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"Depurador ideológico" y posible castigo para dos medallistas norcoreanos por un selfi

El pecado de Ri Jong-Sik y Kim Kum-Yong: posar sonrientes con sus contrincantes en París

El gesto espontáneo con unos medallistas surcoreanos provocó la ira de Pyongyang / World Table Tennis, International Table Tennis Federation
14ymedio

03 de septiembre 2024 - 19:15

Ciudad de México/En Corea del Norte tomarse un selfi con la persona equivocada puede tener consecuencias nefastas, más allá de ser sometido al "depurador ideológico" por el que pasan todos los atletas que vuelven del extranjero. El error de los ganadores de la medalla de plata de tenis de mesa mixto en los Juegos Olímpicos de París 2024, Ri Jong-Sik y Kim Kum-Yong, fue acceder a posar –sonrientes y presea en mano– junto a sus rivales de Corea del Sur y China al bajar del podio, en julio pasado.

Ese gesto espontáneo, de acuerdo con el diario Daily NK que se especializa en información sobre Corea del Norte, provocó la ira del régimen comunista y les valió una "evaluación negativa" en un informe del Partido del Trabajo. Y eso a pesar de que no fueron ellos que tomaron la iniciativa de la foto, sino uno de sus contrincantes surcoreanos.

Antes de embarcar hacia París, a los atletas se les prohibió tajantemente tener contacto con cualquier extranjero, incluidos los deportistas surcoreanos. Por lo que, cualquiera que haya violado esta prohibición puede ser sancionado según las normas del régimen.

El informe del partido único, obtenido por el diario con sede en Seúl, critica que Ri y Kim hayan posado junto a los atletas de Corea del Sur, país con el que técnicamente están en guerra desde 1953. Para Pyongyang, Lim Jong-hoon y Shin Yu-bin –ganadores de la medalla de bronce– son representantes de su enemigo más acérrimo.

En concreto, el informe criticó duramente a Kim por “sonreír" cuando se tomaron el selfie, donde también aparecen los campeones chinos Wang Chuquin y Sun Yingsha, que los derrotaron 4 a 2 en la final. A Ri, el régimen le recrimina por “tomarse un largo momento para sonreír a los atletas de otros países después de bajar del podio”.

Antes de embarcar hacia París, a los atletas norcoreanos se les prohibió tajantemente tener contacto con cualquier extranjero

Aún no queda claro si las autoridades norcoreanas castigarán a Kim y Ri o si los perdonarán con una advertencia tras “reflexionar” sobre sus acciones y arrepentirse de sus actos.

Así lo confirmó una fuente de alto rango en Pyongyang que habló anónimamente con el Daily NK y describió el proceso habitual para todos los atletas que participan en competiciones internacionales y que incluye tres rondas de evaluación: la primera por el Comité Central del Partido, la segunda por el Ministerio de Cultura Física y Deportes y la tercera por los propios atletas, a los que alientan a delatar a sus compañeros.

Esta es el selfie que desató un informe negativo en su contra de parte del régimen / Olympic/X

La evaluación del Partido examina el comportamiento de los deportistas desde una perspectiva ideológica. En las investigaciones, los funcionarios intentan descubrir cualquier comportamiento que contradiga las directivas o la propaganda del régimen. De encontrar algún tipo de irregularidad, se aplican sanciones y correctivos en caso de que consideren que exista un comportamiento problemático, como le ha pasado a Ri y Kim.

En una segunda evaluación, a cargo del Ministerio de Cultura Física y Deportes, se valora detalladamente su rendimiento en la competición a la que asisten en comparación con eventos internacionales anteriores y se decide si reciben o no distinciones o castigos. 

No queda claro si las autoridades norcoreanas castigarán a Kim y Ri o si los perdonarán con una advertencia

Para este punto, los deportistas que no rinden lo suficiente según la evaluación, pueden enfrentarse al escarnio público e incluso a castigos corporales. En el pasado, algunos deportistas que no han cumplido las expectativas de los líderes han sido condenados a varios meses de trabajos no remunerados. 

Finalmente, la tercera aduana que tienen que enfrentar los deportistas norcoreanos tras competir en el extranjero es la de los chivatos, la más difícil de todas. Después de las dos investigaciones oficiales, los atletas se critican mutuamente y se delatan unos a otros para salvarse. Durante una serie de sesiones públicas, confiesan sus pecados ideológicos y critican las palabras o las acciones equivocadas de sus compañeros.

El régimen espera que los atletas norcoreanos que entren en contacto con atletas de otros países, especialmente aquellos de Occidente, reconozcan sus debilidades o “sus malas acciones” si desean evitar consecuencias políticas y legales en el futuro.

En Corea del Norte, se cree que el simple hecho de pasar tiempo en el extranjero “contamina” a las personas pues se exponen a culturas que no son de corte socialista. Por lo que requieren ser monitoreados y pasar, de vez en vez, por el “depurador ideológico”. 

Otro ejemplo de ello, es la orden para que todos sus estudiantes en el extranjero regresen a casa inmediatamente para recibir “formación ideológica”, ante el creciente temor de que la “lealtad" de los estudiantes con el régimen esté en riesgo.

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