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"Hemos logrado hacer ruido en España" con la película sobre 'Patria y Vida'

Beatriz Luengo, coautora del himno del 11J y esposa de Yotuel Romero, habla del documental con '14ymedio'

La película ha logrado prorrogar su estancia en cines. / 14ymedio
Yaiza Santos

27 de octubre 2024 - 12:33

Madrid/Para poder acabar el documental Patria y Vida: The Power of Music, cuenta su directora, Beatriz Luengo (Madrid, 1982), que sus padres –es hija de un carpintero y de una auxiliar de farmacia– tuvieron que prestarle dinero. Es uno de los ejemplos que pone para defenderse de los ataques que suelen reprocharles a ella y a su marido, el cubano Yotuel Romero, también coautor de la canción que se convirtió en un himno de libertad, que todo esto lo hacen por dinero. “Hay muchas cosas que yo puedo hacer en mi país, que me he ganado con mi esfuerzo de 20 años de trabajo. La causa de Cuba no se defiende por dinero”, sentencia.

A pesar de la fama de la pareja y de la repercusión del tema, que ganó dos Grammy Latinos, la industria dio la espalda a este proyecto. Hoy, nueve días después del estreno, habiendo llenado 25 salas en toda España, están prorrogando su permanencia en los cines. La industria los ninguneó, pero la gente no.

Al acabar la entrevista con 14ymedio, se acerca un muchacho de cuya presencia no nos habíamos percatado: era fan de Luengo, no sabía nada de la canción ni de la película, prometió ir a verla este fin de semana. Es muy fácil contagiarse de la pasión que transmite la artista.

PREGUNTA.- Así que Patria y Vida nació en una cocina...

RESPUESTA.- Yotuel siempre lleva una moneda de Cuba que tiene fecha 1953 y dice "patria y libertad". Se la regaló su padre, que falleció en el año 2018. Estábamos cocinando, él sacó su cartera del bolsillo y vimos que estaba rompiéndose. Al sacar la moneda, para no perderla, empezamos a mirarla. Sé que siempre la lleva, pero nunca me había puesto a observarla. Veo "patria y libertad" y le digo: madre mía, Yotuel, ¿te acuerdas la primera vez que fui a Cuba, que me impactó mucho ese "patria o muerte" por todas partes? 

Llegas a un país como Cuba –yo le explico aquí a la gente que no tiene contexto– y como no hay ningún cartel publicitario, todo es la publicidad de la revolución, todo es ese “patria o muerte”. Lo que tú sientes, según te bajas del aeropuerto y ves eso, es "cuidado, que o estás con mi manera de pensar o no te va a ir bien aquí". Entonces empezamos esa conversación. El carácter del cubano es un gran contraste con el "patria o muerte", le dije. Y además, qué pena, porque un país lo que debería abogar es por la vida, que tengas una patria y tengas una vida digna. También señalamos la diferencia de la O con la Y. Yotuel dice la O es egocéntrica, o tú o yo, y esa Y es inclusiva: tú y yo, tu pensamiento y el mío, tu sexo y el mío, tu raza y la mía. De repente dijimos "patria y vida", nos fuimos al piano que tenemos en el salón y empezamos a crear esta canción. Siempre nos ha preocupado mucho, como artistas, sumar, el ejercicio de hermanar, porque yo creo que la estrategia que más le ha funcionado al régimen ha sido el divide y vencerás, una estrategia de guerra muy antigua. 

Esta fue la idea: una visión hermanada del arte que rompió esa dinámica de divide y vencerás

Invitando a Maykel Osorbo, a Luis Manuel Otero Alcántara y a El Funky, hacíamos este ejercicio también, igual que a Descemer Bueno y a Gente de Zona, que tienen un altavoz muy grande en el mundo. Aunque son de géneros muy diferentes, nos parecía importante que fuera una sola voz, la de los cubanos. Y esta fue la idea: una visión hermanada del arte que rompió esa dinámica de divide y vencerás.

