China no debe "retroceder" hacia el maoísmo, advierte hijo de exjefe del PCCh
Pekín/(EFE).- El hijo del fallecido exsecretario general del Partido Comunista de China (PCCh), el liberal Hu Yaobang, caído en desgracia después de que intentara rehabilitar a los perseguidos en la Revolución Cultural, ha advertido de que China no debe volver a la ideología maoísta, pues le haría retroceder en su desarrollo. Cuando se cumplen hoy 26 años de la muerte de Hu, cuyo fallecimiento el 15 de abril de 1989 propició las históricas protestas de la plaza de Tiananmen que pedían democracia, su hijo, Hu Dehua, consideró que China debe recordar su legado y continuar ese camino.
"Él puso fin al desastre de la Revolución Cultural, detuvo la lucha de clases, se centró en construir un país y dirigirlo en el camino de la democracia y del estado del derecho para que la gente no pudiera ser incriminada por lo que dice", recordó Du Dehua en una entrevista con el diario de Hong Kong South China Morning Post.
Por todo ello, Hu Dehua concluye: "Así que hoy no podemos ir hacia atrás".
Desde su llegada al poder, el presidente chino, Xi Jinping, ha recuperado en sus discursos y en la estética del régimen elementos del maoísmo, lo que ha alarmado a los sectores liberales del Partido.
También ha emprendido una lucha contra los "valores occidentales" y ha escalado su campaña contra los críticos con el Gobierno, al protagonizar la peor oleada de represión desde los años 90, según afirman las organizaciones de derechos humanos.
Hu Yaobang es recordado por ser un político reformista que se atrevió a levantar tabúes en el régimen al proponer rehabilitar a los perseguidos en la Revolución Cultural y que fue purgado por el entonces gobierno de Deng Xiaoping por su tibieza con unas manifestaciones estudiantiles celebradas en 1986.
Xi Jinping ha emprendido una lucha contra los "valores occidentales" y ha escalado su campaña contra los críticos con el Gobierno en la peor oleada de represión desde los años 90
En el 25 aniversario de su muerte el año pasado, las redes sociales fueron la única referencia pública de su defunción, pese a que el tabú oficial se levantó hace unos años sobre su nombre.
Su hijo se mostró contento de que el Partido vaya a conmemorar el centenario del nacimiento de su padre en su cónclave el próximo noviembre, pero aclaró que eso no significa que hayan revertido su veredicto de 1987 en el que declararon que Hu había cometido "grandes errores".
La popularidad de Hu Yaobang sacó a la calle a miles de personas a su muerte para pedir que se rehabilitara su nombre en unas protestas, las de 1989, que en principio fueron permitidas por el régimen, pero que acabaron tornándose masivas y pusieron en peligro la estabilidad del PCCh.
Los tanques fueron la respuesta del entonces gobierno de Deng Xiaoping, lo que llevó a la muerte a entre 400 y 3.000 personas según diferentes cálculos, ya que la cifra aún hoy sigue siendo desconocida, en la noche del 3 al 4 de junio de 1989.