Lilo Vilaplana habla de su película 'Plantadas': "Hacer justicia histórica me reconforta"

Dentro de Cuba se puede ver el filme con el enlace que se manda a través de amigos

Ex presa política (izquierda) Alicia del Busto, con las actrices Jennifer Rodríguez y Rachell Vallori, y Lilo Vilaplana durante el rodaje
Ex presa política Alicia del Busto (izquierda) durante el rodaje, con las actrices Jennifer Rodríguez y Rachell Vallori, y Lilo Vilaplana / Cortesía / Alfredo de Armas
Reinaldo Escobar

15 de junio 2024 - 13:45

La Habana/En una estrecha celda, sucia y abarrotada, varias prisioneras se apoyan entre ellas para no perder la cordura ni la vida. Las guardias traen a una mujer golpeada al calabozo y las presas la reciben con palabras de ánimo a pesar de la situación en la que se encuentran. La escena, de la película Plantadas, muestra la importancia de la solidaridad en el presidio político cubano y se adentra en una parte de la historia nacional silenciada por el discurso oficial.

Lilo Vilaplana habla con 14ymedio de su obra, que da una sacudida contra el olvido y es un homenaje a esas féminas que advirtieron, muy tempranamente, la deriva autoritaria del régimen de Fidel Castro.

Pregunta. ¿Cuán difícil fue procesar todas las horas de entrevistas con ex prisioneras políticas cubanas y concentrarlas en dos horas de película?

Respuesta. Fue como armar un rompecabezas para que el producto final reflejara la historia contada por cada una de ellas. Plantadas no es un documental, ni un docudrama, sino que partimos de historias reales para crear una trama entretenida que dispone de tres personajes femeninos, con sus líneas dramáticas, en representación de las miles de presas políticas que han habido en Cuba desde 1959 por no estar de acuerdo con un sistema que fue implantado con sangre, terror, traiciones y mentiras. El trabajo que hicimos con el escritor Ángel Santiesteban fue justamente crear esas tramas y subtramas. Acomodar la acción a partir de los relatos iniciales fue un reto difícil y necesitó de muchas horas de trabajo. 

P. ¿Cómo fue la investigación previa para localizar, coordinar encuentros y lograr el testimonio de estas mujeres? 

R. Todo empezó cuando, un día, saliendo de una actividad de las muchas que hay en Miami, mi amigo el incansable luchador anticomunista Reinol Rodríguez me dijo que si los presos tenían su película, Plantados, las presas políticas merecían la suya. Empezamos a localizarlas. Mi esposa y productora, Irasema Otero, tuvo la paciencia de ir hablando con muchas que no conocíamos. Había mucho dolor, mucho olvido. Casi todas viven de manera muy humilde en Miami. Fuimos a sus casas, incluso viajamos largas horas hasta otras ciudades para lograr tener la mayor cantidad de información posible.

P. ¿Encontró alguna reticencia por parte de las entrevistadas para contar su historia?

R. Algunas no quisieron hablar, porque no querían abrir esa herida. Las entiendo, hay historias dolorosas, muchas no pudieron tener hijos, a otras los comunistas le decían a los hijos que ellas estaban presas porque no querían estar con ellos. Fueron muchas las torturas, humillaciones y dificultades que les provocó el cautiverio. 

Algunas no quisieron hablar, porque no querían abrir esa herida. Las entiendo, hay historias dolorosas, muchas no pudieron tener hijos

Actualmente, varias de las que no nos dieron inicialmente su testimonio, al ver el filme nos han comenzado a acompañar a actividades para ofrecer su testimonio al público. La primera en contarnos su historia fue América Quesada, que no pudo ver la película terminada, porque murió unos días antes de empezar el rodaje. Del dinero que se había recaudado hasta ese momento para el filme le entregamos la suma necesaria para la cremación a su familia, porque estaba con dificultades económicas.

P. En la reconstrucción de las locaciones, especialmente en las escenas en exteriores y en las del interior de las cárceles, da la impresión de que se buscó un contraste entre luces y sombras, entre claridad y tinieblas.

