Cae el presidente sirio Bashar al Asad, aliado del régimen cubano, Moscú e Irán

El islamista Abu Mohamed al Jolani proclamó su victoria en un comunicado en el que pidió a sus seguidores tranquilidad

Además de Damasco, también se confirmó la caída en manos de los rebeldes de la ciudad de Homs.
Además de Damasco, también se confirmó la caída en manos de los rebeldes de la ciudad de Homs. / EFE
14ymedio/EFE

08 de diciembre 2024 - 12:14

La Habana/Damasco/La Siria de la familia Al Asad, que gobernó el país árabe desde 1971, colapsó este domingo a manos de los insurgentes liderados por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), que tomaron Damasco sin apenas resistencia tras 12 días de ofensiva. Bashar al Asad huyó del país en un avión "especial" según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos y se desconoce su paradero, mientras que el Mando de Operaciones Militares de la coalición de grupos islamistas y proturcos responsable de su caída proclamaba a la capital siria, una de las ciudades más antiguas del mundo, "libre del tirano Bashar al Asad".

Según afirman algunas agencias citando a una fuente del Kremlin, el ex presidente y su familia llegaron a Moscú este domingo, donde se les concederá asilo político por razones humanitarias.

La prensa oficial cubana ha sido cautelosa con la noticia de la caída de su aliado sirio. El medio Cubadebate dejó la información sobre la salida de Bashar al Assad para el último párrafo de una nota tomada de la cadena rusa RT que prefirió titular Tanques israelíes entran en Siria desde los Altos del Golán, según reportes. El órgano oficial del Partido Comunista, Granma, ha ido un poco más allá y reportó que "tanto el Ejército como las fuerzas de seguridad entregaron sus armas antes de la llegada de la oposición para evitar más derramamiento de sangre".

Abu Mohamed al Jolani, el líder islamista cuyos orígenes como militante están en el Frente Al Nusra, la filial siria de Al Qaeda, proclamó su victoria en un comunicado en el que pidió a sus seguidores tranquilidad y evitar abusos en las zonas bajo su control, como lleva haciendo desde que inició su ofensiva relámpago que ha abierto un nuevo paradigma geopolítico en todo Oriente Medio. "Entren en Damasco con modestia, traten bien a su pueblo y a su gente. Deben ser los mejores soldados, como los ha descrito el enviado de Dios", afirmó en su mensaje, en el que añadió que deben "proteger las instituciones públicas y sus propiedades, ya que son propiedad del pueblo".

Además de Damasco, también se confirmó la caída de Homs, al norte de la capital y la toma del control de Deir al Zor. Así, sólo quedarían en principio fuera del control de la insurgencia las provincias costeras de Latakia y Tartús, la primera el centro principal de poder de la familia Al Asad –dominada por la minoría religiosa alauita– y donde se encuentran las dos bases militares de Rusia, principal aliado del ya depuesto líder.

Pese a que en un primer momento se reportaron disparos y explosiones en Damasco, la toma de la ciudad se ha hecho con relativa calma y con pedidos por todas las partes –no solo de Al Jolani– de preservar la tranquilidad, evitar la violencia y "venganzas".

El primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, aseguró este domingo que tiende su mano a "todo sirio que se interesa por este país"

El primer ministro, Mohamed Ghazi al Jalali, aseguró este domingo que tiende su mano a "todo sirio que se interesa por este país para preservar sus instituciones", en un video publicado después de que los insurgentes islamistas tomaran el control de la capital. En ese sentido, dijo estar dispuesto a dar "todo tipo de facilidades" para transferir "los expedientes gubernamentales sin problemas y de forma sistemática para preservar las instituciones del Estado", a las nuevas autoridades que asuman el poder. Los rebeldes dijeron poco después que las instituciones públicas en Siria permanecerán bajo la supervisión de Al Jalali hasta que sean "entregadas oficialmente".

También se anunció la liberación de cientos de prisioneros retenidos en las cárceles de Al Asad, entre ellas la militar de Saydnaya, uno de los más notorios centros de represión, lo que fue saludado por los rebeldes como "el momento de regresar a casa y el momento de la libertad después de décadas de opresión y sufrimiento".

