Caótica contratación de médicos cubanos por la polémica universidad "para pobres" en México
La Universidad del Bienestar pide más especialistas a La Habana, pese al fracaso académico de una experiencia anterior
México / Madrid/La gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, ha solicitado médicos a Cuba para impartir clases en la sede de Texcoco de la Universidad del Bienestar Benito Juárez García, el polémico proyecto educativo instaurado por el anterior presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para estudiantes de bajos recursos. La carrera de Medicina en ese campus no ha podido iniciar el ciclo escolar en enero por falta de profesores, revela a 14ymedio una fuente conocedora que pide el anonimato.
Gómez realizó la petición de manera pública el pasado sábado, aprovechando una reunión con el embajador cubano en México, Marcos Rodríguez Costa, que tenía como objetivo “fortalecer la cooperación en materia de educación y salud”.
No es la primera vez que México recurre a sanitarios de la Isla para los mismos fines, asegura la misma fuente. Ya en agosto de 2023, se contrataron para esa misma universidad a 100 profesores provenientes de varios centros educativos cubanos. Al país llegaron especialistas en oncología, nefrología, neurología, cardiología, reumatología, gastroenterología, otorrinolaringología, angiología y cirugía vascular, que fueron repartidos en 55 sedes de la Universidad del Bienestar.
De estas hasta ese momento, sin embargo, solo 23 contaban con especialidades médicas: 20, Medicina Integral y Salud Comunitaria, y tres, Enfermería y Obstetricia.
El proyecto fue encabezado por médicos cubanos sin contar con un espacio para impartir clases
Alonso, un maestro de la Universidad del Bienestar que imparte clases en Ciudad de México, confirmó a este diario que un primer grupo de cubanos ya formaba parte de la plantilla de la institución desde 2023. "No sé con exactitud cuántos fueron, pero los ubicaron en el estado de Veracruz y nos informaron que eran especialistas para la carrera de Medicina".
Este diario confirmó que en la comunidad de Coatzintla (Veracruz), los cubanos Romaira Irene Ramírez Santisteban y Mario López Bueno eran parte del claustro de profesores de la sede universitaria en esa ciudad.
La carrera de Medicina en Texcoco fue incluida como parte del plan de estudios de la Universidad del Bienestar el año pasado. El proyecto fue encabezado por médicos cubanos sin contar con un espacio para impartir clases, por lo que los docentes y los estudiantes fueron ubicados de forma temporal en las instalaciones de la carrera de Ingeniería Civil.
A los estudiantes de Medicina se les brindó en estas instalaciones un curso preparatorio de dos semanas. Ante la falta de espacio, los mismos galenos de la Isla exigieron “habilitar aulas de estudio” en algún lugar.
Más insólito aún, fue la Comisión Nacional del Agua (Conagua) del Estado de México –una entidad que nada tiene que ver con la Educación– la que facilitó a los estudiantes de medicina un espacio en sus instalaciones, además de proporcionarles transporte. Sin embargo, “en julio de 2024 les avisaron que ya no podían apoyarlos con los traslados, por lo que debían moverse a otro sitio”, cuenta la fuente anónima.
"A los estudiantes les ofrecieron tomar clases en línea con pasantes de la carrera. Por supuesto que se negaron a esto y se suspendió el proyecto hasta nuevo aviso"
Los alumnos tuvieron que retornar al plantel de Ingeniería Civil en Texcoco, donde recibieron clases en un auditorio. En ese mismo mes, los médicos cubanos terminaron su contrato y no se volvió a contratar a más personal para hacerse cargo del plan de estudios.
“Nadie responde por esto. No es posible tanta irresponsabilidad. A los estudiantes les ofrecieron tomar clases en línea con pasantes de la carrera. Por supuesto que se negaron a esto y se suspendió el proyecto hasta nuevo aviso”, lamenta la misma fuente.
En el Estado de México, concretamente en el Parque Ecológico Lago de Texcoco, existe un plan para la edificación de otra sede de la Universidad del Bienestar, pero sin fecha de inicio.
El caos y la opacidad de la Universidad del Bienestar no atañe solamente a los cubanos contratados, sino que es la tónica general del proyecto. Creada por López Obrador mediante decreto presidencial el 30 de julio de 2019 con el objetivo de “brindar alternativas en los servicios de educación superior gratuitos y de calidad a los jóvenes”, esta universidad “para pobres” ha recibido numerosas críticas.
Una de ellas, la cantidad de dinero empleado por el Estado en estos centros frente al brutal recorte de otras instituciones públicas de acreditado prestigio, como la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) o la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Según investigaciones publicadas en la prensa mexicana, no se sabe muy bien en qué se han empleado los miles de millones de pesos destinados a la Universidad del Bienestar
Según investigaciones publicadas en la prensa mexicana, no se sabe muy bien en qué se han empleado los miles de millones de pesos destinados a la puesta en funcionamiento de la Universidad del Bienestar ni cuántos de los 203 centros prometidos fueron finalmente construidos.
De acuerdo a la propia directora general de la universidad, Raquel Sosa Elízaga, hasta 2022 el Gobierno mexicano había destinado 4.000 millones de pesos (casi 195 millones de dólares) para la instalación, equipamiento y operación de esas instituciones, que en 2023 tuvieron un presupuesto de 1.476 millones de pesos y un año después, 71 millones más: 1.547 millones de pesos.
El proyecto preveía formar a un total de 300.000 estudiantes, todos becados, en seis años, 96.000 de ellos en una primera generación. Sin embargo, a finales de 2024 solo se habían matriculado unos 57.000 estudiantes. En cinco años, terminaron sus estudios 6.372 alumnos, pero solo 1.918 de ellos se han titulado.
A unas cifras de estudiantes abultadas y una cantidad inventada de docentes (más de 700), se suman instalaciones a medio construir y terrenos baldíos en direcciones donde se supone que se ubican varios de esos centros. En las pocas sedes que funcionan, dice un reciente reportaje, “prevalece la desilusión de alumnos y maestros por las múltiples deficiencias con que operan”.
José Narro, ex rector de la Unam, calificó en noviembre del año pasado a la Universidad del Bienestar, directamente, como “un fraude educativo”. El académico lamentó también que el Gobierno actual, de Claudia Sheinbaum, “tenga continuidad en la estrategia de las transferencias monetarias como política de desarrollo social que solo ha mostrado su efectividad como instrumento político, pero no para resolver el problema de la pobreza”. La presidenta, por su parte, defendió el modelo diciendo “era un programa educativo distinto”.