R. Cada espacio tiene una atmósfera específica. Es algo que teníamos muy claro desde el principio. La luz, el sonido, los planos de cámara, el arte de cada espacio fue trabajado con muy pocos recursos, pero con mucho rigor y cuidado. Teníamos claro que debía existir una marcada diferencia en estos ambientes.

P. Entre las protagonistas se ven varios rostros de cubanas que han emigrado recientemente a Estados Unidos y que en Cuba fueron adoctrinadas para ver a los presos políticos como mercenarios. ¿Fue difícil para ellas encarnar a esas prisioneras?

R. Fue una mezcla muy interesante de actrices y actores de experiencia y de largo exilio, con otros que llevan algún tiempo en la diáspora. Entre ellos había varios recién llegados que hasta hace poco protagonizaban películas con el Icaic [Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos]. Fue muy interesante, porque se acoplaron. 

Todos conocían la película Plantados. La habían visto en Cuba y aquí se entrevistaron con muchos de esos presos y también con las presas políticas. Les pedían consejos, les preguntaban, y así conocieron la historia de primera mano, eso es un lujo para cualquier actor. Pudieron comprender los sucesos que ocurrieron en la Isla y lamentaron tantos años de adoctrinamiento inútil. 

P. Todo proyecto cinematográfico tiene un momento en que parece que no va a salir adelante ¿Lo tuvo también Plantadas?

R. No, Plantadas no pasó por ese proceso, los involucrados en el proyecto confiábamos en que se iba a hacer, contábamos con el apoyo de unos pocos políticos, algunos empresarios, personas de pueblo y exiliados que aportaban lo que tenían para que se lograra hacer la película. Lo mismo nos regalaban la alimentación, que ofrecían una locación y donaban objetos de época, que se brindaban a construir lo que se necesitara o colocaban su automóvil de época en función del proyecto. Vilaplana Films puso a disposición del filme elementos de producción, muchos vestuarios, piezas de ambientación, armas de utilería, equipos de filmación, de manera gratuita para bajar los costos y poder terminar la película con el poco dinero recaudado. No tuvimos el presupuesto de Plantados, pero ya teníamos la experiencia de esa primera película.

Adelanto que viene otra película con el tema del presidio en Cuba, porque estamos trabajando en un nuevo proyecto

P. ¿Le preocupa quedar encasillado como el director que aborda el presidio político cubano?

R. No me preocupa, porque mi obra desmiente esa afirmación. Tengo en mi carrera muchos títulos distintos. He sido director de series de narcotráfico con éxito internacional como El Capo (dirigí Las cuatro temporadas), Perseguidos, La Mariposa y Dueños del Paraíso. También como director he participado en otras series internacionales como Lynch, Mentes en Shock, Sin Retorno, Tiempo Final y Zona Rosa. He dirigido telenovelas: La Dama de Troya, Por amor, Un sueño llamado Salsa, El pasado no perdona, Me amarás bajo la lluvia, La Traicionera y Retratos… entre muchas otras. Además, he sido director de cortometrajes como La muerte del Gato, La Casa Vacía, Los Ponedores, a los que se suman series de docudramas al estilo de Arrepentidos, Siguiendo el Rastro, Expediente, Unidad Investigativa y Leyendas del Exilio.

Adelanto que viene otra película con el tema del presidio en Cuba, porque estamos trabajando en un nuevo proyecto para contar lo que ocurrió en los campos de concentración que los comunistas llamaron Umap [Unidades Militares de Ayuda a la Producción]. Hemos ganado varios premios con muchas de nuestras producciones.

P. Dicen que hacer cine se parece mucho a la labor de un artesano. ¿Por dónde empieza a dar forma a una película? 

R. La creación tiene caminos insospechados y nunca un proceso se parece a otro. A veces tienes la película y otras veces la película te busca a ti. Plantadas fue un sueño que tuvo Reinol Rodriguez, y yo, junto a mi hijo, Camilo Vilaplana, en la dirección, se lo hicimos realidad, contando con un gran equipo de producción, técnicos, artistas y un exilio que ha apoyado este proceso apropiándose de una obra que trata sobre el abuso a los derechos humanos. 