La radiotelevisión siria también quedó en manos de los rebeldes, que transmitieron un mensaje de victoria, mientras miles de personas se congregaron en la plaza de los Omeyas, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, donde están, además de la televisión, las sedes de los ministerios de Defensa y del Ejército. Hadi Al Bahra, presidente del máximo órgano político de la oposición siria en el exilio, la Coalición Nacional Siria (Cnfros), aseguró también que la situación en Damasco es "segura excepto para algunas almas débiles que puedan aprovechar estas condiciones". Así, pidió a la población permanecer en sus casas, además de señalar que "no habrá casos de venganza, ni represalias, ni violaciones de los derechos humanos. Se preservará y se respetará la dignidad de la gente".

Entre las primeras órdenes de los insurgentes en Damasco estuvo la de prohibir "a todas las fuerzas militares de la ciudad" que se acerquen a las instituciones públicas hasta que sean entregadas oficialmente", así como "disparar balas al aire", aunque esta última instrucción no fue respetada por decenas de jóvenes que se apoderaron de las armas abandonadas por los desertores del Ejército nacional.

Por su parte, la líder de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos, aseguró este domingo que la caída del Gobierno sirio del presidente Bashar al Asad que ésta es una "oportunidad para construir una nueva Siria".

Por su parte, La Habana no se ha pronunciado sobre la caída del Gobierno de la familia Al Asad, aliado histórico de la Isla, que llegó a enviar tropas a Siria entre 1973 y 1975 para combatir a Israel. Fidel Castro también visitó el país en 2001 y fue cercano al anterior mandatario, Hafez Al Asad. Su hijo, que heredó el Gobierno de Siria, y Miguel Díaz-Canel mantuvieron las relaciones entre los dos regímenes.

Fidel Castro y Hafez Al Asad durante una visita de este último a Cuba en 1979.
Fidel Castro y Hafez Al Asad durante una visita de este último a Cuba en 1979. / Prensa Latina

Ejemplo de ello fue el envío de 240.000 vacunas Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, de producción cubana, a Damasco durante la pandemia de covid-19. Bajo el mandato de Raúl Castro, Cuba también entregó a Siria medicamentos contra el cáncer y vacunas contra la difteria, el tétano, la influenza y la hepatitis B. 

La Isla también ha recibido a miles de estudiantes sirios que se han graduado en sus universidades, sobre todo en la carrera de Medicina. Todo ello fue presentado en su momento como muestras de “solidaridad” por parte del Gobierno cubano, que nunca ha revelado qué entregó Damasco a cambio.

El silencio de La Habana contrasta con la promesa que hizo el vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, este noviembre en un encuentro con el embajador sirio en la Isla: “Nosotros siempre estaremos al lado de Siria”. Entonces, el dirigente señaló que en 2025 las relaciones entre ambos países cumplirían 60 años. “Nosotros tenemos lazos muy fuertes, muy antiguos, y consideramos que nuestras relaciones son estratégicas”, respondió el diplomático.

En Siria se viven horas de incertidumbre, especialmente por el devenir del país bajo el mando de Al Jolani y su grupo. Designado terrorista por Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU, el islamista no ha perdido oportunidad en los últimos años para salir en público y brindar algunas entrevistas a medios extranjeros, pese a que Washington pide por su cabeza 10 millones de dólares.

Según ha alegado, los eventos en la región de Oriente Medio, como la Segunda Intifada Palestina en el año 2000 y la invasión estadounidense en Irak, le empujaron a "cumplir" en 2003 con su "deber" de "defender" a la comunidad árabe "perseguida por los ocupantes e invasores", como dijo en una entrevista al canal estadounidense PBS, en 2021.

De hecho, fue arrestado por las tropas estadounidenses durante la guerra de Irak y detenido durante cinco años encerrado en diferentes cárceles de ese país, incluida la de Abu Ghraib.

