Brasil puede inspirar a Latinoamérica en la lucha contra el racismo
Los pasos positivos que ha dado el país pueden quedar relegados por la amenaza que representa el Gobierno de Bolsonaro, alertan los expertos
Sao Paulo/(EFE).- Aunque el racismo esté lejos de extinguirse, Brasil ya ha dado pasos positivos que pueden inspirar a los demás países de Latinoamérica, sostuvo el rector de la institución brasileña pionera en la inclusión racial y social.
En una entrevista con EFE, José Vicente, responsable de la Universidad Zumbi dos Palmares, resaltó los avances del gigante latinoamericano en las dos últimas décadas con la implementación de medidas como las cuotas universitarias para minorías.
No obstante, alertó de que la vanguardia brasileña en la defensa de los derechos raciales en la región puede quedar relegada por la amenaza que cree que representa el Gobierno del derechista Jair Bolsonaro.
La vanguardia brasileña en la defensa de los derechos raciales en la región puede quedar relegada por la amenaza que cree que representa el Gobierno del derechista Jair Bolsonaro
Brasil "salió de una agenda que no contemplaba acciones afirmativas para una que resultó en cuotas raciales de un 20 % en las universidades, servicios públicos y hasta en las fuerzas armadas", señaló el rector, quien también preside el Consejo de la Sociedad Afrobrasileña de Desarrollo Sociocultural, Afebras.
"Es poco -agregó-, pero en un país que no había logrado construir ninguna política pública de inclusión y valorización del negro desde la abolición de la esclavitud (en 1888), este es un progreso político y social de gran importancia".
Vicente es rector de la Universidad Zumbi dos Palmares (Unipalmares), una destacada institución sin ánimo de lucro ubicada en Sao Paulo y que desde el 2003 es pionera en el acceso a la educación como forma de inclusión racial y social.
Cuenta con 1.500 alumnos y tiene un proyecto educativo semejante al de otras 150 instituciones de Estados Unidos.
El propio nombre Zumbi dos Palmares representa un logro para la valorización de la herencia negra en Brasil, el país con más afrodescendientes del mundo, unos 100 millones.
Zumbi dos Palmares fue líder guerrero del Quilombo de Palmares y, junto a su esposa Dandara, luchó activamente contra la esclavitud en el noreste de Brasil en el siglo de XVII, durante la dominación portuguesa.
Zumbi dos Palmares fue líder guerrero del Quilombo de Palmares y, junto a su esposa Dandara, luchó activamente contra la esclavitud en el noreste de Brasil en el siglo de XVII
Según Vicente, Brasil puede seguir marcando la pauta antirracista e inspirando a Latinoamérica -la mayoría de países de la región cuentan con una notable herencia afrodescendiente- siempre y cuando logre sortear "la posición de agresión y violencia" del gabinete de Bolsonaro.
El rector lo acusa de intentar acabar con "las pocas conquistas y leyes" relacionas a la igualdad racial iniciadas en el primer gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y proseguidas por su sucesora Dilma Rousseff (2011-2016).
"El racismo es el muro que impide la igualdad de oportunidades y sin derribarlo no tenemos cómo hacer que las personas dispongan de oportunidades iguales", ahondó el rector.
Pese a los progresos que se han hecho desde la sociedad civil y organismos internacionales, el racismo sigue siendo un problema estructural, especialmente en Sudamérica, donde los Estados han sido "tomados por elites" que dan prioridad a la agenda económica en naciones marcadas por fuertes desigualdades desde la era colonial.
"En Sudamérica y Centroamérica tenemos esta diáspora negra que pone a un gran contingente de ellos, en todos estos países, en situación de distorsión, desigualdad y exclusión, y tenemos en gran medida un pacto político si no formal, al menos informal, que repite la estructura del colonialismo y de lo que fue el 'apartheid', pero no legalizado", criticó.
Un ejemplo de ello es Brasil, donde más de la mitad de sus 210 millones de habitantes son negros.
"En las 5.000 mayores empresas del país no hay negros desempeñando cargos primer, segundo o tercer escalafón (...) Nosotros alcanzamos en Brasil, en 2019, 13 millones de desempleados, un 70 % de ellos negros", detalló Vicente.
"En las 5.000 mayores empresas del país no hay negros desempeñando cargos primer, segundo o tercer escalafón (...) Nosotros alcanzamos en Brasil, en 2019, 13 millones de desempleados, un 70 % de ellos negros"
"Otra de las manifestaciones más evidentes del grado de la discriminación estructural en nuestro país es que tenemos una cifra de homicidios y asesinatos que ronda 60.000 personas al año, y un 70 % de ellas son jóvenes negros", añadió.
El rector de la Unipalmares afirmó que el nuevo coronavirus impactó con "mucha más intensidad" a los negros, como franja más vulnerable de la sociedad.
"Además de la pérdida de puestos de trabajo, dejaron de existir actividades importantes del sector informal y de servicios, en los que tradicionalmente se desempeñan. Ahora, están sometidos a este proceso en el que no hay empleo, ocupación, ni renta, pero siguen todas las manifestaciones de la discriminación racial", dijo.
Sin embargo, según Vicente, la pandemia también tuvo aspectos positivos al "desnudar" la realidad distorsionada en la que parte de la sociedad creía vivir y también sirvió para demostrar que la mayoría de los seres humanos son capaces de solidaridad y empatía.
Otro hecho que abrió recientemente los ojos de la población mundial para la discriminación racial en todo el mundo ha sido el caso de George Floyd, un hombre negro asfixiado hasta la muerte por un policía blanco en Mineapolis (EE UU) el pasado 25 de mayo.
"Las agresiones a las minorías como un todo y especialmente a los negros, que se repiten con frecuencia, ganaron un sentimiento de basta (...) Necesitamos dar un salto como civilización en esta cuestión, y eso fue lo que puso a negros y blancos en las calles, pese a la pandemia", agregó.
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