La comunidad internacional apadrina la paz de Colombia
Bogotá/(EFE).-El proceso de paz de Colombia tiene en la comunidad internacional un respaldo pocas veces visto, traducido en apoyo político y económico y en la asistencia de al menos 14 presidentes y otros líderes mundiales como padrinos de la histórica firma del próximo lunes en Cartagena.
La apuesta del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, por dar carácter internacional a una negociación interna, con un fuerte apoyo regional, fue una manera de asegurarse que las FARC bajo ninguna circunstancia se levantarían de la mesa de diálogo en La Habana por el impacto negativo que una decisión de ese tipo tendría ante los ojos del mundo.
En 2010, cuando comenzaron los contactos secretos para un diálogo de paz, fue decisiva la influencia del entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, en opinión del director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional, Alejo Vargas.
La aprobación unánime de la comunidad internacional es exhibida por Santos como uno de los argumentos para defender el acuerdo de paz
"Chávez fue el único que convenció a las FARC de que iniciaran las conversaciones con el Gobierno de Santos, un presidente a quien ellos (la guerrilla) veían como un continuador de las políticas de Álvaro Uribe, y que en ese momento era visto como la punta de lanza de la política norteamericana en Sudamérica", afirmó Vargas a Efe.
La aprobación unánime de la comunidad internacional es exhibida por Santos como uno de los argumentos para defender el acuerdo de paz con las FARC y contrasta con la polarización que hay en el país, dividido entre partidarios y detractores del pacto con la guerrilla.
"Hoy, en nombre de cerca de 50 millones de colombianos, quiero expresar, desde el fondo del corazón, nuestra gratitud hacia la comunidad internacional por su continuo y permanente apoyo a la paz de Colombia", manifestó Santos este miércoles al intervenir en la Asamblea General de la ONU.
La importancia que el mundo da al fin del conflicto de 52 años con las FARC se refleja en el hecho de que la ONU participa activamente en el proceso con una Misión de Verificación, mientras Estados Unidos y la Unión Europea (UE) designaron a Bernard Aronson y Eamon Gilmore como enviados especiales para la paz.
En su discurso en la ONU, Santos recordó que Cuba, "anfitrión de los diálogos", fue junto con Noruega garante de las conversaciones, mientras Chile y Venezuela "acompañaron todo el proceso".
El presidente colombiano tendrá la oportunidad de agradecerle personalmente al mundo el apoyo el próximo lunes cuando numerosos dignatarios acudan a Cartagena como testigos de la firma de la paz.
Entre los que confirmaron su presencia están los presidentes de Cuba, Raúl Castro; Venezuela, Nicolás Maduro, y Chile, Michelle Bachelet, países directamente implicados en el proceso.
Igualmente asistirán el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, el Rey Juan Carlos y el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, entre otros.
Asistirán Ban Ki-moon, Jim Yong Kim, Christine Lagarde, el Rey Juan Carlos y el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, entre otros
También participarán los mandatarios de México, Argentina, Guatemala, Honduras, El Salvador, Panamá, Costa Rica, Ecuador, Perú, Paraguay y República Dominicana.
Es relevante la asistencia del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, cuyo país tiene a Colombia como principal aliado en la región y lo ha respaldado a través de programas como el Plan Colombia, que llegó a su fin después de 15 años de millonaria ayuda militar que sirvió para la lucha contra el narcotráfico y las guerrillas.
Además, el presidente de EE UU, Barack Obama, gestiona ante el Congreso más de 450 millones de dólares como parte del plan "Paz Colombia", una nueva fase en la asistencia al país, condicionada al acuerdo con las FARC y que incluirá también ayuda para el desminado humanitario.
Colombia espera recibir también 87 millones de dólares prometidos por la comunidad internacional para desminado, iniciativa liderada por EE UU y Noruega.
Además del respaldo político, la UE ha contribuido con más de 550 millones de euros (unos 612 millones de dólares) en proyectos de construcción de paz en Colombia que abarcan atención a desplazados, desarrollo rural y desminado, entre otros.
Tras la firma del acuerdo de paz, dará otros 92 millones de euros (102 millones de dólares) a través de un fondo fiduciario y 400 millones de euros (unos 445 millones de dólares) en créditos blandos con el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Esto no incluye los más de 910 millones de euros (1.012 millones de dólares) aportados al país por los Estados miembros de la UE entre 2010 y 2015, recursos destinados siempre a la construcción de paz.