Donald Trump vuelve a la Presidencia de Estados Unidos y consigue la mayoría en el Senado

Los republicanos ganan cómodamente en Florida y arrasan en el tradicional bastión demócrata de Miami-Dade

El ex presidente de los Estados Unidos y actual candidato presidencial republicano, Donald Trump, el 3 de noviembre de 2024.
El ex presidente de los Estados Unidos y actual candidato presidencial republicano, Donald Trump, el 3 de noviembre de 2024. / EFE/Jim Scalzo/Pool
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06 de noviembre 2024 - 09:17 Actualizado: 06 de noviembre 2024 - 13:16

Washington/El candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, volverá a la Casa Blanca cuatro años después tras asegurarse la victoria en las elecciones del martes, tras una jornada aciaga tanto para su rival, la vicepresidenta Kamala Harris, como para el conjunto del Partido Demócrata, que ha perdido el control del Senado.

El triunfo de Trump ya se daba por sentado desde hace horas pero no ha sido hasta bien entrada la madrugada del miércoles cuando los principales medios han dado al magnate como virtual vencedor según sus propias proyecciones. Antes, sin embargo, el aspirante ya había comparecido triunfalista rodeado de familiares y aliados políticos en Florida.

En ese estado, Donald Trump se impuso con casi diez puntos porcentuales a su rival, además de otras victorias importantes para los republicanos. Vencieron también el gobernador Ron DeSantis, el senador Rick Scott, y los congresistas Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Ana Paulina Luna.

Celebración esta madrugada en el café Versailles.
Celebración esta madrugada en el café Versailles. / 14ymedio

Carlos Giménez, de origen cubano y representante de un distrito electoral que abarca áreas del sur de Miami-Dade y los cayos de Florida, se ha impuesto también al demócrata Phil Ehr, tal como preveían los sondeos de intención de voto.

La influencia del magnate convertido en presidente ha alcanzado incluso al que se considera uno de los últimos bastiones azules en Florida, como es el sureño condado de Miami-Dade, el más poblado del estado y donde reside una influyente comunidad cubana, de tendencia conservadora y que este año se ha inclinado por Trump. La celebración en el café Versailles fue eufórica entre los cubanos, que celebraron con algarabía lo que, a su juicio, será "el fin de la dictadura".

En estos comicios, Miami-Dade se ha decantado por Trump, por más de diez puntos porcentuales, y nuevamente se ha teñido de rojo, como ya ocurrió en las elecciones de medio término de 2022, cuando DeSantis salió reelegido gobernador de forma incontestable y triunfó -con una gran ventaja- en este condado, donde no ganaba un republicano desde hacía veinte años.

La victoria de Trump en la mayoría de los estados bisagra o 'swing states' ha sido clave para consolidar su retorno a la Casa Blanca y, de hecho, los principales medios han terminado de inclinar la balanza tras proyectar que el exmandatario se impondría en Wisconsin y superará el umbral mínimo de 270 votos electorales. La duda a estas alturas es si podrá rebasar los 304 obtenidos en 2016.

Proyecciones a las 6 am hora de la costa este de EE UU. En rojo, el partido republicano, y en azul, el demócrata.
Proyecciones a las 6 am hora de la costa este de EE UU. En rojo, el partido republicano, y en azul, el demócrata. / EFE

El segundo mandato de Trump, de 78 años, arrancará el 20 de enero, con una simbólica ceremonia a las puertas del Capitolio. Será el segundo presidente después de Grover Cleveland en encadenar dos mandatos no consecutivos y el primero en tener sobre sus espaldas una condena judicial, por un fraude vinculado a los pagos a una ex actriz porno con la que supuestamente mantuvo relaciones.

Sin embargo, el magnate ha demostrado ser inmune a los escándalos y juicios y ha completado una campaña en la que ha sobrevivido a dos intentos de asesinato. En esta ocasión, además, llega en principio no sólo con el aval de una mayoría en el Colegio Electoral sino también con una previsible victoria en voto popular, algo que no logró hace ocho años cuando se impuso a la demócrata Hillary Clinton.

"Es un movimiento como nadie ha visto nunca. El movimiento político más grande que se ha visto nunca en este país", ha declarado desde su cuartel electoral de West Palm Beach (Florida), en un discurso triunfal en el que ha celebrado el inicio de una "era dorada" en la que se ha mostrado convencido de que podrá "sanar" y "arreglar" la primera potencia mundial.

Incluso se ve capaz de "detener las guerras", una promesa que también lanzó en campaña y que tiene como potenciales focos la escalada de tensiones en Oriente Próximo o la invasión rusa en Ucrania.

Incluso se ve capaz de "detener las guerras", una promesa que también lanzó en campaña y que tiene como potenciales focos la escalada de tensiones en Oriente Próximo o la invasión rusa en Ucrania

"Estados Unidos nos ha dado un mandato poderoso y sin precedentes", ha dicho Trump, al incidir en que los republicanos han "recuperado" el Senado y "parecen" encaminados a mantener el control de la Cámara de Representantes, donde a estas horas el resultado es de 198, frente 180 de los demócratas a los un hito que permitiría al partido un amplio margen de maniobra política al menos durante los próximos dos años.

Trump ha encarrilado su victoria ya desde las primeras horas de recuento y, conforme ha ido avanzando la noche, había poco lugar a duda. Harris se ha impuesto en Virginia, en un logro insuficiente teniendo en cuenta que la mayoría de los territorios clave, donde la vicepresidenta había centrado gran parte de su campaña, se han inclinado del lado de su rival.

La vicepresidenta, sin embargo, no ha comparecido públicamente para reconocer su derrota, confiando en un vuelco de última hora que no ha llegado. El único consuelo a estas alturas pasaría por revivir en la Cámara de Representantes, un logro también improbable y que, en principio, aún podría tardar al menos una semana en concretarse.

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