"Elon Musk anda como un niño con una antorcha" deseando acabar con los medios públicos de EE UU
El asesor de Trump sugiere cerrar Voice of América, pero no se ha pronunciado sobre el grupo Martí
La Habana/El magnate Elon Musk, jefe del Departamento de Eficiencia de EE UU –una suerte de ministerio creado a su medida por Donald Trump– y Richard Grenell, el enviado del mandatario para misiones especiales, insisten en la necesidad de cerrar medios de comunicación financiados por Washington. Entre los que tienen en la mira se encuentra la emisora internacional Voz de América (VOA) o la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB) que gestiona el grupo Martí, con su radio, televisión y una web de noticias sobre la Isla.
Aunque Musk ha tomado una posición muy beligerante sobre este asunto, una fuente interna del grupo Martí asegura a 14ymedio que por el momento no temen que el empresario sudafricano pueda cumplir con su amenaza si tuviera también la intención de cerrar el grupo Martí (radio, televisión y web para Cuba).
“Elon Musk anda como un niño con una antorcha en mano quemando a diestra y siniestra y causando preocupación entre los empleados federales, un grupo de personas que creían tener sus empleos seguros. En el caso de Martí estamos en uno de los mejores momentos de su historia, con números que muestran cómo se está haciendo el trabajo: superamos el millón de seguidores en Facebook, tenemos millones de vistas en nuestras redes sociales provenientes de Cuba y estamos ampliando los públicos en la Isla”, asegura.
"En el caso de Martí estamos en uno de los mejores momentos de su historia"
Y continúa: “Realmente nadie puede estar seguro de cuál pueda ser el futuro de las agencias federales a estas alturas, pero creo que en el caso de Martí está en una buena posición para sostener su misión”.
Musk, por su parte, no deja margen de duda sobre lo que quiere hacer con los medios propiedad de Washington enfocados al extranjero: “hay que cerrar”.
Con esa frase el empresario contestó a un post de Richard Grenell en el que criticaba a las emisoras Radio Free Europe y Voice of America por gastar el “dinero de los contribuyentes estadounidenses”.
“Son medios de comunicación estatales. Estos medios están llenos de activistas de extrema izquierda. He trabajado con estos periodistas durante décadas. Son una reliquia del pasado. No necesitamos medios de comunicación pagados por el Gobierno”, alegaba Grenell anunciando que “ya es hora de cerrarlos”.
Según Musk, a estos medios “ya nadie los escucha” y están conformados por “gente radical de izquierdas que habla sola mientras quema mil millones de dólares al año de dinero de los contribuyentes estadounidenses”.
“Europa es libre ya”, agregó el empresario haciendo referencia a Radio Free Europe, con sede en Praga
“Europa es libre ya”, agregó el empresario haciendo referencia a Radio Free Europe, una organización de radiodifusión con sede en Praga, República Checa, y gestionada por una entidad autónoma, la Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales. Fundada en 1950, durante la Guerra Fría se encargaba de transmitir noticias a los países de Europa del Este, Asia y Medio Oriente para contrarrestar la propaganda soviética, aunque desde entonces sus emisiones han disminuido y han sido actualizadas a tono con la nueva situación geopolítica.
Un papel similar jugó Voz de América, incluso más antigua (1942), que sigue siendo la emisora internacional más grande financiada por el Gobierno. Enfocada al público extranjero, VOA tiene presencia digital, televisiva y de radio en más de 40 idiomas por todo el mundo.
Para el dueño de X, esas emisoras forman parte de lo que considera legacy media, medios tradicionales que en su opinión han sido desplazados por las redes sociales y que se dedican a la manipulación mediática. En varias ocasiones Musk ha denunciado que los canales tradicionales son “pura propaganda” y que es en las redes donde se encuentra la verdadera “libertad de expresión”. No obstante, miles de usuarios de izquierda han abandonado X desde que la red social llegó a sus manos y critican el nuevo algoritmo que privilegia los contenidos conservadores.
Hasta ahora, el magnate solo había contado con su propia red social y su influencia para combatir estos medios que considera obsoletos
Hasta ahora, el magnate solo había contado con su propia red social y su influencia para combatir estos medios que considera obsoletos, pero desde el pasado enero tiene además el respaldo de la Casa Blanca. Nada más comenzar su mandato, Donald Trump suspendió la cooperación a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) con organizaciones no gubernamentales que patrocinaba, en mayor o menor medida, en todo el mundo.
En el caso cubano, de acuerdo al informe realizado por Musk por petición del mandatario, el gasto para “reconstruir el ecosistema de medios cubanos” fue de un millón y medio de dólares el año pasado, aunque circula otro dato en torno a dos millones y medio. Es una parte minúscula del presupuesto total de Usaid, de unos 60.000 millones de dólares anuales, pero sustancial para el trabajo de varios medios independientes.
El recorte no solamente afecta a pequeñas organizaciones y medios independientes que constituyen un oasis de información plural frente a la propaganda y el control informativo que existe en países como Cuba, sino también a colosos como la británica BBC, cuya ONG encargada de apoyar la libertad de prensa en el mundo –BBC Media Action– dijo a sus beneficiarios que el Gobierno de EE UU financiaba parte de su presupuesto.
Ni Musk ni Washington han hecho referencia hasta ahora a otros medios propiedad del Gobierno estadounidense como PBS (televisión pública) o NPR (radio pública), entre otros, pero la línea seguida durante el nuevo mandato del republicano no deja muchas dudas sobre el futuro de estos canales.