"Quiero vivir en un país cuerdo, porque Cuba ahora mismo es una locura"
El humorista Alian Aramis conversa con ‘14ymedio’ tras salir de la Isla empujado por las presiones y la censura
La Habana/En un video desde Guyana se le ve disfrutando de un vaso de helado, con la voracidad de un niño, mientras critica la burocracia cubana, la fallida Tarea Ordenamiento y la absurda dolarización parcial de la economía. Es el humorista Alian Aramis, quien recientemente salió de la Isla cercado por las presiones tras dedicar un tema musical a Sandro Castro, el petulante nieto de Fidel Castro.
Abogado, zapatero, albañil, creador ingenioso de memes y con un canal de YouTube recién estrenado, el artista, de 41 años, conversa con 14ymedio sobre su carrera, el impacto que tuvo en su vida la canción ¡Que vaya el Sandro! y lo que ha descubierto tras salir por primera vez de ese país que es la fuente de todos sus chistes y de sus preocupaciones.
Pregunta. "Juan sin nada… Juan sin tierra", se escucha en su tema más popular ¿Por qué apeló a los versos de Nicolás Guillén?
Respuesta. En mi humor siempre estoy parodiando poemas y canciones. He parodiado poemas de José Martí y de Bonifacio Byrne. Me pareció una oportunidad genial para comparar lo que expresó Guillén en su momento con lo que quería expresar yo, Juan Sin Nada.
P. Algunos humoristas han usado las redes sociales para difundir su arte, muchos tienen libros editados y otros actúan en teatros o clubes privados, pero usted echa mano de la inteligencia artificial ¿Por qué?
R. Empecé en las redes porque es la primera oportunidad que tiene cualquier cubano que quiera hacer alguna manifestación artística. A partir de ahí fue que me empezaron a llamar para estar en peñas y teatros. Soy el autor de ¡Que vaya el Sandro!, escribí la letra y el perfil de Facebook de Edmundo Dantés Jr. hizo la música con Inteligencia Artificial. La IA brinda muchas ventajas, es muy rápida. También tengo cuentos, versos, memes, parodias, crónicas porque escribir desde el humor es mi pasatiempo, lo disfruto. Si además, gusta y se riega, es un plus.
"Empecé en las redes porque es la primera oportunidad que tiene cualquier cubano que quiera hacer alguna manifestación artística"
P. ¿Por qué tomó la decisión de salir de Cuba?
R. Puse la canción en las redes y, de momento, me empezaron a decir que era un "odiador", que era un enemigo, solo porque estaba criticando la vida de lujo y ostentaciones de Sandro Castro. Cuando no entras por el aro, cuando no te sometes, cuando no te rebajas ante ellos entonces te convierten en enemigo. Tú no te conviertes, ellos son los que te convierten en enemigo porque los verdaderos "odiadores" son ellos.
Previo a la canción ¡Que vaya el Sandro! ya se me habían cerrado puertas por el contenido de mis chistes. Un espectáculo en el teatro Astral, con las entradas vendidas, fue suspendido porque le metieron miedo al director dado que yo era el presentador. Presentaba proyectos y me decían "déjalo por ahí" pero luego nunca me llamaban. La peña que hacía en el bar de 23 y 12 también me la cancelaron. Dos días después de que saliera el tema musical, tenía un show por fin de año en Nave Oficio de Isla y habían recibido una llamada del Consejo Nacional de las Artes Escénicas para que no me dejaran subir al escenario. Por suerte, Osvaldo Doimeadiós se puso fuerte y pude presentarme.
No eran alucinaciones mías, me fui quedando sin oportunidades, ya no tenía un espacio fijo y cuando llamaba a los colegas me daba cuenta de que estaban entre la espada y la pared porque yo estaba marcado como “apestado” desde arriba. Algunos me decían que podía ir a un espectáculo pero que no lo anunciara en las redes, que no me grabara. Eso lo conocía de unos años antes cuando los jóvenes humoristas del grupo Los Reemplazables invitamos a una presentación a Ulises Toirac y después lo que nos buscamos fue candela, porque él estaba en una lista negra.
