Cubanos y otros migrantes en situación crítica en la frontera de Colombia con Panamá

México/Más de 100 cubanos se encuentran varados desde hace 23 días en el municipio fronterizo de Necoclí, en el departamento colombiano de Antioquia, junto a cientos de haitianos, venezolanos y otros migrantes. Esperan ser transportados en lanchas hacia un punto de Panamá para poder seguir rumbo a Estados Unidos.

El Gobierno de Colombia anunció el pasado 15 de enero que extendía el cierre de fronteras terrestres y fluviales hasta el 1 de marzo. El director de Migración Colombia, Francisco Espinosa Palacios, informó de que ante el repunte de casos y la preocupante situación hospitalaria por la alta ocupación de enfermos de covid-19, se suspendía el tránsito entre Panamá, Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela.

Según Wilson Patiño, director de Migración en Antioquia, "no es un momento para movilizarse", sino "para resguardarse con el fin de minimizar los riesgos de contagio de covid-19".

Necoclí se ha convertido en un lugar sin salida para los migrantes, "Todos los días siguen llegando más y más cubanos quedando completamente atrapados en una pesadilla", describe el corresponsal de Telemundo 51 desde un improvisado campamento donde se encuentran los migrantes junto a niños pequeños y mujeres embarazadas.

"Lo que nos impide salir es el mar, y tengo un hijo con diarrea y vómito", dice con impotencia al canal de noticias la cubana Odalys Trobajo, que ha quedado a mitad del camino

"Lo que nos impide salir es el mar, y tengo un hijo con diarrea y vómito", dice con impotencia al canal de noticias la cubana Odalys Trobajo, que ha quedado a mitad del camino, luego de que las autoridades colombianas cerraran la frontera por la pandemia.

En el último año, dadas las restricciones de movilidad y cuarentena por el covid, según informa la revista colombiana Semana, el paso de migrantes ha disminuido en esa región. Sin embargo, a inicios de año volvió el movimiento de los viajeros en "Necoclí, penúltimo paso antes de cruzar el golfo de Urabá y aventurarse en un camino de muerte por el Tapón del Darién", precisa el artículo.

Primero, los viajeros deben llegar a Capurganá para abordar una embarcación que los lleve hasta un punto del territorio panameño. "No nos venden el tiquete porque las fronteras están cerradas supuestamente para nosotros, los migrantes, y están saliendo las lanchas ilegales", dice a Noticias CaracolAilen Campos, otra cubana.

El cubano Jany Pérez asegura a Telemundo: "Tenemos miedo de pasar en las lanchas ilegales, porque cuando llegan te tiran al agua y no queremos pasar ese momento".

El padre Aurelio Moncada, párroco en un asentamiento cercano a Capurganá, asevera que sigue subiendo la cantidad de migrantes que llegan a la zona, demasiado "para los coyotes (traficantes)", publica el diario colombiano El Espectador. "Desde octubre los están pasando clandestinamente por la noche", agrega el sacerdote.

El alcalde de Necoclí, Jorge Tobón, denuncia que la situación de los migrantes es crítica: "Ellos están haciendo sus necesidades en las playas, por eso hemos decretado una emergencia sanitaria y una emergencia humanitaria"

Por su parte, el alcalde de Necoclí, Jorge Tobón, denuncia que la situación de los migrantes es crítica: "Ellos están haciendo sus necesidades en las playas, por eso hemos decretado una emergencia sanitaria y una emergencia humanitaria".

"Hago un llamado al Gobierno nacional y departamental para que nos ayuden, porque la verdad es que estamos desbordados", insiste el alcalde. "Yo espero que nos ayuden, muchos de estos migrantes hoy ya están aguantando hambre. Los niños también están enfermos. Migración Colombia también nos debe apoyar con estas personas".

Sin embargo, Espinosa Palacios afirmó este viernes en un comunicado que en Necoclí los migrantes "se han negado a recibir ayuda por parte de las autoridades locales y departamentales, como una medida de presión, que lleve a la apertura de la frontera". Según dijo, permanecían, entre otros, 647 ciudadanos haitianos y 23 cubanos.

Datos publicados por la Organización Internacional para las Migraciones recogidos por El Espectador señalan el aumento del tránsito de migrantes entre Colombia y Panamá, mientras que en 2006 solo 79 personas cruzaron el Darién, en 2012 subió a 1.777.

Para el 2015 ya sumaban 29.289 migrantes y un año después fueron 30.055, "en su mayoría cubanos que buscaban llegar pronto a EE UU" ante la posibilidad, concretada por Barack Obama en enero de 2017, de la eliminación de la política pies secos/pies mojados, que facilitaba la legalización en EE UU de los ciudadanos de la Isla.

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