El Ejército de Nigeria mata a 300 miembros de una secta chiita, según HRW
Nairobi/(EFE). -La organización Human Rights Watch (HRW) denunció este miércoles la matanza de unas 300 personas pertenecientes a la secta chiita Movimiento Islámico de Nigeria (IMN, por sus siglas en inglés), asentada en el norte del país pero sin vinculación con el extremismo del grupo yihadista Boko Haram.
Soldados nigerianos mataron a los fieles chiitas en ataques registrados en tres puntos de la ciudad de Zaria entre el pasado 12 y 14 de diciembre, relataron testigos y autoridades locales a la organización, explica en un comunicado.
Durante dos días, el Ejército atacó la mezquita Hussainniya Baqiyyatullah, el barrio de Gyellesu y el cementerio de la secta en Daral-Rahma.
Al menos 300 chiítas murieron y muchos más resultaron heridos en estas acciones, mientras que los soldados quemaron los cuerpos en fosas comunes sin el permiso de sus familias.
El Movimiento Islámico de Nigeria es una secta chií con vínculos estrechos con Irán y establecida en Zaria, en el estado nigeriano de Kaduna. El grupo religioso, liderado por Sheik Zakzaky, comenzó su actividad en el país africano en 1980 y cuenta con unos 3 millones de fieles en Nigeria.
Al menos 300 chiitas murieron y muchos más resultaron heridos en estas acciones, mientras que los soldados quemaron los cuerpos en fosas comunes sin el permiso de sus familias
"No tiene relación con Boko Haram, un grupo islámico radical que opera también en el norte de Nigeria, y cuyos miembros han atacado a chiitas y a otros", aclaró HRW.
El origen de la matanza perpetrada por el Ejército nigeriano se encuentra en la barricada que levantó un grupo de chiitas junto a una mezquita coincidiendo con el inicio del mes de Rabi-ul-Awal, el nacimiento del profeta Muhammad, en protesta por anteriores ataques por parte de los militares.
Cuando el convoy de un alto cargo militar pasó por el lugar, un grupo de jóvenes chiitas comenzó a protestas y lanzarle piedras, con el objetivo de matar al teniente general, según el Ejército.
"Es imposible que una barricada levantada por un grupo de jóvenes enfadados pudiera justificar la matanza de centenares de personas. Fue una reacción brutal y desmedida, cuando no un ataque planeado contra el grupo chiita minoritario", dijo el director de HRW para África, Daniel Bekele.
El pasado día 18, el Gobierno de Nigeria calificó este incidente como un "asunto militar".
"El presidente -Muhammadu- Buhari debería poner freno a la lamentable lista de graves abusos contra los derechos humanos del Ejército y no continúa durante su mandato", sentenció Bekele.
Nigeria vive bajo la amenaza constante del grupo yihadista Boko Haram, que lucha por imponer un estado islámico en el norte del país, lo que ha dado pie a una violenta represión por parte del Ejército federal, que ha cometido numerosas violaciones contra los derechos humanos.