José Antonio Torres: "Solo la presión internacional me sacará de la cárcel"
La pasada semana el Departamento de Estado de EE UU eligió al periodista cubano José Antonio Torres para dar inicio a la campaña por el Día Mundial de la Libertad de Prensa, este 3 de mayo. La iniciativa denuncia crímenes y abusos de que son víctimas los trabajadores de la información en varios países. El reportero fue condenado en 2011 a 14 años de privación de libertad por el delito de espionaje y esta semana ha conversado sobre su actual situación desde la cárcel, vía telefónica, con 14ymedio.
Pregunta. ¿Sabía que su nombre fue incluido en en esa lista de periodistas que han sufrido un ataque contra la libertad de prensa?
Respuesta. No lo sabía, me entero ahora. Quiero agradecer a quienes han tenido el gesto de apoyarme estando en la cárcel, donde he pasado cinco años y dos meses. La inclusión de mi nombre en esa campaña es una prueba de que la prensa cubana, sobre todo la contestataria, hace todo lo posible por que las injusticias se resuelvan y se resuelvan de inmediato. Lo agradezco muchísimo, como periodista y como ser humano, porque lo que he pasado junto a mi familia es inhumano.
P. ¿Un gesto de esa naturaleza por parte del Gobierno de EE UU lo beneficia o complica más su situación?
R. Más complicado de lo que estoy, no puedo estar. Al ser periodista del principal periódico del país, con un trabajo considerado como excelente y además felicitado por el propio presidente Raúl Castro, lo que me sucedió no tiene sentido. Tener una opinión contraria en este país a veces es muy difícil, pero debería haber espacio para todos los criterios. En Cuba tenemos que resolver nuestras diferencias.
Nunca debí estar en la cárcel con personas que nada tienen que ver con mi conducta, con cleptómanos, traficantes, asesinos y homicidas. Jamás debí estar con esas personas, porque no he cometido ningún delito
P. ¿Ha vivido momentos difíciles en la cárcel?
R. Nunca debí estar en la cárcel con personas que nada tienen que ver con mi conducta, con cleptómanos, traficantes, asesinos y homicidas. Jamás debí estar con esas personas, porque no he cometido ningún delito.
P. ¿En qué cárcel se encuentra confinado en estos momentos?
R. Estoy en el llamado “programa de confianza” en Santiago de Cuba, que está en la carretera de Mar Verde. Se llama Centro de Estudio y Trabajo Confianza, Mar Verde.
P. ¿Cuál es su régimen penitenciario en la actualidad?
R. Es un régimen de mínima severidad y permanezco aquí durante dos meses, entre 45 y 60 días, luego tengo un pase de 72 horas para ir a mi casa. En estas condiciones estoy desde abril del pasado año cuando sesionó la Cumbre de las Américas donde conversaron Barack Obama y Raúl Castro.
P. ¿Alberga esperanzas de obtener una rebaja en la condena?
R. Una rebaja en la condena es muy difícil, no creo que lo vayan a hacer. Solo la presión internacional me sacará de la cárcel. Es justamente la prensa, mis compañeros, que hasta ahora han estado callados, los que pueden hacerlo, los que tienen la llave contra la intolerancia.
Aquí han dicho muchas veces que no existen presos políticos. Pero si no existen presos políticos en Cuba, ¿qué hago yo preso?
P. ¿Sigue sosteniendo su inocencia?
R. Absolutamente. Aquí han dicho muchas veces que no existen presos políticos. Pero si no existen presos políticos en Cuba, ¿qué hago yo preso?
P. ¿Se ha mantenido haciendo periodismo?
R. Tengo un largo artículo bajo el título de El peso de la esperanza, que quisiera a enviarlo a la prensa estadounidense. También otros textos hechos desde la prisión sobre diversos temas, como el acercamiento entre los Estados Unidos y Cuba, desde la visión de un periodista que está cautivo.
P. ¿Aún se considera un hombre fiel al gobierno cubano?
R. Me considero fiel a mi patria. Los cubanos hemos estado discutiendo en Miami, Washington, Madrid o Francia porque no nos dejan discutir los problemas que tenemos que discutir en Santiago, Santa Clara, Camagüey o La Habana. Al Gobierno no tengo nada que decirle, hay una divisa que dice: las personas decentes no pueden aceptar un gobierno que los ignora.
P. ¿En qué medio periodístico le gustaría trabajar en un futuro?
R. (Risas) Quizás 14ymedio sería un buen espacio. De todas maneras tengo una sanción suplementaria que dice que no puedo ejercer el periodismo… por lo menos en los órganos oficiales. Me gustaría colaborar como corresponsal en un medio de prensa extranjera, no me queda otro remedio. Lograr publicar en The New York Times, El Nuevo Herald o El País, de España, se cuenta entre mis aspiraciones.
Tengo sobre mí muchas presiones, pero voy a hacer todo lo posible porque sea justamente aquí en Cuba donde pueda dar la batalla
P. ¿Tiene planes de salir de Cuba una vez que lo liberen?
R. Donde tenemos que dejar nuestra vida es aquí en Cuba. Tengo sobre mí muchas presiones, pero voy a hacer todo lo posible porque sea justamente aquí en Cuba donde pueda dar la batalla.