No hice la canción para ganarme una visa, ni para engordar un expediente o ganarme un asilo político, no trabajo para eso. En realidad, no tenía pensado salir de Cuba de forma definitiva. Ahora, después de que salí para Guyana he sabido de colegas a los que les han dicho que no pueden darle un like a una publicación mía. El que comente un meme mío siendo humorista y estando en Cuba sabe que está sentenciado.
"No hice la canción para ganarme una visa, ni para engordar un expediente o ganarme un asilo político, no trabajo para eso. En realidad, no tenía pensado salir de Cuba"
P. Está actualmente en Guyana. ¿Tiene algún destino en mente?
R. Salí para Guyana porque los cubanos no necesitamos visa para entrar a este país. El objetivo era salir, ya veremos qué pasa aunque he estado escuchando recomendaciones de otros cubanos que se establecen en Brasil, en Uruguay o Chile. Otros se van más al norte, a México.
P. Para un humorista es muy difícil seguir su trabajo fuera de su país, donde están la mayor parte de las referencias para reírse con sus chistes ¿Piensa seguir en el humor?
R. Me veo apto para adaptarme a hacer humor en otro lugar. Por estar fuera no voy a dejar de hacer chistes, seguiré haciendo humor porque es lo que hago desde que tengo uso de razón. Pero, si no puedo trabajar como humorista para ganarme la vida no voy a morirme. Sé hacer muchas cosas: zapatos, trabajos de reparación electrónica o levantar un muro. Puedo aprender otros oficios y no me asusta hacerlo.
P. ¿Cuáles son las impresiones más importantes que ha tenido de Guyana?
R. Nunca había viajado. Aunque llevo poco tiempo en Guyana, estar aquí me ha confirmado lo mal que está Cuba y la gente no tiene ni idea de lo mal que vive. La variedad de comida aquí es increíble, las tiendas abastecidas, las calles limpias. Conozco cubanos que viven aquí, tienen un trabajo, se pagan la renta, los alimentos y están reuniendo dinero ¿Quién en Cuba puede hacer eso?
Los guayaneses, después del trabajo, se sientan en algún lugar a tomar una cerveza o un refresco, algo que en Cuba no se puede hacer. Viven una vida mucho más relajada que nosotros. Después de los 60 años tienen derecho a usar el transporte público gratis, cuentan con las plazas de parqueo mejor ubicadas y con muchos programas sociales y públicos que me han hecho preguntarme pero ¿esto es el capitalismo?
Vi en la basura una bicicleta pequeña que muchos niños cubanos quisieran tener. Me encontré un refrigerador, también botado, que muchas familias de mi país no tienen uno así. Estamos hablando, además, de Guyana, un país del tercer mundo ¿Pero si este es el tercero en cuál está Cuba?. A donde quiera que miro veo gente trabajando y prosperidad.
"Vi en la basura una bicicleta pequeña que muchos niños cubanos quisieran tener. Me encontré un refrigerador, también botado, que muchas familias de mi país no tienen"
P. ¿En qué tipo de país quiere que crezcan sus hijos?
R. Un país donde no haya un Sandro con privilegios que no se ganó. Libre de ideologías absurdas y extremistas, que solo crean odio y división, donde mis hijos se puedan desarrollar, sin necesidad de tener que emigrar para cumplir sus sueños. Quiero un país cuerdo, porque Cuba ahora mismo es una locura, que cuente también con plenas libertades y en el que pueda expresarme como artista. Un país en el que, si un funcionario está haciendo las cosas mal, y lo critico con mi humor que no tenga que exiliarme por eso.
Quiero un tipo de país donde el periodismo que se haga fuera de las instituciones del Estado no sea mirado como el enemigo. Si un artista es entrevistado por uno de esos medios independientes o por uno extranjero que eso no se tome como la evidencia de que es el enemigo, de que es parte de una campaña de la CIA. Si tú quieres ser comunista, puedes serlo, pero el liberal también debe tener ese derecho.
P. ¿Extraña los apagones?
R. Eso no se extraña, se olvida rapidísimo. Una de las mejores sensaciones que siento ahora es estar a salvo de los apagones. Saber que puedo dormir sin el susto de que me van a quitar la corriente, que puedo estar trabajando en mi computadora o haciendo algo que depende de la electricidad y tener la tranquilidad de que no me la van a quitar. No, no extraño los apagones, para nada.