Familiares de rehenes de Hamás: "La guerra no acabará hasta que no vuelvan a casa"

Israel dice que la mayoría de muertos en el ataque en Rafah fue a causa de un incendio

Los familiares de los rehenes de Hamás se manifiestan por su liberación
Los familiares de los rehenes de Hamás se manifiestan por su liberación / EFE/Archivo
EFE

27 de mayo 2024 - 17:02

Bruselas/Jerusalén/Los familiares de un grupo de rehenes de Hamás desde el pasado 7 de octubre reclamaron este lunes que la Unión Europea y sus políticos mantengan en la agenda la presión para liberarles y aseguraron que la guerra y el "sufrimiento en ambos bandos" se acabará tan pronto recuperen a sus seres queridos.

En una rueda de prensa organizada por la Asociación de Prensa Europa-Israel en Bruselas, seis familiares de cuatro rehenes contaron la situación de sus familias y lo que saben de sus seres queridos desde el pasado 7 de octubre e incidieron en su reclamo de que reciban asistencia humanitaria y vuelvan a casa tras 234 días de cautiverio.

"Todo el mundo habla de la situación humanitaria de los palestinos y nadie habla de la de los rehenes. Lo más importante es traerles de vuelta a casa. La guerra no acabará hasta que vuelvan a casa", insistió Sharon Kalderon, cuñada del secuestrado Ofer Kalderon.

"Todo el mundo habla de la situación humanitaria de los palestinos y nadie habla de la de los rehenes"

Junto a su marido Nissan, hermano del rehén, Kalderon lamentó que nadie en las entidades humanitarias les haya podido atender o transmitir a las familias información sobre cómo se encuentran sus seres queridos, como por ejemplo las mujeres que fueron violadas en la jornada del ataque terrorista masivo y que estarían a punto de dar a luz si se hubieran quedado embarazadas entonces, dijeron.

Lo último que saben de su cuñado Ofer fue a través de una de las rehenes liberadas tras 55 días de cautiverio; entonces estaba herido en una pierna, muy delgado y lloraba a menudo. "No sabemos nada desde entonces, si está vivo o muerto, dónde está, si ha recibido una mínima cobertura de sus necesidades humanitarias", lamentó.

Junto a su cuñado también secuestraron a dos de sus sobrinos, de doce y dieciséis años, que fueron liberados tras 52 días. Con el alivio de volver a verles, cuentan, llegó también el horror de conocer las condiciones del cautiverio: sin comida, bebiendo sólo agua del mar o de lluvia o sin acceso a luz del sol.

"Está siendo una guerra muy dura para ambas partes y hay tragedias en ambas partes. Sólo rezo por que este baño de sangre acabe pronto", dice Yaffa Ohad, cuya sobrina de 26 años, Noa Argamani, fue secuestrada en el festival Nova.

"Su abuelo dice que este es su segundo Holocausto. Se está quedando sin tiempo, igual que los rehenes"

Hamás publicó el pasado mes de enero un vídeo en el que se veía a Noa viva y pidiendo el fin de la guerra; se trata de la última información que tienen de la joven estudiante de informática. Su madre, enferma terminal, sólo quiere volver a verla para darle un abrazo, asegura Ohad.

Argamani no es la única rehén a la que espera un familiar enfermo. Es el caso también de Bar Kupershtein, también secuestrado en el festival de música, cuyo abuelo superviviente del Holocausto ha sufrido un infarto y un ictus desde el estallido del conflicto en octubre.

"Su abuelo dice que este es su segundo Holocausto. Se está quedando sin tiempo, igual que los rehenes", advierte su tía, Mazy Zafrani, que muestra un fotograma de un vídeo publicado por Hamás en el que aparece su sobrino el día de los ataques.

"La incertidumbre nos está volviendo locos. Sabemos que es fuerte, pero ahora después de tanto tiempo es otro caso humanitario que necesita ayuda. ¿Quién está cuidando de él?", se preocupa su tía.

Los únicos de los familiares presentes en la rueda de prensa que ya conocen el destino de su ser querido fueron Cochav William Levinson y Mika Levinson, padre y hermana de Shay Levinson, un soldado en la frontera que, según su padre, "logró evitar que muchos terorristas alcanzaran a civiles".

"Gracias a él hay mucha gente viva hoy", aseguró Levinson, que sabe que su hijo ha muerto en cautiverio y cree que, si Israel pierde esta guerra, Europa se recibirá un ataque similar "más pronto que tarde".

"Esto está a la puerta de Europa, nosotros nos hemos llevado el primer golpe", señalaron los familiares.

El fiscal general del Ejército ha ordenado una pesquisa más exhaustiva sobre Rafah

Por otra parte, las primeras conclusiones de la investigación de Israel sobre el ataque cerca de un campo de desplazados en Rafah apuntan a que la mayoría de las víctimas mortales, medio centenar, fallecieron a causa del incendio que estalló después del bombardeo. "La mayoría de las víctimas son a causa de un incendio", afirmó este lunes el portavoz del Gobierno de Israel, Avi Hyman, en su rueda de prensa diaria.

El Fiscal General Militar, el mayor general Yifat Tomer Yerushalmi, ordenó este lunes al Mecanismo de Investigación y Evaluación del Estado Mayor del Ejército que investigue el ataque en Rafah "basado en inteligencia y contra objetivos terroristas de alto rango de Hamás".

Se trata de un organismo independiente formado por exmilitares encargado de "examinar incidentes excepcionales en combate", como ya hizo hace un mes con el ataque de Israel a un convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen, en el que murieron siete de sus empleados, seis de ellos extranjeros. La investigación concluyó un "error en la identificación" y se saldó con el cese de dos comandantes.

"Antes del ataque se tomaron una serie de medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados"

"Antes del ataque se tomaron una serie de medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados, incluida vigilancia aérea, el despliegue de municiones precisas e información de inteligencia adicional", indicó el Ejército en un comunicado sobre el ataque anoche en Rafah. "Sobre la base de estas medidas se evaluó que no se esperaba ningún daño a los civiles", agregó.

El incendio estalló más de una hora después del ataque, que tuvo como objetivo una infraestructura improvisada donde se escondían dos cargos de Hamás, a unos 300 metros del campamento, según fuentes israelíes.

Imágenes difundidas en las redes sociales palestinas mostraron el gran incendio que causó el bombardeo aéreo sobre las tiendas de campaña provisionales en Tal al Sultan. Algunos medios apuntan a que muchas víctimas murieron asfixiadas por el humo y calcinadas.

El Ministerio de Sanidad de Hamás informó de que el número de muertos asciende a 45, de entre los cuales hay una decena de mujeres, ocho niños y tres ancianos; y el de heridos a 383.

El Ejército israelí justificó su ataque contra este barrio del noroeste de la ciudad de Rafah, que no había recibido órdenes de evacuación, por la presencia de dos altos cargos en esta zona del grupo islamista Hamás, el comandante de su división para Cisjordania, Yassin Rabia; y otro alto mando de esa misma división, Khaled Nagar.

El ataque israelí contra la ciudad fronteriza con Egipto llegó horas después de que ayer Hamás lanzara desde ese punto, por primera vez en meses, cohetes contra el centro de Israel, incluido la capital, Tel Aviv, que no causó heridos ni daños graves.

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