Ecuador paga 115 millones de dólares por una patana turca como las que hay en Cuba

A ello hay que sumar unos 45 millones de dólares por abastecer de combustible la planta

Central flotante 'Emre Bey', perteneciente a la turca Karpowership.
Central flotante 'Emre Bey', perteneciente a la turca Karpowership. / Goktay Gokalp/Marine Traffic
14ymedio

09 de septiembre 2024 - 17:20

Madrid/La planta eléctrica flotante Emre Bey, de la empresa turca Karpowership, debería estar ya funcionando, amarrada a la subestación eléctrica de Las Esclusas, al sur de Guayaquil, pero las corrientes del río Guayas han ralentizado la operación. Este lunes, casi un mes después de su llegada a Ecuador, la patana –gemela de las que se ubican en Cuba– arranca la fase de pruebas para ayudar al país a paliar los problemas de electricidad que ha causado la sequía. 

A años luz de la opacidad cubana, el Gobierno ecuatoriano ha dado detalles sobre el costo de la planta eléctrica, así como del ahorro que supondrá para el país, que en 2023 ha tenido que importar electricidad de Colombia a un precio de entre 30 y 60 centavos por kilovatio/hora (kWh). Según las cuentas del gerente general de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), Fabián Calero, el costo del kWh con la patana se queda en 14 centavos. 

El directivo contó a la prensa ecuatoriana este agosto que el Emre Bey estará, por ahora, 18 meses en el país y proveerá 100 megavatios de energía por 114,39 millones de dólares (0,11 centavos por kWh), a los que hay que sumar unos 45 millones de dólares que cuesta a Ecuador abastecer de combustible la planta –y que asume Celec–, lo que deja el precio en los 14 centavos anunciados previamente por el viceministro de Electricidad, Rafael Quintero.

La 'Emre Bey' tiene 179 metros de eslora y está diseñada para una capacidad de 45 personas, 29 de ellas oficiales y 16 tripulantes

Las autoridades cifran en 300 millones de dólares los pagos a Colombia por importación de electricidad, a lo que se suman las pérdidas que suponen los cortes de luz, 576 millones de dólares solo en los apagones registrados entre el 16 y el 24 de abril de este año, dijo el ex ministro de Energía y Minas, Roberto Luque.

El ex ministro de Energía ecuatoriano Fernando Santos –que formó parte del Gobierno de Guillermo Lasso– dijo a la prensa que el uso de las patanas es común “en países de Centroamérica y África que tienen racionamientos de energía, como Cuba y Sudáfrica. Es la manera más fácil y rápida de proveer electricidad”. Para Santos, que también es analista petrolero, el uso de plantas de este tipo tiene beneficios, aunque también inconvenientes. 

En el lado positivo, su movilidad, que permite remolcarlas allá donde sea más necesario. Además, la instalación y puesta en marcha son rápidas a priori, de unos treinta días, y su impacto en superficie terrestre es menor al de una termoeléctrica. No obstante, las consecuencias ambientales son nefastas, puesto que implican el uso de derivados del petróleo que, al quemarse, lanzan dióxido de carbono y contribuyen al calentamiento global. 

La prensa ecuatoriana ha dado más detalles sobre las plantas de los que se disponía hasta ahora. La Emre Bey tiene 179 metros de eslora y está diseñada para una capacidad de 45 personas, 29 de ellas oficiales y 16 tripulantes. Además de 38 cabinas para el personal, dispone de un centro de operaciones, un comedor, una sala de descanso y un hospital.

Los cálculos de Ecuador contribuyen a aportar algo de luz a los costos del alquiler de las patanas de Karpowership en Cuba, como antes lo hizo la difusión de los contratos de las que hay en República Dominicana y Guyana. Sin embargo, los costos pueden variar mucho en función del país y el procedimiento empleado.

República Dominicana contrató dos centrales flotantes (180 MW en total) para una duración de 42 meses por las que pagó 40 millones de dólares, una cantidad muy inferior a la que ha negociado ahora Ecuador. 

Guyana, por su parte, arrebató una de las seis patanas que había en Cuba este mayo pagando un millón de dólares por su traslado a una empresa intermediaria, la catarí Urbacon Concessions Holding. A ello hay que añadir el costo del kWh de los próximos dos años, a 0,7 dólares, según anunció. En este caso, la Baris Bey aportaba apenas 36 Mw al sistema

Desde 2019, Cuba ha tenido hasta ocho plantas eléctricas pertenecientes a la empresa turca Karpowership. En mayo de este año quedaban seis, pero con la marcha de Baris Bey había, supuestamente, cinco: tres de ellas en La Habana –Belgin Sultan, Suheyla Sultan y Erol Bay–, una en Mariel –Karadeniz One– y otra en Santiago de Cuba –Erin Sultan–. 

Mientras en Ecuador se ha vivido un debate entre el Gobierno y la oposición sobre el proceso de contratación de las patanas, el régimen de Cuba nunca ha revelado ningún detalle sobre su costo y condiciones del acuerdo a pesar del cual los apagones siguen siendo constantes y prolongados.

Para este lunes 9 de septiembre, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) ha anunciado un déficit de 820 MW en el horario pico cuyas repercusiones se notarán, como en los últimos días, en el abastecimiento de agua. Mientras, el Gobierno continúa acelerando la instalación de parques de energía solar y espera que 30 de ellos se puedan poner en marcha en 2025, antes de que vuelvan los rigores del verano. Aunque ya ni el invierno deja respiro al régimen. 

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