P.- Un amigo que participó en las protestas del 11 de julio me pide que le pregunte si imaginaron que esta canción “hincharía la sangre en nuestras venas de tal manera que salimos todos a la calle y nos comimos el miedo”. ¿En algún momento pensaron que esto se iba a convertir en un himno?

R.- Nunca imaginamos que esto iba a pasar, porque Yotuel llevaba tantas canciones protesta y no pasaba nada... Siempre estaba sacando canciones para Cuba, en paralelo a las canciones que sacaba al mercado con su equipo, y su equipo no las ponía ni en calendario. Pero Yotuel decía: yo voy a seguir haciendo canciones para Cuba; el día que yo no haga una canción para Cuba, no seré yo. El documental cuenta esa doble dificultad: el tema de Cuba y lo que es el régimen y la dificultad en la industria. Es muy importante que se sepa esto: tú llegas a una plataforma y dices "tengo esta canción con estos artistas" y te contestan –lo dice el manager de Yotuel en el documental y yo le agradecí mucho que fuera sincero–: bueno, vas a hacer una colaboración con unos chicos que no tienen un perfil en Spotify, una canción de Cuba, un acorde menor, una canción de rap protesta, no hay playlist, no nos va a apoyar ninguna plataforma de streaming… 

Si a nosotros nos llegan a decir que Patria Vida va a ser un fenómeno viral en TikTok, nos hubiéramos reído. Cuando la viralidad empieza en TikTok, no lo podíamos creer. Las mismas plataformas que un día nos rechazaron, nos empezaron a hacer caso. La gente puede ver cómo nos hemos enfrentado también a una industria que desde que existe el algoritmo numérico ha dejado de mirar este tipo de temáticas. Porque en el siglo pasado sí cabían más las canciones con tema social. Sam Cooke con Martin Luther King, Billy Holliday con Strange Fruit, o Scorpions con la caída del Muro de Berlín, Bob Marley, John Lennon… 

En el documental hay una imagen que hace llorar a la gente. El día de la salida de la canción solamente los youtubers muy valientes quisieron cubrir la salida del tema, y se les ve a los chicos conectados a una directa, como cualquier chico en cualquier lugar del mundo, y de repente quitan la luz en toda la Isla y cortan internet. En la pantalla se ve apagarse La Habana completa. La gente en el cine en ese momento dice: "hostias". Es algo como que no te lo puedes esperar. Cuando vuelve la luz, se ve a Luis Manuel Otero Alcántara en el barrio de San Isidro, en una esquina con la gente cantando la canción a gritos. 

No hay un día que no llore con el 11 de julio en el documental, porque llora toda la sala, porque todo el mundo ve la libertad, se siente parte de ella

Recuerdo con esa imagen a Yotuel llorando a las tres de la mañana. En ese momento estaba en los últimos días de mi embarazo, me levanto con malestar y me encuentro a Yotuel llorando como un niño en el sofá. "¡Mira, mami, mira!". Nos quedamos petrificados, no sabíamos ni qué decir. Ya el 11 de julio, no te quiero decir, es algo que me congela la sangre todavía de impacto. Imagínate cuántas veces he visto el documental, pues no hay un día que no llore con el 11 de julio, porque llora toda la sala, porque todo el mundo ve la libertad, se siente parte de ella. Esa es la magia del documental. Yo no he querido contar un punto de vista. Yo quiero que la gente viaje en esa emoción. No estás viendo un sentimiento externo y estás analizándolo desde fuera; estás dentro, con los cubanos, metido a la manifestación, estás con esa señora en La Habana Vieja que se baja la mascarilla y dice "patria y vida".

P.- Antes del 11 de julio, que fue la constatación de lo que significaba esa canción, algún poder vieron en ella, que enseguida empezaron una guerra patética de canciones. ¿Cómo vivieron esos meses antes del 11 de julio?

R.- Bueno, lo primero que fue muy loco fue Díaz-Canel posteando "patria y vida".

P.- Decían que era una frase que había pronunciado Fidel Castro.