P. Hace apenas unos días llegó a Miami el activista Lázaro Yuri Valle Roca, prácticamente desde la prisión lo llevaron al aeropuerto de La Habana para forzar su salida. Tal pareciera que, 60 años después, para los opositores en la Isla las opciones siguen siendo las mismas: cárcel o exilio. ¿No le desanima?

R. Eso quiere el castrismo, desanimar la lucha. Pero nosotros siempre estaremos frontales a la dictadura, con la esperanza de que un día terminará esta pesadilla. Yo nunca seré parte de obras que desalienten la lucha. Saber que hombres como Lázaro Yuri Valle Roca, José Daniel Ferrer y tantas mujeres presas políticas no se rinden da esperanza.

P. ¿Qué va a hacer con todas esas horas de entrevistas con prisioneras políticas que realizó para conformar la historia de Plantadas? ¿Se avecina un documental?

R. Por lo pronto, las entrevistas de Plantados y Plantadas estarán todas en el Museo Americano de la Diáspora Cubana, es un tesoro al que quiero que tenga acceso todo el que desee. Si con mis películas logro recordar estas etapas oscuras de la dictadura castrista en Cuba para que nunca más se repita, solo por eso habrá valido la pena realizar estos filmes históricos.

Si con mis películas logro recordar estas etapas oscuras de la dictadura castrista en Cuba para que nunca más se repita, solo por eso habrá valido la pena

P. Una cosa es llegar al público cubano y otra alcanzar a espectadores más alejados de la realidad de la Isla. ¿Cómo le ha ido a la película en festivales y plataformas?

R. Llegar al público cubano es importante, pero llegar al mundo es un reto. La película Plantadas, por ejemplo, siempre que se proyecta abarrota los teatros. Pero es absolutamente curioso cómo se las ingenia el castrismo para tener fichas y cómplices que tratan de impedir que estos temas lleguen a festivales y plataformas donde casi siempre te alegan que si es "tema de política" no les interesa. 

"Política" se refiere cuando se denuncia al castrismo, si es un producto financiado por la tiranía, lo aceptan y le cambian los términos. No entiendo como un sistema tan macabro tiene tantos cómplices. De todos modos se ha trabajado mucho y hemos logrado cuatro premios en distintos festivales, además de estar 10 semanas en la cartelera de los cines en Miami y en muchas ciudades de EE UU. También Plantadas se ha proyectado en varios países como Canadá, Puerto Rico, Colombia, República Dominicana, Bahamas y otros. Ahora , gracias al trabajo de nuestras distribuidoras de VIP 2000, estamos en la mayor plataforma de streaming en español y en la primera semana se colocó entre las cuatro películas más vistas, compitiendo con las grandes producciones de Hollywood y otros países  fuertes en el mercado. Plantadas está disponible para toda América Latina y EE UU en la plataforma VIX y ya se le hizo doblaje al inglés. Estamos trabajando con plataformas en Europa para seguir divulgando este mensaje. 

P. Dentro de Cuba ver Plantadas se ha convertido en una acto que prácticamente hay que hacer a escondidas. ¿Qué esfuerzos se han realizado para que llegue al público en la Isla? 

R. El público en la Isla tiene su propio enlace para ver la película y contamos con varios amigos que la distribuyen. También se lo envío a todo el que me lo pide. A veces se reúnen grupos y la proyectan y debaten sobre la película.

P. ¿El cine Yara, La Rampa, el Chaplin o el Payret? ¿En cuál de estas salas cree que se proyectará Plantadas por primera vez en La Habana?  

R. Plantadas se va a proyectar en una Cuba libre y se va a estudiar un día en las universidades cubanas, al igual que Plantados, porque la historia es la memoria de los pueblos y los presos políticos que han entregado años de sus vidas encarcelados para que su patria sea libre, democrática y próspera, tienen que ser recordados como merece su sacrificio. Hacer justicia histórica me reconforta y alivia el dolor de esta separación familiar, de los tantos fusilados, muertos y asesinados por culpa de un sistema que nunca debió instalarse en Cuba.

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