EE UU y México endurecen las medidas contra los migrantes que buscan asilo
López Obrador no descarta deportarlos a Cuba, Venezuela y otros países. Mientras que Biden ha comenzado a limitar las peticiones de asilo
México/Las reglas del juego cambiaron para los migrantes que esperaban en México una respuesta tras solicitar el asilo en Estados Unidos. Este miércoles entró en vigor una nueva política migratoria de Washington que limita esas peticiones y agiliza las deportaciones. Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este jueves que el Gobierno mexicano podría enviar de regreso a Cuba, Venezuela y otras naciones a los migrantes que sean deportados por las autoridades estadounidenses.
"Como nosotros tenemos muy buenas relaciones con todos, nosotros tenemos acuerdos y podemos, desde México, enviar migrantes a cualquier país, pero lo que buscamos es que puedan hacerlo de manera directa", dijo López Obrador en una conferencia de prensa desde el Palacio Nacional, mencionando explícitamente a Cuba y Venezuela.
En las últimas horas, desde que entraron en vigor las nuevas medidas migratorias, que son muy similares a las vividas con el Título 42 entre 2020 y 2023, cientos de migrantes han abandonado los campamentos donde pernoctaban en México a la espera de completar su trámite de asilo. La retirada ha ocurrido en algunos casos por su propia voluntad y en otros por la fuerza, como sucedió en Ciudad de México donde uno de estos asentamientos fue desalojado de manera sorpresiva por la Guardia Nacional y agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
Organismos internacionales expresaron su preocupación por las nuevas medidas anunciadas por Estados Unidos, en contra de los migrantes que buscan asilo humanitario tras escapar de la violencia y la precariedad de sus países de origen
“Es crucial que cualquier medida que se adopte para gestionar la migración respete el derecho fundamental a solicitar asilo, así como a reforzar las vías seguras y regulares de migración”, explicó a 14ymedio un portavoz del Organización Internacional para las Migraciones (OIM) tras reconocer los retos que plantea el creciente cruce irregular de migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos.
Por su parte, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), también consultada por este diario, se limitó a reiterar lo expresado el martes en un pronunciamiento oficial. En su declaración, el organismo manifestó su preocupación por las nuevas medidas anunciadas por la Casa Blanca “que limitan severamente” y privan del acceso al asilo “a muchas personas que necesitan protección internacional y que a partir de ahora podrán encontrarse sin una opción viable para solicitar protección e incluso en riesgo de devolución”.
Los migrantes provenientes de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Haití y Honduras, desde hace varios meses habían montado campamentos de forma irregular en las calles de lugares como Ciudad Juárez, Tijuana e incluso Ciudad de México, con tal de tener un espacio seguro donde esperar mientras se completaba su proceso de petición de asilo a través de la aplicación CBP One.
La orden ejecutiva firmada el martes por el presidente Joe Biden, cuando apenas faltan cinco meses de la elección presidencial donde competirá nuevamente contra Donald Trump, permite deportar a los migrantes que no superen los estrictos estándares de asilo durante las denominadas “entrevistas de miedo creíble” cuando se rebase la cifra de 2.500 detenciones diarias en la frontera durante un promedio de siete días. Esta política es muy similar a la impuesta en su momento por Trump, y que Biden condenó durante la campaña de 2020 cuando prometió eliminarla durante su mandato.
Una vez difundida la orden ejecutiva, se han dispersado también cientos de migrantes que montaron campamentos irregulares en las riberas del Río Bravo en Juárez con la intención de hacer recorridos de hasta 10 kilómetros en la búsqueda de algún lugar menos vigilado por donde entrar a Estados Unidos, según reporta EFE este jueves. En Tijuana, al otro extremo de los más de 3.000 kilómetros de frontera que comparten México y Estados Unidos, la situación es similar, según pudo constatar 14ymedio.
Para los migrantes en la Ciudad de México, la situación es aún peor. La medianoche de este miércoles cientos de personas –en su mayoría originarias de Venezuela y Haití– fueron sorprendidas mientras dormían en un campamento montado de manera irregular en la plaza Giordano Bruno, muy cerca del centro de la capital, donde llevaban semanas o incluso meses acampando.
Al lugar llegaron agentes del INM, que eran escoltados por la Policía, así como por elementos de la Guardia Nacional, algunos de los cuales iban armados. Convencieron a una gran parte de los migrantes, entre quienes había decenas de familias con niños, de abordar varios ómnibus de pasajeros. Hasta el momento, no se ha informado oficialmente a dónde fueron llevados, aunque en el lugar se les dijo que serían trasladados a Tapachula, en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, por donde entran la mayoría de los migrantes.
Si bien muchos aceptaron subir a los vehículos, otros más se dispersaron de manera apresurada por la zona, tras recoger lo más rápido que pudieron sus escasas pertenencias, dispuestas en medio de casas de campaña, algunas de ellas improvisadas con cualquier material a la mano. Transcurridos algunos minutos, personal de limpieza del gobierno de Ciudad de México recogió ropa, carpas, trastos, hornillas, tarimas, juguetes y todos los artículos que fueron dejados por los migrantes.