La Habana cobrará multas de hasta 3.000 pesos por tirar basura en la vía pública

La Habana/A lo largo de este fin de semana los habitantes de la capital se han enterado de la existencia del “movimiento popular por una Habana más bella, limpia y saludable". La iniciativa, que entra en vigor el 1 de marzo, ha sido presentada como algo a realizar "desde la comunidad", pero ha surgido de las oficinas del gobierno provincial y el apoyo de sus correspondientes "factores", entiéndase, el Partido, los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas y la Asociación de Combatientes.

La inspiración declarada en la que se fundamenta el movimiento ha sido la alerta lanzada por el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, el pasado mes de diciembre, cuando, frente a los diputados de la Asamblea Nacional, formuló la siguiente pregunta: ¿De qué valen las obras por los 500 de La Habana, que han engalanado a la capital, si la higiene de la ciudad vuelve a desaparecer entre montañas de basura? "

Retórica aparte, lo cierto es que La Habana se ha ganado la reputación de ser la más sucia y maloliente ciudad de todo el país y la fórmula con que se pretende higienizarla, o mejor disciplinarla, no será, como pudiera suponerse, apelando al amor de los ciudadanos por su capital, sino imponiendo un severo sistema de inspección respaldado por multas de 30 a 60 veces más altas que las que se aplicaban hasta el 29 de febrero del presente año.

Por ejemplo, las multas por arrojar papeles o basura en la vía pública fuera de las papeleras, serán de 50 a 300 pesos en lugar de cinco pesos.

Las multas por arrojar papeles o basura en la vía pública fuera de las papeleras, serán de 50 a 300 pesos en lugar de cinco pesos.

El que bote la basura doméstica en los contenedores fuera del nuevo horario establecido de las 6 de la tarde a las 10 de la noche se arriesga a multas de hasta 1.500 pesos. Colocar escombros fuera de los puntos definidos por los Consejos populares se multa con 3.000 pesos. Los que sin solicitar permiso ejecuten obras que afecten las aceras o vías públicas y no lo vuelvan a dejar todo en su estado original se verán obligados a pagar una multa de hasta 2.500 pesos.

Entre el grupo de nuevas medidas se encuentra también la obligación de cada entidad estatal o social de hacerse cargo "de la higienización y embellecimiento permanente de sus establecimientos, incluyendo su entorno perimetral."

Reinier Arias, subdirector general de la Dirección de Servicios Comunales, explicó a la prensa oficial que la razón por la que se había aumentado el costo de las multas era porque "eran muy bajas", lo que propiciaba la indiferencia ante las medidas de higiene de la ciudad.

Entre las nuevas medidas se encuentra la obligación de cada entidad estatal o social de hacerse cargo "de la higienización y embellecimiento permanente de sus establecimientos, incluyendo su entorno perimetral."

El funcionario enfatizó que ahora se cuenta con nuevos camiones, entre ellos "tres donativos procedentes de Japón, Austria y China, con más de 200 equipos y un valor superior a los 30 millones de dólares", lo que, según él, permite responder en mejores condiciones. A esto se suma que esta actividad tiene un tratamiento diferenciado en el tema del combustible, lo que permite recoger y trasladar diariamente los 23.800 metros cúbicos de desechos que generan cada día los más de dos millones de habitantes de La Habana más una "población flotante" de alrededor de 500.000 personas.

Las asambleas de vecinos donde se informaron sobre estas nuevas medidas fueron propicias para que las personas sacaran a relucir viejos problemas relacionados con basureros que nadie se ocupa de eliminar, calles con baches "históricos", tuberías de aguas albañales rotas que inundan las calles de inmundicia, escasez de recursos para reparar las viviendas y todo un rosario de calamidades que, según definió un vecino del barrio Buena Vista en el municipio de Playa, necesitarían "otro tipo de movimiento popular para hacer más digna la vida de la gente."

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