El ALBA apoya sin fisuras a Venezuela y crea un grupo de mediación con EE UU
Caracas/(EFE).- La Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) mostró el martes un apoyo sin fisuras a Venezuela, tras ser señalada desde EE UU como una "amenaza extraordinaria" para su seguridad, al tiempo que acordó crear un "grupo de facilitadores" para mediar entre los dos países.
Tras una larga reunión vespertina los integrantes del ALBA acordaron una declaración en la que mostraron su respaldo a Venezuela y solicitaron al presidente de EE UU, Barack Obama, derogar la orden ejecutiva que consideró una "amenaza" al país caribeño.
El grupo de facilitadores formado por el ALBA, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Comunidad del Caribe (Caricom en inglés) tendrá por objetivo "facilitar una diplomacia de compromiso" entre ambos gobiernos "para aliviar las tensiones y garantizar una resolución amigable".
Los países de la alianza piden a EEUU "acoger y establecer un diálogo con el Gobierno de Venezuela, como alternativa al conflicto y a la confrontación, fundamentado en el respeto permanente de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos y de los estados".
Asimismo, la declaración de la ALBA exige al Ejecutivo de EE UU que "cese de inmediato el hostigamiento y la agresión contra el Gobierno y el pueblo de Venezuela".
"Dicha política de EE UU -afirma el documento conjunto- alienta la desestabilización y el uso de la violencia por parte de sectores de la oposición venezolana".
Los doce países que integran la alianza defenderán esta posición en la próxima Cumbre de las Américas de Panamá, en la que se espera la presencia Obama.
"EE UU alienta la desestabilización y el uso de la violencia por parte de sectores de la oposición venezolana"
El ALBA, integrada por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Granada, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Venezuela, Surinam, Guyana y Haití, éste último como miembro observador, se sumó así al apoyo dado la semana pasada a Venezuela por la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
Este organismo instó a Washington a cambiar su actitud hacia Venezuela y a derogar una orden ejecutiva que ha levantado ampollas entre los países que integran estos organismos junto a Caracas y que han calificado de "injerencista".
Obama declaró el 9 de marzo una "emergencia nacional" por la "amenaza inusual y extraordinaria" por la situación que, a su juicio, Venezuela representa para EE UU, junto con una ampliación de las sanciones a varios funcionarios venezolanos incluidas en una ley aprobada en diciembre pasado por Washington.
Esta decisión fue calificada días después por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, como "el paso más agresivo, injusto y nefasto que jamás se haya dado contra Venezuela".
El jefe del Ejecutivo venezolano destacó durante la apertura de la cumbre en Caracas que esta declaración es "falsa" ya que, aseguró "Venezuela no tiene planes no ha tenido ni tendrá jamás planes para agredir a los EEUU ni para hacerle daño a nadie de los EEUU".
"Jamás ha salido desde esta tierra venezolana una amenaza contra nadie, ni de palabra ni de acción, ni saldrá jamás", sostuvo.
En el encuentro en el que estuvieron presentes varios jefes de Estado y cancilleres, el presidente cubano, Raúl Castro, calificó de "arbitraria" e "infundada" la consideración de "amenaza" del país caribeño por parte de EE UU y cerró filas con su principal aliado.
"Hemos venido aquí a cerrar filas con Venezuela y con el ALBA y a ratificar que los principios no son negociables", declaró Castro, quien añadió que esta declaración "demuestra que EEUU puede sacrificar la paz y el rumbo de las relaciones hemisféricas (...) por razones de dominación y de política doméstica".
"Rechazaremos con determinación toda tentativa de aislar y amenazar a Venezuela y reclamaremos el cese definitivo del bloqueo a Cuba"
"Para defender estas convicciones asistiremos a la Cumbre de las Américas, expondremos nuestras posiciones con firmeza, claridad y respeto. Rechazaremos con determinación toda tentativa de aislar y amenazar a Venezuela y reclamaremos el cese definitivo del bloqueo a Cuba", añadió el jefe del Ejecutivo cubano.
Para Castro es "insostenible" que Venezuela "que jamás ha invadido ni agredido a ningún otro" pueda representar "una amenaza para la seguridad" de un país que calificó como "la potencia más poderosa de la historia".
Por su parte el presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que su país está dispuesto a "combatir" frente a "cualquier intervención" que EE UU tuviese pensada en Venezuela.
"Bolivia es la hija predilecta de Simón Bolívar y expresa toda la solidaridad en la coyuntura, dispuestos a combatir acá frente a cualquier intervención de parte de EE UU", señaló Morales y llamó a una unión mayor.
"Quiero decirles que esta unidad debe fortalecerse, creo de verdad que EE UU se siente amenazado del proceso de liberación de América Latina y del Caribe, liberación democrática, liberación pacífica (...) una liberación económica", sostuvo.
Ante los señalamientos por parte del Ejecutivo venezolano, el subsecretario adjunto para América Latina del Departamento de Estado, Alex Lee, reiteró que las intenciones de EE UU no son "sabotear la economía venezolana" y recordó, durante una audiencia celebrada en Senado estadounidense, que Washington aún es el principal socio comercial de Venezuela.
Además, ante la mano tendida al diálogo por parte de Caracas, señaló que desde Washington "estamos abiertos al diálogo. Mantenemos las relaciones diplomáticas y damos la bienvenida a las conversaciones y el debate".