Unificar la moneda. Sí, pero ¿cómo?
La eliminación de la dualidad monetaria no tendrá efectos directos e inmediatos significativos
La dualidad monetaria constituye uno de los obstáculos más importantes para el progreso de la nación
Desde 1994 conviven dos monedas en la Isla: el devaluado peso cubano (CUP), con el que la mayor parte de la población cobra sus salarios y paga productos y servicios básicos; y el peso convertible o CUC, moneda fuerte, equiparable al dólar o a 25 CUP.
La unificación monetaria es una de las principales medidas previstas en el proceso de "actualización del modelo económico". Se hará de manera gradual (primero en empresas y después para el resto de la población): desaparecerá el CUC y quedará en circulación el peso cubano, aunque no se ha desvelado ni la fecha de culminación del proceso ni cómo quedará la tasa de cambio.
"La dualidad monetaria constituye uno de los obstáculos más importantes para el progreso de la nación", ha afirmado Raúl Castro. La población responsabiliza a este sistema por la brutal pérdida de su poder adquisitivo. Sin embargo, los economistas piden precaución a la hora de abordar la reforma ante el posible riesgo de inflación, la incertidumbre sobre las cuentas bancarias en moneda convertible o cómo solucionará el Estado la previsible eliminación de algunos subsidios a la población.
"La eliminación de la dualidad monetaria no tendrá efectos directos e inmediatos significativos", advierte el economista Pavel Vidal. "Los principales beneficios de la devaluación se ubicarían en los exportadores, los cuales verán incrementada su rentabilidad y competitividad. Asimismo, los productores nacionales apreciarán una mejora relativa de su competitividad frente a los bienes y servicios importados", aseguró en una entrevista con Espacio Laical. Vidal considera necesaria la integración monetaria y cree que esto hará que la economía cubana esté mejor interrelacionada con el mundo y hará más atractivo el mercado, puesto que hoy las posibilidades están limitadas a los sectores que operan en moneda convertible.
Las mejoras para la vida diaria de la población tardarán más en llegar y todo dependerá de cómo se ejecuten las reformas. "No se deben albergar muchas esperanzas en relación con una eventual reevaluación del tipo de cambio del peso cubano, pues las experiencias internacionales indican que en situaciones de tipos de cambios múltiples la convergencia siempre tiende al tipo de cambio más alto (más devaluado) que es el que usualmente está más cercano al equilibrio. (...) Por tanto, es necesario conocer cómo las autoridades manejarán (los) impactos potenciales en los salarios y en los precios al consumidor, es decir, cómo manejarán las implicaciones inflacionarias de la devaluación".
El propio Gobiermo reconoce que "la unificación monetaria por sí misma no resolverá todos los problemas de la economía", sino que forma parte indispensable de un conjunto de políticas para aumentar la eficiencia y la productividad laboral.