R.- Había como dos o tres tuits de Díaz-Canel, con el hashtag #PatriayVida. Como tratando de hacer suya la canción, era muy surrealista. Después, claro, se dieron cuenta de que no había cómo. Luego ya vienen los 62.000 milenios, luego una canción de unos policías rapeando, y luego ponen a unos niños. Esto también fue triste. Cuando vi a esos niños, como atacando, me dio mucha pena, porque al final los niños son las grandes víctimas de todo este sufrimiento. 

En una parte fundamental de este documental que se titula "La historia verdadera, no la mal contada" sale Jade, la hija de Maykel. Y a partir de Jade, la gente se emociona y se le pone la piel de gallina, sobre todo cuando canta: "los pollitos dicen pío pío pío cuando tienen hambre, cuando tienen frío". Ella lo cantó como una niña más que canta esa canción, como todos la hemos cantado, pero hace llorar a la gente, porque cuando tú vienes de donde vienes, de las imágenes que ves, y esa niña canta eso, la canción cobra un sentido diferente y se te caen las lágrimas. Una niña preciosa, valiente, que tiene a su padre preso, un hombre que no ha hecho nada delictivo, que las Cortes Internacionales ya han dicho que el juicio de Luis Manuel y de Maykel no tiene ningún sentido, fueron condenados sin abogado defensor, sin testigos, están en cárceles de máxima seguridad. Esta semana hemos ido a visitar al padre Ángel, tratando de que a través de la Iglesia podamos mandar alimentos y productos de aseo para Maykel y Luis Manuel, y la Iglesia tampoco puede ayudarnos.

P.- ¿Por qué no les puede ayudar?

 R.- Nos han dicho que no pueden, que es un tema delicado. Eso es lo que nos han dicho.

P.- Otro que también enseguida usó Patria y Vida como lema fue José Daniel Ferrer, también en la cárcel y sin juicio.

R.- Es terrible lo de José Daniel, también está en el documental. Es un valiente y él solo merece un documental.

La pareja decidió estrenar el filme en España "para que los medios de comunicación tuvieran la oportunidad de ver lo que pasa en la Isla". / 14ymedio

P.- ¿Por qué cree que después de tantos años, con tanta información disponible, la realidad de Cuba sigue tergiversada, sobre todo en España?

R.- Mira, me alegro de que me hagas esta pregunta. La razón por la que hemos decidido estrenar aquí, que es el país más difícil, es porque era necesario, para que los medios de comunicación tuvieran la oportunidad de ver lo que pasa en la Isla, publicarlo. Lo que va a hacer un cambio del contexto de la Isla es la gente haciendo ruido. El lunes ya los medios nos publicaron, como ocho periódicos, porque la noticia era la sorpresa del cine español Patria y Vida, porque nadie daba un duro por nosotros.

Cada persona que decide ir al cine es una suma a algo que tiene que hacer ruido, porque esa es la finalidad nuestra. O sea, que cubran no a nosotros nada más, que cubran lo que está pasando en Cuba desde diferentes puntos de vista, porque al final es siempre el mismo, es la represión. Esto es lo primero. Efectivamente, aquí hay un mirar para otro lado porque Cuba se romantizó en un momento determinado y la gente vive en esa romantización. 

El otro día a Yotuel una persona le dijo, y estoy segura que la persona no se lo decía para ofenderle: “fui a Cuba y me flipó, es como viajar al pasado”, y Yotuel le dijo: "es que los cubanos no quieren vivir en el pasado, los cubanos quieren vivir el presente". A Yotuel le molesta mucho eso, como le molesta ver actores que van y se hacen una foto en el almendrón con el mojito, o cantantes, y dicen qué bonita es Cuba, qué bonita es la gente subidos en un coche al que no tienen acceso los cubanos de a pie y tomándose un mojito que vale el sueldo de un médico. 

P.-¿Cuál fue su primer contacto con Cuba?

