Un cubano condenado por terrorismo aguarda el indulto de Obama
Miami/El cubano Eduardo Arocena lleva 33 años en la cárcel y estos días, se lleva a cabo la duodécima campaña que aboga por el perdón presidencial para liberarlo.
Arocena decidió, desde Estados Unidos, tomar el camino de las armas contra el régimen instaurado en 1959. Juzgado por terrorismo, actos intimidatorios y asesinato en 1984, Arocena fue condenado a dos cadenas perpetuas. Fue acusado del asesinato, en 1980, del agregado de la misión diplomática cubana ante Naciones Unidas, Félix García Rodríguez, y el FBI lo señaló como el cabecilla que estuvo detrás de al menos dos asesinatos y más de 30 explosiones en Nueva York, Nueva Jersey y Florida, entre 1975 y 1983.
"La prisión de Eduardo es una mancha y un tropiezo para el futuro de las relaciones con un gobierno democrático en Cuba", dice uno de los impulsores de la campaña, Héctor Alfonso Ruiz, quien es además conductor del programa La séptima provincia de la emisora local La Poderosa.
Los ataques de la organización Omega 7 que lideraba Arocena incluyeron el Lincoln Center de Artes Escénicas, las misiones diplomáticas de Cuba y la ex Unión Soviética en la ONU, así como diversas empresas que hacían negocios con la Isla.
En total el tribunal lo halló culpable de 25 delitos, además de falso testimonio ante el gran jurado
Las investigaciones también vincularon al grupo de Arocena con un plan de explosivos en el Aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, el 25 de marzo de 1979. En total el tribunal lo halló culpable de 25 delitos, además de falso testimonio ante el gran jurado.
"El caso Arocena recuerda un tiempo en que las explosiones y la inseguridad era el pan de cada día en Miami", recuerda Alejandro Martín, un emigrado cubano que llegó al sur de la Florida en los años setenta cuando, según él, "todo lo que no apoyara el punto de vista más radical era visto como comunista y procastrista".
En enero de 1983 tres negocios de Miami fueron blanco de bombas, acompañadas por comunicados que otorgaban el crédito a "Omar, jefe de los comandos Omega 7''. Actualmente Eduardo Arocena está en la cárcel federal de Rochester, y su posible liberación es para el 2050. Su salud se ha deteriorado después que en 2011 sufriera un derrame cerebral.
La nueva campaña para conseguir el perdón presidencial a Eduardo Arocena comenzó en un período en que las relaciones con Cuba es uno de los puntos álgidos de la campaña presidencial.
Según el director de la campaña, tienen el apoyo de más de 37 organizaciones del exilio histórico cubano y otros movimientos que representan a varias comunidades latinas en EE UU
"Estamos pidiendo apoyo de los diferentes candidatos. Sabemos que Hillary Clinton (candidata demócrata a las primarias) estuvo muy vinculada con la liberación de los macheteros puertorriqueños bajo el Gobierno de su esposo, William Clinton. Creemos que ella pueda hacer algo", analiza el jefe de la campaña por la liberación de Eduardo Arocena, Luis Negrón.
Según él, la campaña por el indulto presidencial tiene el apoyo de más de 37 organizaciones del exilio histórico cubano y otros movimientos que representan a varias comunidades latinas presentes en Estados Unidos. "Estamos respaldados por el Movimiento de Recuperación Revolucionaria, la Federación de masones exiliados cubanos Cuba Primero y la Asociación Patriótica Cubana, entre otras".
Emilio Vázquez, presidente de Casa Cuba, apoya también la campaña: "Hay que ser justos", dice. "Este país se basa en la igualdad y en la justicia. Si a los cinco espías cubanos, que estaban condenados a varias cadenas perpetuas, el presidente Obama les concedió un perdón de facto al negociarlos con Cuba, ¿por qué no perdonar a un luchador que nunca hizo nada contra esta nación?". También se ha iniciado una campaña de recogida de firmas en apoyo a esta causa.
Para la abogada de Arocena, Genialde Guerra, el indulto presidencial podría ser un camino más rápido para la excarcelación que la reapertura del caso. "Podríamos reabrir el caso y revisar por qué una persona fue juzgada por el trabajo de toda una organización; sin embargo creemos que hay que poner en contexto las acciones que realizó el señor Arocena, en lo más duro de la Guerra Fría, en una situación de conflicto con un poder extranjero".
La defensora argumenta que el reo nunca cometió actos terroristas contra esta nación, sino contra lo que él consideraba el enemigo de la nación norteamericana y los valores occidentales.
"Era otro momento histórico; incluso la CIA alentaba y apoyaba acciones violentas contra Cuba. No entendemos cómo pueden después decir que Arocena era un terrorista", recalca Vázquez, presidente de Casa Cuba.
"En mi casa no pongo fotos de él en la cárcel. Para mi nunca se ha ido, está con nosotros, con su familia", cuenta Miriam, esposa de Arocena
Los casi 33 años de separación no han hecho mella en la relación entre Arocena y su esposa. "Siempre llevo en mi bolso tres cosas: su peine, su pañuelo y la foto del día en que nos casamos", dice Miriam Arocena a sus 72 años.
Como parte de la campaña por conseguir el indulto presidencial hay una petición colgada en la plataforma change.org bajo el nombre "Perdon humanitario para Eduardo Arocena".
La señora Miriam Arocena, de 72 años cuenta que en cada tarjeta que ha recibido durante los 32 años de prisión de su esposo él la llama "Mi Penélope" y le promete que algún día regresará.
"En mi casa no pongo fotos de él en la cárcel. Para mi nunca se ha ido, está con nosotros, con su familia", cuenta Miriam, quien sólo ha podido visitar a su esposo ocho veces en 33 años, la última de ellas tras la apoplejía que sufrió en la cárcel.
"Fue triste llegar y verlo allí, en una silla de ruedas, rodeado de cadenas. Yo he escrito al presidente Obama y a su esposa. Lo único que les pido es que me dejen ser feliz. ¿Cuánto tiempo más debe estar en la cárcel? ¿Tú sabes lo que son casi 33 años? ¿No ha sido bastante ya?".
La Constitución de EE UU establece que el presidente "tendrá el poder de conceder indultos y perdones en los casos de ofensas contra los Estados Unidos", explica la abogada. Sin embargo, este recurso ha sido negado once veces por varios presidentes, incluido el republicano George Bush. Ahora le toca pronunciarse a Barack Obama, el presidente que ha dado pasos inéditos con su viaje a Cuba después de restablecer las relaciones diplomáticas con La Habana.