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Biden y Trump alcanzan la cifra mágica de delegados para ser candidatos a la Casa Blanca

Ninguno de los dos tiene fácil el camino a la reelección: uno por las dudas sobre su salud y otro por los escándalos judiciales que enfrenta

Salvo sorpresa, en noviembre los estadounidenses volverán a elegir entre Biden y Trump, como cuatro años atrás. / EFE
Beatriz Pascual Macías /Marta Garde (EFE)

13 de marzo 2024 - 11:49

Washington/El presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, y el ex mandatario republicano Donald Trump (2017-2021) alcanzaron este martes la cifra mágica de delegados necesaria para declararse matemáticamente los candidatos de sus partidos a la Casa Blanca.

La victoria de Biden llegó apenas diez minutos después de que cerraran, a las 19:00 hora local, los colegios electorales del estado de Georgia, que le proporcionaron los delegados necesarios para catapultarlo por encima de los 1.968 que necesitaba para asegurarse la candidatura.

Mientras tanto, Trump tuvo que esperar casi hasta el final de la noche para proclamar su victoria. Fue el estado de Washington, que cerró sus colegios electorales a las 20:00 hora local, el que le permitió superar el umbral de 1.215 delegados necesarios para volver a convertirse en el nominado presidencial republicano.

La convención republicana tendrá lugar del 15 al 18 de julio en Milwaukee (Wisconsin), mientras que la cita demócrata se llevará a cabo en Chicago (Illinois) del 19 al 22 de agosto

Sin embargo, pese a haberse convertido matemáticamente en los nominados a la Casa Blanca, tanto Biden como Trump deberán esperar a las convenciones de sus partidos para proclamarse oficialmente candidatos para las elecciones de noviembre.

La convención republicana tendrá lugar del 15 al 18 de julio en Milwaukee (Wisconsin), mientras que la cita demócrata se llevará a cabo en Chicago (Illinois) del 19 al 22 de agosto.

La jornada electoral de este martes carecía del brillo que tradicionalmente se le otorga al supermartes, celebrado el pasado 5 de marzo y considerado el día más importante de las primarias presidenciales de Estados Unidos, al ser cuando votan 14 de los 50 estados del país.

Esta noche fue una especie de "mini" supermartes, con victorias de Biden y Trump en las primarias de los dos partidos en Georgia, Misisipi y Washington.

Los demócratas también celebraron primarias en el territorio de las Islas Marianas del Norte, en el Pacífico, donde Biden obtuvo los seis delegados en disputa. Mientras, los republicanos se reunieron en Hawái para votar en caucus o asambleas vecinales, de las cuales aún no se tienen resultados.

De especial importancia eran las primarias en el estado de Georgia, donde Trump y Biden hicieron campaña este sábado en mítines que se celebraron casi de manera simultánea y a menos de 100 kilómetros de distancia.

Georgia es uno de los seis estados clave que decidirán el resultado en noviembre junto con Carolina del Norte, Arizona, Michigan, Wisconsin y Pensilvania. Además, la victoria allí podría llegar por un puñado de votos, como ocurrió en 2020 cuando Biden ganó a Trump por un margen del 0,23 %.

Georgia es uno de los seis estados clave que decidirán el resultado en noviembre junto con Carolina del Norte, Arizona, Michigan, Wisconsin y Pensilvania

El gran botín de ese estado son los votantes independientes o de ideas más moderadas, quienes serán el objetivo principal de ambos candidatos de cara a noviembre.

Con Biden y Trump convertidos matemáticamente en candidatos, arranca ahora una intensa campaña electoral de ocho meses que promete ser especialmente bronca, con ambos intercambiando ataques para desgastar al oponente.

Los candidatos

Donald Trump es un hombre al que le gusta el poder, y al haberse asegurado este martes matemáticamente la nominación para las presidenciales de noviembre vislumbra su mayor anhelo desde que abandonó la Casa Blanca: ejercer de nuevo la Presidencia de Estados Unidos. Este magnate nacido en una familia de clase media el 14 de junio de 1946 en Queens hizo de ‘Make America Great Again’ el lema tanto de sus campañas como de su presidencia, y agrupa bajo las siglas MAGA a todos los que ven en él a la persona necesaria para, tal y como estas dicen, devolver la grandeza a Estados Unidos.

A sus 77 años, cuatro menos que su probable rival, el presidente, Joe Biden, encara esta nueva etapa electoral sin lastres políticos pero sí jurídicos, los de sus cuatro casos penales, dos de ellos por intentar revertir los resultados de las presidenciales de 2020. Los otros dos, por haberse llevado de la Casa Blanca documentos clasificados al abandonar el poder y por pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio durante la campaña de 2016 sobre un romance entre ambos. Su red social, Truth Social, lanzada en febrero de 2022, es su mayor altavoz más allá de los distintos mítines, y desde ahí carga contra todo y contra todos.

Trump afronta el eventual duelo con Biden con energía. Su discurso pone en el punto de mira su gestión de la frontera con México y su supuesta falta de mano dura ante potencias como China y Rusia, demoniza a los inmigrantes indocumentados, a los que acusa de un aumento del crimen y del flujo de fentanilo en el país, y la edad del actual mandatario.

A sus 81 años y siendo el mandatario de más edad en la historia de Estados Unidos, Biden recuerda en su campaña que ha sido subestimado constantemente a lo largo de su vida, pero ha primado la perseverancia. En 2020, tuvo que enfrentarse a varias figuras destacadas durante las primarias demócratas para ganar la nominación y, pese a un comienzo difícil, insistió hasta convertirse en el candidato, logrando luego vencer a Trump.

Arranca ahora una intensa campaña electoral de ocho meses que promete ser especialmente bronca

Nada parece desalentar a Biden: ni la edad, ni los ataques republicanos, ni siquiera el informe del fiscal especial Robert Hur, quien le investigó por el manejo de materiales clasificados y le describió como “un hombre mayor con una memoria deficiente pero buenas intenciones”.

Biden –perseguido por la tragedia familiar a lo largo de su vida– ha dejado claro que la principal razón que lo ha devuelto al ruedo electoral es Trump y la amenaza que en su opinión representa para la democracia estadounidense. Hace apenas una semana, durante su discurso del estado de la Unión, Biden contrastó la “honradez y la decencia” que él dice representar frente a la “ira, el odio y la venganza” de Trump, a quien acusó de querer borrar la verdad del asalto al Capitolio de 2021 y de “ceder” frente al presidente ruso, Vladímir Putin.

Para ganar, Biden sabe que debe conectar con la clase trabajadora, a la que considera la “columna vertebral” del país, y para la cual ha gobernado con políticas para favorecer la creación de empleo, invertir en programas sociales y reducir el precio de los medicamentos.

Nada más obtener la nominación demócrata, Biden emitió un comunicado agradeciendo a los votantes su apoyo y considerando que "la amenaza que representa el ex mandatario es mayor que nunca". El presidente acusó a su contrincante de estar "llevando a cabo una campaña de odio, venganza y represalias" que amenaza la propia libertad y democracia, comparando el momento actual con la guerra civil estadounidense.

Por su parte, en un video difundido en la red X, Trump calificó la jornada electoral como "un gran día de victoria". "Pero ahora tenemos que volver al trabajo porque tenemos al peor presidente en la historia. Su nombre es Joe Biden, a veces llamado el corrupto Biden, y debe ser derrotado", subrayó el líder republicano en la grabación.

Pese a todo, el camino hacia las elecciones no será fácil para ninguno.

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