R.- Nada más llegar con Yotuel a La Habana, al aeropuerto. Yo iba con varias maletas porque traía regalos para la familia de Yotuel. Era la primera vez que los iba a ver, los iba a conocer, llevaba como tres maletas y dos eran de cositas para la gente. Y Yotuel llevaba una maleta. Ya solamente pasar el control de policía, cómo me trataron a mí, cómo me dejaron pasar las maletas sin absolutamente ningún problema, "bienvenida a Cuba", y cómo maltrataron a Yotuel… Nada más desde que entramos, le metieron en el cerco policial, le tuvieron una hora retenido, le abrieron la maleta.

¿Qué es lo que no vio el pueblo de Cuba y qué es lo que muestra el documental? Que en un día el mundo entero habló de ellos y que si se hubieran mantenido en la calle, hoy estaríamos hablando de libertad

P.- ¿Sabiendo quién era él, o sea, reconociéndolo?

R.- Sí. Yotuel, también lo cuenta la película, empezó a hacer rap en los años 90. Salió a París, formó Orishas y el éxito de Orishas fue muy grande. Entonces el Gobierno quiso que Orishas hicieran conciertos y ellos se negaron a cantar para la dictadura, así que estuvieron prohibidos en Cuba. Yotuel además aquí, en medios, siempre decía “libertad para Cuba”, “Cuba necesita una democracia”, entonces no era bienvenido. Yotuel, que es hijo único, tenía a su madre, a la que no dejaban salir de Cuba. Una de las veces logramos que mi suegra viniera, pero no mi suegro. Las veces que he ido a Cuba ha sido para ver a su familia, que no podíamos traer. 

Llegábamos y todo el rato la sensación es “tú no eres bienvenido aquí”. Nos ponían gente para vigilarnos, venían a todas partes con nosotros y era muy incómodo sentir que teníamos gente encima.

P.- Luis Manuel en la cárcel, Maykel en la cárcel, José Daniel en la cárcel. ¿Qué esperanza hay? ¿Cómo ven ustedes el futuro de Cuba? ¿Qué tiene que pasar? Pareció que el 11 de julio ya era, y de pronto todo eso se esfumó en la represión y el miedo.

R.- Yo creo que hay una realidad que no se le contó a los manifestantes del 11 de julio. Si tú sales a la calle, te cortan internet y lo único que ves es represión para los que se manifestaron, no vuelves a salir. Ahora, ¿qué es lo que no vio el pueblo de Cuba y qué es lo que muestra el documental? Que en un día el mundo entero habló de ellos y que si se hubieran mantenido en la calle, hoy estaríamos hablando de la libertad de Cuba. Porque es una guerra ideológica. Se ha sostenido mucho la idea de que los cubanos están bien, que están contentos, y el 11 de julio rompió esa idea. Nosotros solo somos artistas, músicos, un granito de arena pequeño, pero sí creo que en esta guerra ideológica es muy importante que los cubanos de aquí hagan ruido para romper esta actitud en España de mirar para otro lado cuando se trata de Cuba.

Cuando la gente sale a la calle es cuando realmente el mundo se pone a mirar. Yo siento que también la gente en la Isla, cuando puedan ver el documental, van a ver un lado que no vieron, la repercusión a nivel internacional que suscitó su valentía. Tengo esperanza de que esto ayude a que salgan a la calle. Porque lo que es verdad es que todo se tiene que activar desde dentro. Son los cubanos los que tienen que luchar por su propia libertad, como cualquier otro país; son ellos los que tienen que prender la mecha.

P.- ¿Ustedes volverían a Cuba en caso de que llegara la libertad?

R.- Por supuesto, cogeríamos el primer vuelo. Además, mira, el manager de Celia Cruz, Omer Pardillo, nos contó que ella decía todo el tiempo que iba a volver a Cuba libre y que cuando llegara a La Habana la iba a esperar un autobús de dos plantas, de esos que por arriba no tienen techo, para ir cantando sus canciones desde el aeropuerto hasta La Habana, que no quería perder ni un segundo en un coche, que quería ir cantando. Ojalá podamos cumplir el sueño de Celia. Luego me echa un jarro de agua fría Yotuel y me dice: "Mami, ese autobús no existe en Cuba".

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