Costa Rica cierra sus fronteras al tránsito de cubanos
La Habana/Costa Rica cerró el miércoles sus fronteras a los cubanos que no tengan visado y anunció que los que intenten entrar por vía terrestre serán devueltos a Panamá.
En una entrevista publicada el jueves en El Nuevo Herald, la directora costarricense de Migración, Kattia Rodríguez, declaró: "Costa Rica está cortando esta cadena en estos momentos" y confirmó que la orden es la de deportar a los cubanos a Panamá, que a su vez se niega a recibirlos. En un limbo migratorio quedan más de mil cubanos en el puesto de Paso Canoas, en la frontera sur costarricense. "Hacemos el señalamiento a Panamá sobre este flujo que está llegando a Costa Rica procedente de suelo panameño y que es movilizado por mafias del crimen organizado", dijo la funcionaria.
El país centroamericano toma esta medida después de ver incrementado exponencialmente el número de ciudadanos de Cuba que transitan por el país con el objetivo de seguir viaje por tierra hasta Estados Unidos.
"Nosotros estamos en tránsito y lo único que queremos es llegar a Estados Unidos"
Un reportaje publicado el jueves por The Tico Times asegura que a la altura de septiembre, 12.166 cubanos habían sido detenidos por las autoridades de Costa Rica desde principios de año, lo supone un 24.332% de aumento sobre los cerca de 50 inmigrantes detenidos en 2011, según cifras de Migración. Desde 2013, de 2,549 cubanos que entraron sin visado en Costa Rica, se pasó a 5,114 en el 2014 y a los 12,166 contabilizados en los nueve primeros meses de 2015.
Ante las cámaras de TeleTica, algunos cubanos atrapados en la frontera criticaron la medida, haciendo hincapié en que no les interesa "ni el país ni sus leyes migratorias". "Nosotros estamos en tránsito y lo único que queremos es llegar a Estados Unidos", decía uno; "si nosotros no queremos quedarnos aquí", recalcaba otro. La cadena señalaba que los habitantes de la frontera sur costarricense también se han quejado de la medida, que empieza a afectar al flujo comercial.
Los cubanos que transitan por los países centroamericanos proceden habitualmente de Ecuador. En el camino, en algunos países, como Costa Rica, se les permitía ingresar como refugiados para que viajaran a la capital del país a proseguir los trámites de regularización, que obviamente nunca continuaban porque su objetivo era llegar hasta la frontera norte. Honduras les concede un trato humanitario para permitir pasar y México les otorga un salvoconducto con un plazo de 20 días para que abandonen el país.