Los bolivianos viven el mismo calvario que los cubanos para conseguir dólares

Madrid/La mala gestión que el Gobierno de Evo Morales realizó con los enormes beneficios del gas natural boliviano tiene al país al borde del abismo financiero, según la agencia económica Bloomberg. Como les ocurre a los cubanos, aunque por causas distintas, los ciudadanos esperan durante horas para comprar –mayoritariamente sin éxito– unos dólares que se están quedando sin respaldo estatal.

Según los últimos datos del Banco Central, las arcas apenas tienen 372 millones de dólares, un dinero que alcanza para dos semanas de importaciones, y el presidente, Luis Arce, intenta que el Congreso dé luz verde a la venta de 43 toneladas de oro.

"Esencialmente, el país se ha quedado sin dólares", cuenta a la agencia Antonio Saraiva, economista boliviano y profesor en una universidad de Atlanta. "Cuando la gente ve que muchas personas hacen fila y pasan la noche allí para mantener su puesto, todos dicen que esto no es nada bueno".

Bloomberg explica que la causa está en la nula inversión realizada por Morales en las exploraciones para aumentar las reservas de gas natural

Los vendedores del mercado negro, que ahora viven temerosos por unas detenciones que se han incrementado recientemente, afirman que los dólares se agotan, los euros también y ya están vendiendo moneda chilena y peruana.

Bloomberg explica que la causa está en la nula inversión realizada por Morales en las exploraciones para aumentar las reservas de gas natural. Según recuerda el medio, el ex presidente venezolano Hugo Chávez fue quien animó a su homólogo boliviano a nacionalizar el sector, fuente de una inmensa riqueza, a la manera en que había hecho él con el petróleo. La Paz supo gestionar mejor el caudal económico y dio un giro de 180 grados a la economía nacional, que cuadruplicó su tamaño, y permitió mejorar la esperanza de vida, la alfabetización y los índices de pobreza.

Sin embargo, al no destinar dinero a buscar más yacimientos, las reservas solo menguaban, hasta el punto de que Bolivia fue en 2021 importador de combustibles fósiles por primera vez desde 1990, con un déficit de 1.300 millones, cuando en los buenos años las exportaciones por este concepto representaban la mitad del total del país, con 6.000 millones de dólares.

"Actualmente, la economía boliviana está pagando las facturas de no haber hecho esa inversión en la manera agresiva que les he ido señalando", dijo el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, a la prensa el pasado mes. Arce, que fue ministro de Economía de Morales durante la mayoría de su mandato, intenta revertir la situación a la carrera, sigue la agencia, pero la situación es complicada. Por ahora intenta explotar el desarrollo de biocombustibles, los depósitos de litio (otra de sus enormes riquezas naturales, de gran importancia para la industria tecnológica) y el buen precio del gas.

Los subsidios que el Gobierno ha destinado a los hidrocarburos para mantener los bajos precios de la gasolina se han disparado, multiplicándose por seis en los últimos cinco años

Pero el temor ya ha cundido entre la población, después de que el Banco Central dejara de informar de las reservas de divisas en febrero y comenzara a exigir a la población que pida cita online para organizar unas colas que, cuanto más se ven, más pánico generan, entrando en una espiral de dimensiones desconocidas.

Los bolivianos, recuerda Bloomberg, dejaron atrás los años de la hiperinflación, que en 1980 era de 20.000% y ahora está en un 2,6%, la mitad que en países como EE UU, Reino Unido o Alemania. Sin embargo, todo podría cambiar repentinamente si se desploma la moneda nacional.

También el pasado año aumentaron los intereses de la deuda boliviana en los mercados internacionales y apenas se logró ingresar dinero fuera del mercado de bonos. La prima de riesgo, además, se ha disparado en los últimos meses y asciende a 1.900 puntos, frente a los menos de 600 a inicios de año.

Jonathan Fortun, economista boliviano del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), lamenta que en un momento en el que el mercado de hidrocarburos está al alza, el país no sea capaz de amortizar sus enormes reservas naturales.

"Durante los últimos 18 años, el Gobierno de izquierda de Bolivia ha asumido un papel central en la gestión de la explotación y exportación de estos productos básicos, lo que hace que la contribución de la Inversión Extranjera Directa en el país sea casi inexistente", sostiene.

A su juicio, los subsidios que el Gobierno ha destinado a los hidrocarburos para mantener los bajos precios de la gasolina se han disparado, multiplicándose por seis en los últimos cinco años. "Tanto la fijación de los precios de la gasolina local como la importación de combustibles han hecho mella en las finanzas del Gobierno, que ha comenzado a idear formas creativas para financiar este déficit", añade.

Fortun reprocha al Gobierno que haya ampliado el déficit fiscal con el objetivo de mantener el consumo y el trabajo, pero a costa de la fiscalidad, además del sostenimiento de la paridad, una de las banderas del Movimiento Al Socialismo (MAS).

"La presión fiscal, combinada con el fortalecimiento general del dólar (debido al riesgo global) ha puesto a prueba la paridad cambiaria. Para sostener esta paridad, el Gobierno ha agotado sus reservas internacionales. ¿Cuál ha sido la respuesta del Gobierno? Controles de capital. Medios locales informan que Banco Central de Bolivia restringe venta de dólares e instituciones financieras locales limitan montos de operaciones en moneda extranjera", finaliza.

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