidos también hay mucha incomprensión hacia el grafiti. Mucha gente no ve que se trata simplemente de una pintura en una pared a la que no le estoy dando martillazos ni echándole un líquido que pueda perjudicar la superficie sino que, por el contrario, la estoy protegiendo con un pintura que es hasta más cara de la que tenía originalmente.
P. ¿Cómo ve el movimiento de grafiti que se hace ahora en la Isla?
R. De lo que hay hoy en Cuba mis favoritos son Luis [Casas], que hace unas calaveras enormes. Desde luego,Yulier [Rodríguez], Alepio y un montón de gente haciendo grafitis sin permiso, embelleciendo las calles. Amo ese movimiento y ahora hay más inconformes que nunca llenos de creatividad, a pesar de la represión.
P. ¿Cómo fue ver las imágenes de las protestas del 11J desde Florida? ¿Qué le inspiraron aquellas manifestaciones populares?
R. Cuando vi a los cubanos me di cuenta de que siempre estuve soñando que algo así pasaría. Lo creí cuando murió el dictador, pero no ocurrió. También me llenó mucho de esperanza ver aquellas caras reclamando libertad.
El Poder contó con estrategias para conseguir que aquello no se convirtiera en el fin de la dictadura, pero creo que habría que alentar esa situación de nuevo. No sé cómo, pero una cosa tan linda como esa debiera repetirse.
Me llamó la atención que muchos de los supuestos opositores en las redes sociales ese día desaparecieron. Tuvieron como una semana sin hablar del suceso. Sospecho que entre ellos debe haber herramientas del régimen para saber quienes son los verdaderos opositores y hasta dónde llega el descontento. Incluso aquí disfrutando de grants [fondos federales] pero sin representar los intereses del pueblo.
P. ¿Cuál es su situación migratoria actual en Estados Unidos?
R. Fui juzgado por el delito de acoso agravado por una falsa acusación que me hizo la madre de mi hija. Durante un año no pude tener contacto con ella porque su madre me lo impedía. Fui a un buzón ubicado en el edificio donde ella vivía para dejarle un mensaje. La grabación de ese acto fue presentada como prueba en el juicio y a pesar de que no hice ningún contacto físico, ni siquiera visual, fui condenado.
Tuve confianza en el abogado Daniel Díaz-Balart, que me recomendó que me declarara culpable como la mejor forma de salir del problema. Eso trajo como consecuencia que Inmigración me negara el estatus migratorio que necesitaba. Aún hoy no puedo ver a mi hija.
P. ¿Qué nuevos caminos le quedan por explorar a El Sexto como artista? ¿Qué proyectos tiene a corto y mediano plazo?
R. Quiero seguir haciendo esculturas en bronce y terminar un proyecto sobre San Lázaro. Este año, además, empecé a darle forma a un nuevo proyecto después de haber contactado con algunos amigos en Orlando, Florida. Quiero hacer política. Mientras estaba preso en Cuba en 2015 recibí el Premio Václav Havel por la Disidencia Creativa y esto me honró mucho, porque él no solo era un poeta y un artista sino que también era un político.
Por ahora solo estoy contactando con personas y formando mi círculo de trabajo. He empezado desde cero haciendo grafitis y tratando de entender qué es lo que falta en esta sociedad para tratar de representarla de la mejor manera.
P. Suena muy general ¿Alguna idea puntual?
R. Mis objetivos estarían en trabajar contra la corrupción y quiero concentrarme en eliminar toda una serie de delitos que llevan hoy a los seres humanos a las prisiones. Quiero ayudar a quienes son víctimas de los que se enriquecen a costa de ellos y también me gustaría luchar por los derechos de los grafiteros en Cuba y en Estados Unidos. Porque si una marca monopólica pinta una publicidad en la pared a la gente le parece normal, pero se escandaliza cuando es un grafitero el que plasma allí sus inquietudes.
________________________
Colabora con nuestro trabajo:
El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.