La Autoridad Palestina denuncia el llamado israelí a la “emigración voluntaria” de palestinos
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, dice que Netanyahu está abierto a esta emigración
Jerusalén/La Autoridad Nacional Palestina (ANP) denunció este domingo los “llamamientos racistas” a la falsa “emigración voluntaria” de palestinos de la Franja de Gaza por parte de miembros del Gobierno israelí, entre ellos hoy mismo el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.
“Condenamos en los términos más enérgicos los llamamientos incendiarios realizados por el extremista y racista ministro israelí Ben Gvir para desplazar a los palestinos de la Franja de Gaza bajo el nombre engañoso y descarado de inmigración voluntaria”, subrayó el Ministerio de Exteriores y Expatriados de la ANP.
En una entrevista esta mañana a la radio oficial del Ejército, Ben Gvir señaló que está trabajando para convencer al primer ministro, Benjamín Netanyahu, de la necesidad de “fomentar la emigración de palestinos” de la Franja y que el mandatario está cada vez más “abierto a esa idea”.
“Debemos alentar la emigración voluntaria, esto es lo que traerá la paz. Las únicas veces que derrotamos a nuestros enemigos fue cuando les quitamos territorio, por eso el reasentamiento de Gaza es la solución”, subrayó el ministro, que también defendió la intensificación de los combates en la Franja.
“Debemos alentar la emigración voluntaria, esto es lo que traerá la paz”
El ministerio palestino también lamentó las palabras de “otros funcionarios israelíes” que en los últimos días “se han jactado de desplazar a los habitantes de Gaza, reducir su número y deportar a más de la mitad”, aseveró en alusión a las palabras la semana pasada del ministro de Finanzas, el también colono Bezalel Smotrich, quien urgió a “reconquistar” Gaza y reducir a la mitad su población en dos años.
“La maquinaria de guerra israelí está llevando a cabo la aniquilación y destrucción de todos los aspectos de la vida en la Franja de Gaza y convirtiéndola en tierra quemada, no apta para la vida humana”, alertó la ANP.
Por ello, el ministerio pidió a la comunidad internacional que intervenga “rápidamente para detener la implementación de estas medidas de inmediato”, ante la presión de Netanyahu para atender a los llamados de sus ministros más extremistas para preservar su coalición de Gobierno.
Tanto Ben Gvir como Smotrich son colonos y supremacistas judíos, defensores de la anexión del área C de Cisjordania donde ya viven más de medio millón de colonos, la confiscación de más tierras en ese territorio y la ocupación de Gaza, políticas que confían en llevar a cabo el próximo año con el apoyo de la nueva administración estadounidense de Donald Trump.
“La maquinaria de guerra israelí está llevando a cabo la aniquilación y destrucción de todos los aspectos de la vida en la Franja de Gaza”
Ante la alarma de la comunidad internacional, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu ha insistido en el pasado en que tales acciones no son el objetivo de la guerra ni están en la agenda; aunque la llegada a la Casa Blanca en enero de Donald Trump, con posturas muy duras hacia los palestinos, ha vuelto a poner el tema sobre la mesa y alentado a la extrema derecha.
La semana pasada el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, urgió a “reconquistar” Gaza, convencido de que sería posible así reducir drásticamente su población actual de unos 2,2 millones de palestinos “a menos de la mitad en dos años”.
“Fomentar la emigración voluntaria es una oportunidad que surge con la nueva Administración (estadounidense de Donald Trump)”, recalcó hace una semana Smotrich, en una conferencia del Consejo de Yesha, la organización paraguas que aglutina a las colonias judías en Cisjordania, territorio que buscan anexionarse con el apoyo del próximo gobierno de EE UU.
El ministro israelí de Vivienda y Construcción, Yitzhak Goldknopf, visitó el pasado jueves la zona fronteriza de Gaza con líderes colonos para impulsar el reasentamiento de judíos en el enclave, como “represalia” a los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, que causaron 1.200 muertos y 250 secuestrados.