Al Jolani anunció que disolvía el Frente al Nusra y creaba otro grupo, el Frente de la Conquista del Levante

En 2011, Abu Bakr al Bagdadi, quien fue luego el primer líder del grupo yihadista Estado Islámico (2014-2019), encargó a Al Jolani que estableciera una rama de Al Qaeda en Siria. Y así lo hizo al liderar el Frente al Nusra, que contaba con "miembros, dinero, armas y asesoramiento directamente de Al Qaeda", según el Consejo de Seguridad de la ONU.

En 2016, Al Jolani anunció que disolvía el Frente al Nusra y creaba otro grupo, el Frente de la Conquista del Levante, el cual poco después pasó a llamarse Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, en árabe) al fusionarse con otras facciones. Esa disolución significaba que, en teoría, rompía toda relación con Al Qaeda para ser una entidad "independiente" con el único objetivo de derrotar al Gobierno sirio y "liberar" el país.

Desde el inicio de su ofensiva ha repetido que no quiere ni venganza ni represión bajo su dominio, que busca "liberar" a todos los sirios sea cual sea su confesión religiosa o su posición política. Sin embargo, la ONU sigue asegurando que la comunicación de Al Jolani con Al Qaeda no se ha roto, además de que numerosas organizaciones, incluidas algunas locales, denuncian los abusos de los derechos humanos cometidos contra civiles de la población de Idlib.

Por otra parte, se desconoce el paradero de Al Asad, a quien antes de heredar el Gobierno de su padre, no se le conocían intenciones políticas, pero la muerte de su hermano mayor –y presunto sucesor de Hafez– en 1994 lo obligó a empaparse en los asuntos de Estado. El momento llegó en 2000 cuando Hafez al Asad falleció tras casi tres décadas en el poder, al que había accedido por un golpe de Estado. Enseguida se enmendó la Constitución para que Bashar, entonces de 34 años, cumpliese con los requisitos de edad –mínimo 40 años– y se celebró un referéndum que respaldó su ascenso a la jefatura de Estado.

Después de cuatro décadas de Gobierno del Partido Baaz, casi todos encabezados por su progenitor, Al Asad fue visto inicialmente como una esperanza para el cambio y un probable instigador de reformas democráticas y aperturistas. Sin embargo, pronto llegaron las campañas de arrestos de activistas y opositores, y, una década más tarde, la brutal represión de las protestas que estallaron en Siria en contra de su Gobierno en el marco de la "Primavera Árabe".

Su supervivencia desde 2016 quedó en manos de sus aliados rusos y de las milicias chiíes iraníes, libanesas e iraquíes

Su supervivencia desde 2016 quedó en manos de sus aliados rusos y de las milicias chiíes iraníes, libanesas e iraquíes que le permitieron recuperar territorio de los insurgentes, a costa de una devastación brutal de las ciudades y territorios que se habían rebelado. Sin embargo, su mandato se enfrentó a un creciente descontento popular por la grave crisis económica y la escasez de productos básicos, que ha llevado a la inmensa mayoría de la población a sufrir inseguridad alimentaria y a vivir por debajo del umbral de la pobreza.

En cuanto sus aliados principales quedaron envueltos en problemas más agudos que el sirio (Ucrania y Líbano, fundamentalmente), sus debilidades quedaron expuestas y, en último lugar, abrieron el paso a su caída. La derrota de Al Asad también puso en jaque a Moscú, que siente amenazadas las bases aéreas y navales que tiene Moscú en Siria, enclaves imprescindibles en su enfrentamiento con Occidente. 

En 2017, Rusia recibió las instalaciones y firmó un arrendamiento de 49 años por la base aérea Khmeimim en Latakia y la extensa instalación naval en el puerto de Tartus. Esto le dio a Rusia una base aérea maestra y una instalación naval en el Mediterráneo, las únicas instalaciones de ese tipo bajo control ruso.

Desde esta última, el Kremlin presumió de su poderío militar a lo largo del flanco sur de la Otan y hacia Oriente Medio y África. Este puerto fue utilizado como puente para enviar materiales desde Siria durante la invasión a Ucrania. Mientras que la base aérea se utilizó para bombardear a enemigos durante años, además de apoyar las actividades del Ejército ruso en África.

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